Cuando queda justo un mes para las elecciones generales del 28 de abril, el PSOE de Pedro Sánchez sería el ganador y estaría en condiciones de formar Gobierno o con Ciudadanos o con lo que se ha llamado el 'Frankenstein', la alianza multipolar que le permitió ganarle la moción de censura a Mariano Rajoy, según la encuesta electoral de Metroscopia.

Lo primero resulta más complicado, aunque suman 178 escaños, toda vez que el líder del partido naranja, Albert Rivera, se niega al pacto con Sánchez y ha ofrecido una coalición de gobierno al candidato del PP, Pablo Casado.

Esta alternativa a los socialistas, más el apoyo de Vox, lo que se llama el Gobierno a la andaluza, no suma los 176 escaños de la mayoría absoluta, porque el deterioro del PP y el estancamiento de Vox no compensa la leve subida de Ciudadanos.

Según el sondeo electoral de Metroscopia para los diarios del Grupo Joly, el PSOE obtendría el 28 de abril entre 116 y 126 escaños, aunque la cifra más probable es la de 124. Los socialistas tendrían el 28,7% del apoyo electoral que estima este barómetro que se realizó entre el 18 y el 25 de marzo.

El partido de Pedro Sánchez comenzó un ascenso ininterrumpido desde que llegó al Gobierno después de la moción de censura y ha seguido subiendo después de la convocatoria electoral. El PSOE también es el partido ganador en la intención directa de voto, con un 20,9%.

Sin Bildu ni Puigdemont

La suma del PSOE con Unidas Podemos más los partidos nacionalistas e independentistas sumarían según la encuesta electoral para las elecciones generales, entre 190 y 192 escaños, lo que le otorga bastante holgura para una investidura. Tanto que podría prescindir del apoyo del partido de Carles Puigdemont y de Bildu.

En ese caso, se llegan a los 176 escaños que dan la absoluta. Uno de los temores del PSOE es que los independentistas de Puigdemont bloqueen el apoyo para obligar a convocar nuevas elecciones.

Evolución de la estimación de voto.

No obstante, hay que hacer dos consideraciones que apunta Metroscopia y que aconsejan una relativización de los cálculos de estimación de escaños. Por primera vez en democracia, hay cinco partidos que obtienen entre el 10% y el 30% de la estimación de votos, por lo que en muchas circunscripciones pequeñas diferencias deciden sobre la ganancia de escaños, de ahí que sea casi imposible discernir el destino de los últimos diputados que se reparten.

Este margen bastaría para augurar una victoria de uno u otro bloque. Y segundo, Metroscopia calcula su resultado con una participación del entorno del 67%, un nivel de baja movilización electoral.

Si el PSOE está recibiendo votos de anteriores votantes de otras formaciones -en especial, de Unidas Podemos y, en menor medida, de Ciudadanos-, al PP de Pablo Casado le ocurre justo lo contrario.

Ésa es la causa de su caída, aunque el PP parece que se consolida de modo claro como el segundo partido preferido por los españoles. Según la encuesta electoral, los populares alcanzarían los 73 escaños, con una horquilla de probabilidad entre los 72 y los 78 diputados.

Es una bajada tremenda respecto al resultado de hace tres años, ya que se dejarían 64 escaños. El porcentaje de apoyo estimado es del 19%.

¿A quién no votaría nunca?

La causa es la enorme fuga de votos que encaja el partido de Pablo Casado. Dos de cada 10 sondeados que votaron al PP lo harían ahora por Vox y el 14% se iría con Ciudadanos.

La ampliación de la oferta al electorado más conservador con la aparición de estos dos partidos deja descolocado al PP, que tendrá que aspirar a otras subidas si quiere gobernar junto con Ciudadanos y Vox, tal como ha ocurrido en Andalucía.

Vox deja de subir

Ciudadanos tendría entre 53 y 62 escaños, siendo lo más probable la cifra de 54 diputados. A pesar de que los naranjas sufren una transferencia de votos, la compensan porque se siguen nutriendo del PP.

La diferencia de estas elecciones respecto a las anteriores es que Albert Rivera ha anunciado que no pactaría con Pedro Sánchez, es la estrategia con la que intenta evitar que nuevos votos se vayan a Vox.

En 2016 votaron...

El partido de Santiago Abascal deja de subir. Aun así obtendría un resultado magnífico en estas elecciones, al pasar de su ausencia a entrar con 31 escaños, con un porcentaje de apoyos del 11,7%.

Ahora bien, Vox pierde hasta un punto respecto al barómetro de Metroscopia del mes de febrero. Esto es la primera vez que ocurre.

Como consecuencia de estos factores, la suma de los partidos de derecha no alcanzaría la mayoría absoluta. La más probable es la de 168 escaños, pero tampoco saldría la cifra si se escogen las ramas más altas de las horquillas.

Unidas Podemos tendrían 37 escaños, un 14% de los apoyos. La coalición de Pablo Iglesias sufriría un desgaste tremendo, al perder 34 escaños, casi la mitad de los que posee. Dos de cada 10 votantes de Unidos Podemos se habría ido ahora al PSOE.

Hay cierta esperanza entre los votantes de que la vuelta de Pablo Iglesias, tras la baja por maternidad, mejore las expectativas del partido, pero eso ya no lo piensan quienes han decidido pasarse al PSOE.