Análisis

Fernando Faces Santelmo Business School

El apagón de Putin

El viernes Putin decidió cortar totalmente el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1. A pleno rendimiento, 33 millones de metros cúbicos de gas al día. Es la última vuelta de tuerca de la tortura energética a la que está sometiendo a Europa. El cierre del gasoducto ha sido progresivo, en una primera fase hasta el 40% y en una segunda hasta el 20%, con el falso pretexto de averías en las turbinas. Esta vez Putin se ha quitado la máscara: el cierre total se mantendrá hasta que Europa levante las sanciones económicas . Ese mismo día el gas se disparaba un 30% hasta los 280 euros el MWh. Desde el inicio de la guerra el precio del gas ha aumentado un 400%. Putin pretende desestabilizar a Europa atacando su mayor debilidad, la dependencia energética. Y lo quiere hacer antes de que Europa alcance 100% de su capacidad de almacenamiento de gas y diversifique sus fuentes de suministro. El cierre del gaseoducto Nord Stream 1 ha sido la respuesta inmediata a la última sanción económica: el G7 ha aprobado limitar el precio del petróleo de las importaciones de gas ruso y la restricción de los servicios de transporte, financieros y aseguramiento.

A Europa le espera un frío invierno. El almacenamiento de gas no será suficiente para afrontar un largo invierno. Actualmente Francia ha alcanzado el 91,54% de su capacidad de almacenamiento, Italia el 82% y España supera ampliamente el 80%. El almacenamiento actual cubrirá las necesidades de gas de 2 a 3 meses. Europa se enfrenta a una crisis energética de igual o mayor magnitud que la de los años 70.

El problema de la insuficiencia de abastecimiento de gas se intentará solucionar mediante una política de ahorro energético y racionamiento. No obstante el principal problema de Europa en estos momentos es la inflación y la amenaza de una inminente recesión. El corte de suministro de gas ruso y su sustitución por importaciones de gas líquido, más caro, provocará nuevos aumentos de los precios y aumentará todavía más la desbocada inflación. Ejerciendo presión adicional para que el BCE justifiqué y endurezca su política monetaria y prolongue e intensifique la subida de tipos de interés y la retirada de liquidez, conscientes de una inflación fuera de control y la amenaza de una espiral de precios y salarios. La situación de emergencia energética a la que se enfrenta Europa está venciendo las resistencias de algunos países a la necesaria reforma del mercado energético europeo. Los ministros de energía de la UE se reunirán el día 9 de septiembre con la intención de adoptar medidas de emergencia, a corto plazo de intervención de los precios energéticos, de protección de los consumidores y empresas electro intensivas y a medio plazo de reformas estructurales del mercado energético.

Cuando Europa, siguiendo a Estados Unidos, inició la guerra de las sanciones económicas infravaloró la resiliencia de Rusia a las sanciones y también el potente efecto boomerang sobre la inflación, la recesión y el desempleo en Europa. La siguiente fase será la de "fatiga de la guerra", las tensiones sociales, y la presión ciudadana para una solución política a una guerra que ninguna de las partes quiere perder.

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