El general Carreras Postigo alaba al rey y las Fuerzas Armadas en el discurso de Los Coloraos

Un 24 de agosto de hace 201 años fueron fusilados Los Coloraos, un grupo de combatientes liberales que querían recuperar para España aquella Constitución de 1812. Ahora, Almería les recuerda cada año en Feria con un sentido homenaje en Monumento a los Mártires de la Libertad, el Pingurucho de la Plaza Vieja, que este domingo volvió a llenarse de laureles y rosas en su memoria.

El acto conmemorativo comenzó, como es habitual, en el salón de plenos con el discurso que este año ha tenido como orador al general José Agustín Carreras Postigo, jefe de la Brigada ‘Rey Alfonso XIII’ de La Legión, quien ha realizado una defensa de la democracia y del “papel esencial de la Monarquía y las Fuerzas Armadas para la estabilidad institucional”. Ha sido un viaje desde la Constitución de 1812 a la Constitución de 1978, a las que une, como ha expresado en su pregón, el compromiso con la libertad, con el fin de “crear el marco legal para una nación soberana, moderna y libre”.

Ahondando en esta idea, el orador ha manifestado que “hoy, al mirar hacia el futuro, es esencial recordar ese pasado. La Constitución nos recuerda que los derechos deben ser cuidados y protegidos, que la democracia no sólo es un regalo, sino que se basa en una construcción colectiva; y que el progreso se alimenta de la memoria, pero también del compromiso con el presente y con el futuro para legar a los que nos sucedan el mejor marco en el que puedan seguir cimentando esta realidad. Tal y como hizo ese grupo de valientes comprometidos que fueron Los Coloraos, contribuyendo de forma significativa con su gesta a alcanzar los derechos y libertades que todos obtuvimos a través de su sacrificio”.

Para Carreras Postigo, Los Coloraos fueron "unos hombres cuya determinación y compromiso con la libertad marcaron una página indeleble en el libro de la memoria colectiva almeriense". Unos hombres, "muchos de ellos soldados, vestidos con casacas rojas y envueltos en el fervor del convencimiento de servir a una causa justa y a la libertad". Eran unos valientes "con un sueño que ardía como una llama indomable: restaurar la Constitución de 1812 para devolver a España los valores que en ella se recogían y tanto necesitaban".

Aquella rebelión de Los Coloraos y la de muchos otros en aquella época ominosa, fueron "una semilla de esperanza y lucha por la libertad que comenzó a germinar, y fue en 1978, cuando por voluntad del pueblo y gracias al consenso entre las diferentes fuerzas políticas, nació la Constitución Española", tal y como recordó el orador.

El legionario hizo luego una oda a la Monarquía parlamentaria que emanó de la Constitución del 78. Como recordó en su discurso, "la Constitución de 1812 no abolió la monarquía, todo lo contrario, sino que la transformó profundamente, evolucionando desde un modelo en el que un monarca absoluto gobernaba por derecho divino, a una monarquía constitucional, en la que el rey se somete a la ley y comparte el poder con las Cortes. Aspecto heredado e implementado en la actual Carta Magna, que en el título preliminar en su artículo primero, establece como forma política del Estado español la monarquía parlamentaria".

Para el general Carreras Postigo, las palabras "monarquía parlamentaria" reflejan el resultado de un modelo donde la historia y la modernidad conviven en equilibrio, "donde la figura hereditaria del rey representa la continuidad de la nación que no impone su voluntad, sino que debe trabajar en beneficio del bien común y el ordenamiento constitucional". Citó entonces a Landelino Lavilla, jurista y presidente del Congreso durante la aprobación de la Constitución de 1978, que decía que la monarquía no es una figura decorativa ni un vestigio histórico, sino que se trata de una auténtica forma política del Estado, diseñada para garantizar la estabilidad institucional y la neutralidad del poder. Y a diferencia de lo que decía La Pepa de 1812, el rey no conserva ya poderes ejecutivos, sino que en el modelo de 1978 el monarca tiene "un papel simbólico, representativo y moderador".

