El carnaval, la fiesta más transgresora

Este Miércoles de Ceniza, con más exactitud el proximo 22 de febrero, comienza la Cuaresma

En el calendario litúrgico cristiano, las fechas de celebración del Carnaval son movibles, siempre en función de cuando se celebra el domingo de Resurrección, cuya festividad se conmemora después de la primera luna llena que acaece a partir del día 21 de marzo, en que se inicia la primavera. Julio Caro Baroja, que fue un antropólogo, historiador, lingüista y ensayista español, sustenta el criterio de que el término Carnaval -que no consta en castellano hasta el siglo XVI-, quizás derive del italiano Carnevale. En textos precedentes aparecen otros sustantivos como Carnestolendas y Antruejo. Carnestolendas parece que hace alusión al instante en el que la carne tiene que dejar de comerse.

Asimismo, refleja en general como en el Carnaval se producían alteraciones en el modo de hablar de las gentes como la pronunciación de palabras ininteligibles e irracionales. Todo se trabucaba, al confundir al prójimo colocando las cosas fuera de su sitio. Lo racional era lo anormal con comportamientos extraños.

Este año, Almería se hace al Carnaval del 19 al 28 de febrero, y el colofón lo pone la cabalgata del Entierro de la Sardina. Breve época del año en la que, antiguamente, todo estaba permitido, desde satirizar públicamente a las autoridades hasta todo tipo de excesos carnales, entendiendo la palabra en cualquiera de sus sentidos. Era tiempo de libertad, un corto respiro, un acopio de reservas para afrontar la Cuaresma, en la que todo goce personal estaba vedado. Este Miércoles de Ceniza, con más exactitud el próximo 22 de febrero, comienza la Cuaresma. Como reseña Gutiérrez Solana, en las iglesias se toma la ceniza que coloca en la frente el sacerdote: "Acuérdate que eres polvo y en polvo te has convertido", el instante culminante de la victoria de la vegetariana Doña Cuaresma contra el gran comilón y carnívoro Don Carnal.

Naturalmente, no hay nada que no cambie, y el Carnaval también ha cambiado, aunque queden por ahí fiestas de Carnaval tan notorias, como importantes, las de Río de Janeiro, Venecia, Niza, y por aquí más cercanos, Tenerife o Cádiz. Podríamos decir que son "Carnavales organizados", es decir, que cuentan con subvenciones de las distintas Administraciones.

Y es que la Cuaresma no tiene nada que ver con lo que fue. Ya no hay aquellas tremendas prohibiciones y, aunque las hubiera, la abstinencia de la carne -ahora se trata solo de la comestible- no supone la menor penitencia: en cualquier mercado o supermercado hay pescado fresco todos los días y se puede "montar" un menú excelente sin que aparezca para nada el menor vestigio de un animal cuadrúpedo o plumífero.

Tampoco es necesario hacer lo que cuentan hacían los monjes de cierto convento portugués por el que cruzaba un río. Estos frailes, al parecer, echaban al agua, en días de abstinencia cerdos, corderos y hasta terneros, y acudían al abad para decirle: "Vea Vuestra Paternidad qué peces tan raros trae hoy el río…", para poder comer carne sin el menor remordimiento. Son cosas del pasado, el Carnaval se ha visto, inevitablemente, afectado; ya no podría cantar, Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios