El Museo de Almería une la cerámica del Neolítico con obras de Picasso y Barceló

Arte

Patricia del Pozo inaugura la nueva exposición que lleva la obra de Picasso por los distintos museos andaluces enfrentándola a la de otros artistas contemporáneos de referencia internacional

Miquel Barceló asistió ayer a la exposición donde asistió la consejera de Cultura, Patricia del Pozo.
Miquel Barceló asistió ayer a la exposición donde asistió la consejera de Cultura, Patricia del Pozo. / Reportaje fotográfico: Javier Alonso

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, acompañada del artista Miquel Barceló, del copresidente de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, Bernard Ruiz-Picasso, la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, y del director de actividades culturales de la Fundación Unicaja, José María Luna, inauguró en Almería la muestra Reflejos. Picasso x Barceló.

Una exposición que durante tres meses reúne en el Museo de Almería piezas de la obra cerámica de Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973) y Miquel Barceló (Felanich, 1957), en diálogo con varias obras de la colección arqueológica del centro museístico, “ofreciendo un viaje por la historia del arte de más de 7.000 años, que testimonia la capacidad de la creación contemporánea para dialogar con el pasado y enlazar tradición con innovación y vanguardia”, señaló Del Pozo.

La consejera recordó que esta muestra se inscribe en “la hoja de ruta” trazada por la Consejería de Cultura, en colaboración con la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso y la Fundación Unicaja, para extender “de forma estratégica” la presencia del Museo Picasso Málaga por todo el territorio, “singularmente por los museos de todas las provincias andaluzas, generando nuevas oportunidades para reinterpretar la obra de Picasso desde perspectivas contemporáneas y ampliar sus públicos”.

Por su parte, la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, señaló que “siempre es positivo que los espacios museísticos de nuestra ciudad apuesten por exposiciones de grandísimo nivel como es la que inauguramos de Picasso”. La alcaldesa felicitó “a la Junta de Andalucía, por traernos a uno de los mayores exponentes del cubismo para que sea disfrutado por almerienses y visitantes durante estos próximos meses”.

Reflejos. Picasso x Barceló ofrece ahora una oportunidad excepcional para descubrir primero en el Museo de Almería (del 16 de diciembre al 15 de marzo de 2026) y después en el Museo de Cádiz (25 de marzo al 28 de junio de 2026) las conexiones de la obra del artista mallorquín y el legado picassiano, así como con piezas del pasado conservadas en ambos museos. “Esta nueva propuesta representa una nueva y doble oportunidad de acercarse a las obras del artista malagueño y del mallorquín, desde un enfoque transversal y contemporáneo, propiciando el diálogo entre dos grandes creadores del arte español y con las colecciones patrimoniales de dos museos de referencia de Andalucía”, valoró del Pozo.

La peculiaridad de este proyecto expositivo es poner en diálogo a Pablo Picasso y Miquel Barceló a través de uno de los medios artísticos más antiguos y universales: la cerámica. De este modo, las obras de estos dos creadores contemporáneos se presentan junto a las colecciones arqueológicas de ambos museos, estableciendo un cruce transhistórico en el que prácticas de modelar el barro prehistóricas, antiguas, medievales y de nuestro tiempo, encuentran un espacio común.

Aspecto de una de las salas de la exposición.
Aspecto de una de las salas de la exposición.

La exposición invita asimismo a reconocer en Barceló ese eco constante de Picasso: una actitud experimental, una reinvención continua desde la tradición y una voluntad compartida de diálogo con el arte antiguo y moderno.

‘Reflejos. Picasso x Barceló’ propone comprender la cerámica como un lenguaje universal que conecta lo útil y lo trascendente, lo cotidiano y lo simbólico. La exposición subraya la persistencia del barro como materia de memoria y experimentación, y sitúa a ambos artistas dentro de una genealogía mediterránea de creadores que, a lo largo de milenios, han transformado tierra, agua y fuego en arte perdurable.

Para Picasso, la cerámica se convirtió en un laboratorio esencial de ideas tras la Segunda Guerra Mundial. En Vallauris, descubrió en el barro un medio dúctil que le permitía unir pintura, escultura y objeto, transformando platos, jarras y vasijas en cuerpos humanos, seres mitológicos o escenas cotidianas, y enlazando con las tradiciones alfareras de Andalucía y el Mediterráneo.

Barceló, por su parte, llegó a la cerámica en los años noventa, durante su estancia en Malí. Allí aprendió técnicas ancestrales de la comunidad dogón y convirtió un accidente en revelación: la cerámica se convirtió en un territorio de exploración donde lo ritual, lo corporal y lo experimental confluyen. Sus piezas llevan inscritas las huellas del proceso físico, convirtiéndose en superficies vivas que conservan la energía del instante.

Esta exposición, patrocinada por Fundación Unicaja, está comisariada por Miguel López-Remiro, director artístico del Museo Picasso Málaga; Tania Fábrega, directora del Museo de Almería; y Laura Esparragosa, directora del Museo de Cádiz.

Ubicadas en los contextos arqueológicos de Almería y Cádiz, las obras de Picasso y Barceló dialogan con vasijas neolíticas, ánforas fenicias y romanas, lozas islámicas y fragmentos de milenios de historia. Surgen así resonancias temáticas que atraviesan el tiempo: la figura humana y animal como arquetipos, el fuego como fuerza transformadora, la fragilidad como resistencia y los procesos de fragmentación y recomposición como testimonio del tiempo. Y el mar, alma compartida de estas dos ciudades, que gracias al comercio ha sido cauce de memoria, mestizaje y creación artística entre varias civilizaciones.

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