El orador define al rey como un "árbitro moral entre los poderes del Estado, un garante de la unidad nacional y figura de continuidad en los tiempos de cambio". En su opinión esta forma de Estado ofrece "una ventaja crucial", y es que permite una jefatura del Estado estable, no sujeta a dinámicas cuatrienales, "capaz de representar a todos los ciudadanos sin distinción, en la que en los momentos de crisis el rey ejerce una influencia moderadora, sin interferir en la vida política y social de forma activa, sino que ejerce un magisterio de neutralidad institucional al servicio de la democracia que le otorga una fortaleza inmaterial e irreemplazable y en la que su legitimidad se sustenta en su neutralidad y su servicio permanente a España". Por lo tanto, el general concluye que "la monarquía parlamentaria es en esencia una síntesis entre tradición y futuro, en la que la figura del monarca se adapta a los tiempos modernos, donde no es el soberano que rige, sino el símbolo que une".

En cuanto a las Fuerzas Armadas, “en la Constitución de 1812 se recogió por primera vez el papel de las Fuerzas Armadas desde una perspectiva liberal. El Título VIII, dedicado a ‘la fuerza militar nacional’, “establecía que España debía dotarse de un ejército permanente de tierra y mar para su defensa exterior, pero también para la conservación del orden interior”. El general ha continuado explicando que “más de 160 años después, en un contexto radicalmente distinto, la Constitución de 1978 redefinió su papel, esta vez en el marco de una monarquía parlamentaria y un Estado social y democrático de derecho, recogiendo claramente su misión en su artículo 8, definiendo de forma explícita que “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.

Desde su experiencia, ha asegurado que “en la actualidad, España dispone de unas Fuerzas Armadas modernas y preparadas, que disponen de personal altamente preparado y cualificado, dotadas con materiales tecnológicamente avanzados, que participan en misiones internacionales de paz y seguridad, en la protección frente a catástrofes naturales y, lo que es más importante, en la disuasión y defensa frente a amenazas externas”.

Ofrenda floral en el monumento

El Salón de Plenos estaba a rebosar, con el color rojo como protagonista, presidido por la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, y con representantes de las diferentes instituciones, entre ellas la Junta de Andalucía, con asistencia de Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Mari Carmen Castillo, consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, y Aránzazu Martín, delegada del Gobierno Andaluz en Almería; el presidente de la Diputación, Javier A. García; el subdelegado del Gobierno de España, José María Martín; y la eurodiputada Carmen Crespo, entre otros.

La alcaldesa ha afirmado, en su presentación, que “esta ofrenda es, junto al Día del Pendón que se celebra el 26 de diciembre de todos los años, el acto municipal más solemne e importante que tiene lugar en Almería y es también, junto a la procesión de la Virgen del Mar, el momento más solemne de los que se celebran cada año en la Feria”. Además, María del Mar Vázquez ha asegurado que “recordar cada año a Los Coloraos nos recuerda el deber de seguir construyendo entre todos una Almería asentada en los valores de la libertad y comprometida con la búsqueda del entendimiento y el compromiso con objetivos compartidos”.

También ha reconocido el trabajo de la Brigada de la Legión y su vínculo con Almería. “La Brigada de La Legión ‘Rey Alfonso XIII’ es fiel reflejo de una España moderna, eficaz y solidaria que, junto al resto de unidades de nuestras Fuerzas Armadas, garantiza la soberanía e integridad territorial de nuestro país y es también un instrumento fundamental de nuestra proyección exterior en el marco de las misiones internacionales. Gracias a la Legión, el nombre de Almería ha estado presente en teatros de operaciones de enorme complejidad”.

Por ello, tras el discurso, el general José Agustín Carreras Postigo recibió el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería de manos de la alcaldesa.

Tras la lectura del pregón se ha realizado el acto cívico en la Plaza de la Constitución o Plaza Vieja. Una alfombra roja ha conducido a los representantes de las distintas instituciones desde el ayuntamiento hasta los pies del Pingurucho, el monumento levantado por Almería a Los Mártires de la Libertad. Sobre la alfombra, un enorme toldo con la bandera almeriense.

En la base del monumento han depositado coronas de laurel y rosas las diferentes instituciones, así como los ciudadanos. Sonó, en este orden, el himno de Almería, Andalucía y España. Como ya pasara el año pasado, no se escuchó ni La Marsellesa ni el Himno de Riego, aunque en ediciones anteriores eran interpretados por la Banda Municipal de Música de Almería.