Con casi 80 años y toda una vida dedicada a la música, pocos adjetivos se pueden decir ya de Jordi Savall sin caer en el tópico o la repetición. Que es una de las mayores figuras de la música clásica no solo española, sino europea, es de sobra sabido por los amantes del género. Si hay que elegir entre los muchos calificativos del diccionario, uno de los que le hace más justicia es el de maestro. “Dicho de una persona o de una obra: de mérito relevante entre las de su clase; principal entre las de su clase”.

El violagambista barcelonés lo demostró este lunes por la noche en su paso por el XX Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco. Lo hizo con su grupo Hespèrion XXI, formado por el propio Savall, con sus viola da gamba soprano y la baja, por el gran Xavier Díaz-Latorre, con la guitarra, y por el excelente y casi mítico percusionista Pedro Estevan.

El mal tiempo provocó el cambio de escenario previsto, del castillo al Convento de San Luis. Allí, bajo el retablo, la música de Savall y su grupo invitó a los espectadores a un viaje desde el antiguo al nuevo mundo: de Europa a América. Como nave, unan selección de folías y romanescas.

Así, durante casi dos horas hizo un recorrido por la música europea y americana del siglo XVI al XVIII, especialmente variado, con mucha frescura, en el que los toques desenfadados no impiden que la música esté tratada con un rigor musicológico intachable.

Hespèrion XXI hizo una propuesta con un perfecto equilibrio entre la musicalidad, la expresión y la técnica. Ello, en gran parte, gracias a la elegancia infinita de los acompañantes. El público lo agradeció con un aplauso final de casi diez minutos que obligó a Savall y sus dos acompañantes a regalar dos bises a la audiencia.

Concierto de Jordi Savall con su grupo Hèsperion XXI

Sobre el artista

Jordi Savall es un músico con más de cincuenta años de experiencia en los que ofrece siempre a su audiencia maravillas musicales abandonadas. Dedicado a la investigación de esas músicas antiguas, las lee y las interpreta con su viola de gamba, o como director. Sus actividades como concertista, pedagogo, investigador y creador de nuevos proyectos, tanto musicales como culturales, lo sitúan entre los principales artífices del fenómeno de revalorización de la música histórica. Es fundador, junto con Montserrat Figueras, de los grupos musicales Hespèrion XXI (1974), La Capella Reial de Catalunya (1987) y Le Concert des Nations (1989), con los cuales explora y crea un universo de emociones y belleza que proyecta al mundo y a millones de amantes de la música.

A lo largo de su carrera ha grabado y editado más de 230 discos de repertorios de música medieval, renacentista, barroca y del clasicismo con especial atención al patrimonio musical hispánico y mediterráneo. Sus programas de concierto han convertido la música en un instrumento de mediación para el entendimiento y la paz entre pueblos y culturas diferentes y a veces enfrentados. De hecho, fue nombrado en 2008 Embajador de la Unión Europea para el diálogo intercultural. Savall ha recibido las más altas distinciones nacionales e internacionales, que incluyen numerosos doctorados honoris causa o la insignia de Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.