Los datos definitivos de la inflación de febrero vienen a demostrar que el problema de la carestía de precios está muy lejos de haberse solucionado, por más que se haya descontado una décima al índice general nacional, al fijarse ahora la tasa interanual en el 6%, frente al 6,1% del índice adelantado el pasado 28 de febrero.

La evolución del alza de los precios es aún más aguda en el caso de Andalucía, pues el índice general de la inflación en la comunidad autónoma se incrementó en tres décimas respecto a enero y está en el 6,6%. Esto es, los precios están un 0,6% más altos que en el conjunto de España.

Y si en algo se nota que la inflación no está contenida sino todo lo contrario es en el precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que sigue su escalada. En el ámbito nacional este grupo creció más de un punto en tasa interanual respecto a enero hasta situarse en un crecimiento del 16,6%. En el caso andaluz, ese crecimiento en tasa interanual duplica el avance nacional: el precio de los alimentos se incrementaron 2,3 puntos porcentuales en Andalucía y la tasa se acerca peligrosamente al 18% (en concreto un 17,8% más). Respecto a otras comunidades autónomas, sólo Extremadura (19,1%), Canarias (18%), Ceuta (18,2) y Melilla (19,9%) tienen una evolución aún peor en alimentación.

Muchos de los alimentos que el Instituto Nacional de Estadística controla para medir la evolución de los precios siguen creciendo a doble dígito. Sobre todos ellos destaca en el azúcar, cuya variación interanual es del 53,6%. Entre otras alzas destacadas están el aceite (+35,1%), la leche (+32,5%), las legumbres y hortalizas frescas (+28,2%), los huevos (+27,3%), las patatas y sus preparados (+24,6%), los cereales y sus derivados (+22,9%), los productos lácteos (+20,9%) o la carne de cerdo (+18,5%). Estos componentes del grupo de los alimentos suben más en Andalucía que en el conjunto de España en la mayoría de los casos.

Al margen de la alimentación otros componentes contribuyen también al alza de precios. En el grupo de viviendas, agua, electricidad, gas y otros combustibles, la electricidad vuelve a crecer, frente a la disminución que registró hace un año. Aunque el conjunto del grupo baja un 6,2% gracias a que disminuyeron los precios del gasóleo para calefacción, frente al incremento del año pasado. En Andalucía la caída del 9,6% de este grupo es mayor que la nacional.

En el grupo de ocio y cultura, cuya variación anual del 3,2% en toda España, siete décimas por encima de la registrada en enero, se debe al aumento de los precios de los paquetes turísticos, mayor que el registrado en febrero de 2022. En Andalucía también sube pero algo menos, un 2,6%.

La inflación sube en febrero también por el grupo de vestido y calzado, con una tasa del 3,9%, un avance tres décimas superior a la del mes anterior. En Andalucía este grupo sube algo menos, el 3,2%, Estadística explica que esta evolución se debe a los precios de todos sus componentes descienden este mes menos que en febrero de 2022.

En cuanto al transporte, que sitúa su tasa en el 1,9% en España, más de tres puntos y medio inferior a la del mes pasado. En el caso andaluz, la tasa de precios del trasporte se sitúa en febrero en el 2,9%. Según e INE, este descenso se debe a la disminución de los precios de carburantes y lubricantes, frente al aumento de febrero del año anterior, a la bajada de los servicios de transporte, y a que los precios de los automóviles aumentan menos que en 2022.

La inflación subyacente no cede

Un dato que cada mes refleja que la inflación sigue siendo un problema económico de primer orden es la evolución de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos). La tasa de variación anual de la inflación subyacente aumenta de nuevo en febrero. En concreto crece una décima, hasta el 7,6%. Es la más alta desde diciembre de 1986 y sitúa su diferencia con el IPC general en más de un punto y medio. El INE no ofrece datos de la inflación subyacente por autonomías.

La subida de los precios también queda patente en el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que es el que se elabora para medirse con las demás economías de la Unión Europea. En el mes de febrero la tasa de variación anual del IPCA se sitúa en el 6,0%, una décima por encima de la registrada el mes anterior. La variación mensual del IPCA es del 0,9%.