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El califa de La Mojonera

  • Esteban Navarro vivió sus mayores éxitos como profesional en el Almería y en Córdoba Logró ascender a Segunda con ambos y a Segunda B con el Roquetas En El Arcángel coincidió con Verza

Cuando las neuronas de un futbolero asimilan dos palabras, UD Almería y Córdoba CF, una de las primeras imágenes que se genera en el subconsciente es la de un talento del fútbol almeriense golpeando con suavidad y precisión el balón con su pierna derecha. Esta asimilación de ideas ocurre por dos motivos: primero porque Esteban Navarro jugó en ambos equipos en su etapa más brillante y segundo porque marcó el primer gol oficial con la camisola rojiblanca en el Estadio de los Juegos Mediterráneos precisamente a los blanquiverdes.

"No era yo un jugador muy goleador, pero aquel tanto es uno de los recuerdos más bonitos", dice a través del teléfono móvil el mojonero, que hace todo lo posible por seguir relacionado con el mundo del fútbol, aunque ahora mismo está echando una mano en las tierras, el negocio familiar: "Estoy preparándome el nivel III de entrenador, el título nacional. Una vez que dejé el banquillo del Roquetas [donde primero jugó y después entrenó], sigo viendo partidos y formándome" para ser tan destacado en el banquillo como lo fue sobre el propio césped.

El centrocampista, que colgó las botas en Roquetas en Segunda B por una lesión en el tendón de Aquiles, desarrolló el grueso de su carrera en el Almería y tuvo un paso por el Nuevo Arcángel en las temporadas 2005-06 y 2006-07 que recuerda con cariño. "En Córdoba estuve dos años y guardo grandes recuerdos deportivos y personales. Estuve con grandes jugadores y logramos el ascenso a Segunda. Y del Almería qué voy a decir que no se sepa, es mi equipo. Llegué a un proyecto con jugadores de la tierra y viví mis mejores años con los ascenso a Segunda B y Segunda", éxito que también consiguió con el Roquetas: "Muchos compañeros me lo comentan: he logrado cuatro ascensos de cuatro promociones jugadas. Estoy orgulloso porque en el fútbol también influye ese factor suerte".

Con la camiseta blanquiverde, el mojonero logró el ascenso a Segunda ante el Huesca de su amigo Sorribas, con quien había coincidido dos años antes en el Almería. Con otro conocido de la afición rojiblanca como es Verza compartió vestuario: "Ya entonces apuntaba a lo que hoy es. Era un jugador joven y con ganas de triunfar. Era muy técnico, con un gran desplazamiento de balón y su progresión ha ido en aumento", asegura el centrocampista que avisa que el ambiente el domingo será atronador: "Córdoba es una ciudad futbolera cien por cien. En Segunda B a nosotros iban a vernos ocho mil espectadores. La gente responde cuando tiene que hacerlo y, a mi juicio, tiene una estructura de equipo de Primera División".

Como buen futbolero, Esteban va a ver el partido. Como buen almeriense, espera que la victoria caiga del bando rojiblanco. "Va a ser un muy buen partido. Espero que el Almería sea mejor y se traiga los puntos", de un Nuevo Arcángel donde él jugó muchos partidos, pero donde nunca se enfrentó a los rojiblancos. Y es que desde que salió del Almería, nunca ha jugado ante su ex, sólo ha disputado partidos como futbolista y como entrenador ante el Almería B con el Roquetas: "Me hubiese gustado mucho, hubiese sido una experiencia nueva. Pero mira, el año que subí con el Córdoba a Segunda, el Almería lo hizo a Primera. Mejor así, la verdad", sentencia un centrocampista que deleitó a los aficionados con su exquisito trato de balón y que fue uno de los pilares sobre los que la UD edificó parte de sus éxitos. Lástima que tuviera que emigrar y no pudiera colgar las botas en el Mediterráneo.

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