Finanzas

Almería evita la contaminación de 2.178 toneladas de aceite industrial usado en 2020

  • Pese a la COVID-19, SIGAUS llevó a cabo 3.579 operaciones de recogida

A partir del aceite industrial usado se han obtenido nuevos lubricantes

A partir del aceite industrial usado se han obtenido nuevos lubricantes / Diario de Almería

El pasado año estuvo marcado por la crisis global causada por el coronavirus, cuyas consecuencias a nivel sanitario, social y económico aún están muy presentes. Sin embargo, la gestión del aceite industrial usado no paró. Declarada actividad esencial, el sistema encargado de la recuperación de este residuo peligroso en España, SIGAUS, llevó a cabo 33.850 operaciones de recogida de aceite usado en 629 municipios andaluces, en los que se atendió a 12.589 establecimientos, más de la mitad talleres mecánicos. En la provincia de Almería, en concreto, se realizaron 3.579 recogidas a 1.272 productores en 66 municipios. Esta gestión en la comunidad andaluza evitó la emisión de 13.014 t de CO₂ y ahorró la utilización de 5,3 millones de barriles de petróleo, siguiendo así con la hoja de ruta marcada para lograr una economía más circular, en la que los residuos se convierten en recursos.

Los aceites usados procedentes de los vehículos o la maquinaria son un residuo peligroso y con un elevado potencial de impacto ambiental. En 2020 SIGAUS garantizó el cumplimiento legal y la protección del entorno con la recuperación de 2.178 toneladas brutas de aceites usados en la provincia almeriense (20.623 en Andalucía). Esta cantidad incluye el volumen de aceite usado neto finalmente tratado, 2.162 toneladas, y ciertas cantidades de impropios, como agua o sedimentos, que han de separarse durante el tratamiento.

Desde el punto de vista ambiental, la recuperación de este residuo peligroso tiene un importante valor añadido en zonas alejadas, principalmente rurales, donde se encuentran la mayoría de espacios naturales protegidos y recursos hídricos, y donde habitan una parte importante de la flora y fauna protegidas. El 76% de los municipios almerienses donde se recuperó aceite usado son rurales. En estas zonas la población, y la generación del aceite usado, presenta altos índices de fragmentación y dispersión. Aun así, allí se atendieron 392 establecimientos y se recuperaron 739 toneladas de residuo, también en alrededor del Parque Natural Cabo de Gata- Níjar.

Economía circular del aceite usado: de residuo a recurso

Una vez recogido, el aceite usado es analizado en centros de transferencia donde se determina su destino final para ser tratado a través de los diferentes procesos existentes. Andalucía cuenta con 31 instalaciones de gestión de aceites usados, incluyendo 3 plantas de gestión final: 1 de regeneración y 2 de tratamiento previo a su valorización energética.

Se trata de un residuo que, siendo bien gestionado, tiene valor en su totalidad. Contiene importantes recursos materiales y energéticos que permiten su uso como materia prima en la fabricación de nuevos productos, ya sea como nueva base lubricante —el tratamiento prioritario y denominado regeneración— o como combustible de uso industrial.

Un 85% del aceite usado neto recogido en 2020 en Andalucía fue tratado mediante regeneración, 17.033 toneladas; en el caso de la provincia almeriense el porcentaje sube hasta el 99%, 2.134 toneladas. Un tratamiento que extrae del residuo una base lubricante válida para la fabricación de nuevos aceites, evitando tener que recurrir al refino del petróleo. El volumen de residuo destinado a este tratamiento permitió devolver al mercado 10.663 toneladas de lubricantes, y el ahorro de 5 millones de barriles de petróleo; en Almería fueron 1.336 toneladas de nuevos lubricantes los resultantes. Y, en términos medioambientales, este proceso en la comunidad autónoma hizo posible evitar la emisión de 11.361 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Los aceites usados que no fueron regenerados se trataron para fabricar combustible de uso industrial, utilizado en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras, papeleras, equipos marinos, etc., evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales como el fuel óleo. A este tratamiento se destinaron el pasado año 3.015 toneladas (28 toneladas desde Almería), evitando con ello la emisión a la atmósfera de 1.652 toneladas de CO2 y la utilización de 311.000 barriles de petróleo.

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