SD PONFERRADINA 1-0 UD ALMERÍA | El Acta de Vivancos

SOS en el centro del campo

  • El quid de la cuestión pudo estar en la falta de un enlace válido para surtir de balones a Sadiq

Sadiq, cariacontecido en El Toralín

Sadiq, cariacontecido en El Toralín / LFP (Ponferrada)

Si en mi anterior misiva correspondiente a la jornada pasada destaqué cómo se jugó ante el Málaga, de la forma que se debe disputar un choque complicado en esta categoría con un jugador menos, vino la Ponferradina a mostrarle a la UDA, por enésima vez, lo que hay que hacer en determinados encuentros para sobrevivir en esta selva de la categoría de plata.

Algo falló en los planes del conjunto de Rubi, ya lo comentó hace días en rueda de prensa el técnico catalán cuando aludía a la importancia de no recibir goles, a lo sumo un tanto, ya que su equipo suele materializar una de las ocasiones generadas en cada partido. Se cumplió a medias lo más complicado, el no recibir más de un gol, pero por primera vez no se logró perforar la meta contraria, no solo en la competición recién iniciada, sino contando con todos los partidos de esta pasada pretemporada.

¿Por qué apenas se generaron ocasiones? Quizá buena parte de culpa lo tuviera el rival que, aparte de estar en plena forma y de jugar en su incómodo estadio, supo anticiparse en todas las zonas del campo con una asfixiante presión. Sin embargo el quid de la cuestión pudo estar en la falta de un enlace válido para surtir de balones a Sadiq, que al menos sabemos que siempre está ahí, al acecho.

Robertone anduvo enzarzado todo el choque en guerras individuales, Samú siempre tenía dos sombras a su lado y tampoco es el jugador más indicado para distribuir el juego y luego Curro, el de más talento de la parcela central, parece esconderse cuando la cosa está incómoda. Así, solo cabía la posibilidad de la conexión de los extremos con su compañero en punta.

Tampoco voy a reivindicar a los tres integrantes que en el esquema de Gomes jugaban en la mediapunta, pero en partido trabados, y ya van dos fuera de casa, se echa en falta esa figura para que el ímpetu de los locales se diluya con la alargada presencia de Sadiq. Todo ello, en pos de encontrar ese poder ofensivo que la misma clasificación mostraba hasta esta jornada, al ser la UDA el equipo máximo goleador del campeonato.

Pero en El Toralín ni hubo poder ofensivo ni defensivo, y no tanto por la zaga, que no estuvo mal del todo, sino por la ausencia de un centro del campo que ni defendía en forma de desgaste para los delanteros bercianos, ni podía inventar vías de peligro. De hecho, de todo ello se dio cuenta Rubi cambiando por completo a toda la medular (hacía tiempo que no veía eso).

Es de esperar que en el futuro los integrantes de la parcela central puedan al menos recuperar el esférico ejerciendo más la presión, en compensación por la falta de creatividad que se vislumbra en esta campaña. No es un defecto tan acusado el no generar un juego preciosista en Segunda, si por fortuna se cuenta con dinamita en la delantera, pero si tampoco se consigue ser un bloque como el que a buen seguro Rubi desea, compacto y seguro a la hora defender (para ello la medular es vital), las vergüenzas van a aflorar sobre todo fuera de casa. En Alcorcón aguarda una lucha similar. Ojalá se haya aprendido la lección...

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