REAL SOCIEDAD 1-0 UD ALMERÍA | La Crónica
  • El colombiano, titular pese a estar apercibido de sanción, vio la roja directa en el 36' por una dura entrada sobre Le Normand 

  • En el descuento del primer tiempo, ya en superioridad, Kubo hacía el 1-0 para la Real pese a un despliegue potable de los rojiblancos

  • Una pena no sumar ni un punto en uno de los mejores partidos a domicilio del curso 

Suárez se autoexpulsa en Anoeta y sume al Almería en el abismo (1-0)

Luis Suárez en el momento de ver la roja directa por parte de González Fuertes Luis Suárez en el momento de ver la roja directa por parte de González Fuertes

Luis Suárez en el momento de ver la roja directa por parte de González Fuertes / Javier Etxezarreta / EFE (San Sebastián)

Escrito por

· Paco Gregorio

Jefe de Deportes

Al ver la alineación inicial dispuesta por Rubi en Anoeta quizá no hubiera un solo almeriense que no pensara en el peligro de jugársela con Luis Suárez apercibido de sanción estando Valladolid y Espanyol a la vuelta de la esquina. Quien más quien menos daba por segura la derrota en San Sebastián confiando en certificar la permanencia el domingo en casa y por eso pocos entendieron que el técnico catalán jugase con fuego poniendo al ariete colombiano, de sangre caliente, en el once titular. 

Y como lo que es probable también es posible a los 36 minutos de juego sucedía lo peor. Un plantillazo de Suárez a Le Normand a la altura de la tibia era sancionado en primera instancia con amarilla, pero avisado por el VAR, González Fuertes revisó las imágenes y observó que la acción temeraria era merecedora de un castigo mayor, con lo que le mostró la roja directa. Una cartulina cuyas consecuencias en el partido ya fueron catastróficas y que en el futuro inmediato pueden resultar fatídicas para la UDA.

Si el partido ante el Valladolid ya lo tenía amortizado y era posible también que el último ante el Espanyol en caso de caerle dos partidos de sanción, el propio Suárez, en un infantil arranque mezclando rabia e impotencia por la cagada que acababa de cometer, despachó su furia tirando al suelo la cámara del VAR, con lo que sin necesidad de que se pronuncie el Comité de Competición el de Santa Marta ya podría haberle dicho adiós al curso dejando a su equipo al borde del abismo.

Resulta más mosqueante si cabe porque hasta ese momento el equipo estaba plantándole cara a toda una Real Sociedad que lucha por entrar en Liga de Campeones. Rubi había planteado un 1-4-4-2 con De la Hoz y Samu en el doble pivote, Lázaro y Puigmal en los extremos, Portillo de medipunta y Suárez en punta que estaba tapando bastante bien los espacios a una Real que no encontraba los pasillos habituales. 

Lázaro, enrachado con el gol, tuvo incluso el 0-1 en el primer minuto de juego con un buen disparo con la diestra buscando la escuadra que obligó a Remiro a realizar una plástica parada a mano cambiada. En el ecuador del primer acto Akieme también realizó una peligrosa incursión por su costado que no llegaba a definir y el equipo aguantaba las embestidas donostiarras con cierta solvencia. 

Kubo lo intentó primero para los de Alguacil con una penetración por el costado diestro que culminaba con un peligroso pase atrás que supo despejar Pozo, abortando el peligro. Luego Carlos Fernández cabeceó de forma horrorosa un buen centro de Aihen pese a verse sin marca dentro del área. El propio Carlos Fernández enviaba un balón a las nubes en posición franca tras un mal despeje de Ely. No era la noche del sevillano. 

El Almería parecía que podría aguantar hasta el descanso con el 0-0 pese a jugar desde el 36' en inferioridad, pero los 4 minutos de añadido concedidos por la prematura lesión de Silva (sustituido por Brais en el 19') y el espectáculo de Suárez, permitieron a la Real tener una chance más por medio de Kubo. El japonés desbordó por su banda recortando hacia dentro, como hacen todos los zurdos que parten desde el perfil diestro en busca del ángulo para tirar una rosca con el interior. Samu le salió al paso pero nadie supo defender al nipón, que acabó poniéndola donde quiso, cerca de la cruceta ante la impasible mirada de Fernando.

Ely intenta rematar de cabeza ante un muro de jugadores donostiarras Ely intenta rematar de cabeza ante un muro de jugadores donostiarras

Ely intenta rematar de cabeza ante un muro de jugadores donostiarras / Javier Etxezarreta / EFE (San Sebastián)

La reacción a la vuelta de vestuarios fue retirar a Samu Costa para dar entrada a Eguaras, pensando ya claramente en evitar que el luso viera una amarilla que también le privase de estar ante el Valladolid. Pero el daño ya estaba hecho. La ausencia de Suárez se palpaba en el ambiente de Anoeta y se proyectaba de igual modo a las dos jornadas restantes. 

Con todo, el Almería tiró de casta para afrontar un largo segundo tiempo en inferioridad numérica y la buena noticia es que los indálicos supieron defender con orden y concierto, si bien les costó un esfuerzo indecible aproximarse al área de Remiro. Mientras, la Real seguía moviendo el balón de banda a banda buscando particularmente el desborde de Kubo, que tuvo el 2-0 en el 62' en una buena diagonal culminada con un disparo raso que se fue lamiendo el poste.

Al Almería apenas le quedaba el recurso del contragolpe, para lo cual Rubi dio entrada a Ramazani por Portillo, o de una acción a balón parado en la que pudiera incorporar a las torres Babic y Ely. El belga hizo el primer intento a puerta del segundo acto a los 70 minutos con un disparo blando con la zurda que no inquietó a Remiro. El tiempo avanzaba inexorable y la sensación final es que por no saber medir su ímpetu Suárez privó a sus compañeros de haber arrancado un punto en Anoeta que hubiera sido de oro dadas las circunstancias. Barrenetxea y Sorloth, en el tramo final con un Almería ya desfondado, acariciaron el 2-0. 

Ahora toca apelar a la heroica para jugarse la permanencia en las dos últimas jornadas ante rivales directos como Valladolid y Espanyol sin un '9' de referencia -Dyego Sousa mostró que no está para muchos trotes- salvo que se fuerce la máquina con El Bilal -Rubi habló de que tal vez podría reaparecer en Cornellá en caso de extrema necesidad- o tirando de un falso '9' que bien pudiera ser Lázaro, con el juvenil Marciano como último recurso. Especialista en finales infartantes -ya lo fue el propio ascenso- la UDA amenaza ahora con el más difícil todavía para certificar la salvación. 

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