Pasarela

Los islamistas no ceden y el Gobierno disolverá a los Hermanos Musulmanes

  • Miles de simpatizantes de Mursi desafían la brutal represión en las calles El Ejecutivo interino egipcio se plantea ilegalizar su partido

Miles de simpatizantes islamistas del presidente Mohamed Mursi plantaron ayer de nuevo cara a la violenta represión de las Fuerzas de Seguridad y se manifestaron en El Cairo y otras ciudades de Egipto en favor del depuesto mandatario y contra las nuevas autoridades del país.

Estas marchas llegan tras el llamamiento realizado por los Hermanos Musulmanes a mantener las protestas en una "semana de la ira" para reclamar la restitución de Mursi en su cargo.

Según el Gobierno, la cifra de muertos desde el desalojo de las acampadas de los simpatizantes de Mursi en El Cairo el pasado miércoles ronda los 800, incluidos los 173 fallecidos que se anunciaron ayer por los enfrentamientos del viernes.

La Presidencia egipcia consideró ayer que el país se halla en una "guerra contra el terrorismo" y acusó a los manifestantes islamistas de ser "fuerzas extremistas" y "terroristas".

El Gobierno estudia disolver la cofradía de los Hermanos Musulmanes, informó ayer el portavoz del Consejo de Ministros, Sherif Shauqi. En una rueda de prensa en El Cairo, explicó que el Ejecutivo analiza adoptar esta medida "a través de medios jurídicos".

La Hermandad Musulmana, que fue fundada en 1928 por Hasan el Bana, fue ilegalizada ya en 1954 por Gamal Abdel Naser, aunque tras la revolución que depuso a Hosni Mubarak en 2011 quedó en una situación alegal que todavía mantenía.

En declaraciones a la prensa tras la comparecencia de su portavoz, el primer ministro del Gobierno provisional, Hazem al Beblaui, llamó a la reconciliación de los egipcios, aunque cerró esa puerta a "quienes tengan las manos manchadas de sangre". "No habrá reconciliación con quienes tengan las manos manchadas de sangre, con quienes hayan levantado sus armas contra el Estado o contra los ciudadanos", señaló Beblaui.

Asimismo, aseguró que su Ejecutivo está intentando "allanar el camino hacia la democracia, con una Constitución de consenso y una ley electoral transparente".

Las autoridades egipcias detuvieron ayer en El Cairo al conocido clérigo islamista Safuat al Hegazi. Sobre Al Hegazi pendía una orden de arresto por supuestamente alentar a los seguidores de la Hermandad a ejecutar actos violentos frente a la sede de la Guardia Republicana, donde el pasado 8 de julio murieron al menos 51 personas, en su mayoría islamistas, en enfrentamientos con el Ejército.

La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) hizo ayer por su parte público un informe que reúne testimonios sobre el "desprecio por la vida humana" que a su juicio han mostrado las fuerzas de seguridad de Egipto en sus enfrentamientos con partidarios del derrocado Gobierno islamista.

Un testigo citado por Amnistía en su informe aseguró que "oyó una advertencia a través de altavoces que llamaba a los manifestantes a abandonar la zona, pero poco después de un minuto comenzaron a disparar y lanzar gases lacrimógenos en su dirección", describe el informe.

La lista de iglesias e instituciones cristianas (ortodoxas, católicas y protestantes ) que han sido quemadas o asaltadas alcanzan casi la cincuentena, según aseguró ayer el portavoz católico padre Rafic Greiche. Se trata de 49 iglesias quemadas y decenas de asaltos a instituciones, monasterios, escuelas y tiendas de cristianos desde Suez a Minya, de Sohag a Assuit. Según el obispo de Giza, Antonius Aziz Muna, los autores son los Hermanos Musulmanes, que según dijo, están ligados a Al Quaeda y a Hamas. El obispo añadió que los "Hermanos Musulmanes" piensan que atacando a las iglesias, "los cristianos entrarán en conflicto con el Gobierno y con el ejército y quieren por tanto, extender los desórdenes en todo el país".

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