Israel Rodríguez se niega a que Unicaja Costa de Almería se dé por vencido

Lo cierto es que Israel Rodríguez llegó con un horizonte de seis partidos en 21 días, con las dos semanas de tres encuentros comprimidas en un diciembre durísimo. Sólo un miércoles del mes ha quedado ‘libre’ de juego, así que tiempo para trabajar es justo lo que no ha tenido. Además, cuatro y medio de esos partidos los ha afrontado con la baja de Fran Iribarne. El balance ha sido de tres victorias y tres derrotas, a tres puntos de estar en la Copa del Rey. Lo que ha faltado ha sido un set, pero ese set, en Valencia, tenía el 22-22 en el electrónico y toda la historia del club pasaba por la gestión hasta el 25. No se dio, y “estamos muy fastidiados; personalmente tenía bastantes esperanzas de clasificarnos”.

El técnico sevillano lamenta que “llegamos a esa última jornada con la ocasión en nuestras manos, dependía de nosotros”. Una vez más “se volvió a competir de una manera bastante decente”, pero, también una vez más, “faltó cerrar los finales de set, que también igualmente podían haberse dado para nosotros”. Es difícil borrar de la cabeza que “tuvimos la opción incluso en el cuarto, cuando nos pusimos 22 iguales, y al final son tres bolas que se deciden en contra y que eran fundamentales para nosotros”. Es obligado hacer el esfuerzo de pasar ya página: “Ha sido tal y como ha sido, lo tenemos que aceptar y a partir de ahora sí, vamos a tener más tiempo para trabajar y pensar en lo que nos queda, que es la liga”.

Más de pensar en los que están que en los que no pueden estar, “tanto Miko como Mario han hecho un esfuerzo increíble”. En el finlandés se trabajará la recepción, pero “aporta muchísimo al equipo en ataque”. Sobre Mario, 18 años, “cuando entró en el partido lo hizo fenomenal”. Respecto a Fran Iribarne, “es un jugador importante que esperemos que tras el parón se vuelva a incorporar con el grupo, si todo va bien”. Desvela que el almeriense “está trabajando duro para ello” e Isra espera “tener a todos los jugadores disponibles para, con tiempo, trabajar para llegar a unos playoffs por la liga y luchar por ellos, por supuesto”. Desde que llegó, “menos de un mes todavía”, todo ha sido “muy rápido”.

Muchos partidos en poco tiempo

El gran condicionante ha sido “muchos partidos y poco tiempo para entrenar lo que estoy viendo que le hace falta al equipo”. La Navidad será la aliada: “Es un periodo importante el parón para, sobre todo. trabajar bien físicamente, para que los jugadores aguanten un alto ritmo de entrenamiento sin tener lesiones”. Lo deja claro, “es fundamental que en un grupo haya las menos lesiones posibles, el cuidar a los jugadores, y es lo que vamos a hacer en este periodo, mirar por ellos y por su prevención”. Así se llegará a “soportar esos niveles de entrenamiento y de partido tan altos que necesitamos”. En su mente todo pasa por “intentar fortalecer para que no haya tantas lesiones”.

De cara a la segunda vuelta, más de lo mismo en casa: “Tenemos que mantener el Moisés Ruiz como un fortín y la prueba es que los últimos tres partidos jugados aquí han sido tres victorias”. La mejora pasa por las salidas: “La idea de la directiva de intentar llenar nuestra casa para que haya ambiente de vóley en el cual los jugadores se sientan cómodos, y ya fuera sí que es verdad que tenemos que dar ese pasito más para sacar todas las victorias posibles”. Es el plan para “lo principal”, que es “ir escalando posiciones poco a poco”. Sumar puntos en todas las situaciones, incluso en la derrota, y “que el equipo se encuentre con la confianza que necesita para llegar a los playoffs y luchar por todo, por supuesto”.

Israel Rodríguez no va a cambiar el discurso que ya ha dado a los chicos: “Hay que seguir haciéndoles ver que aquí hay jugadores, como les dijes antes del partido de Valencia, que han ganado muchos títulos, de liga, de copa, y que saben perfectamente de lo que hablo”. El sevillano apela a que “el nivel de compromiso y de esfuerzo tiene que ser un poco mayor, en el sentido de que tenemos que ir paso a paso para llegar a los playoffs y luchar por todo”. Lo vivió como jugador verde y lo revive como entrenador: “Esto es Unicaja, el equipo a batir siempre, y es lo que queremos de nuevo que piensen de nosotros, que vuelva ese Unicaja con tantos títulos colgados, pero hay que demostrarlo en la pista”. Sencillamente, “que los jugadores sepan que están en un sitio en el que hay que luchar por todo, sí o sí”.