Análisis

josé antonio santano

La excelencia narrativa en Francisco López Barrios

La narrativa española actual, salvo raras excepciones, está falta de ingenio, originalidad y valentía a la hora de tratar temas o ensamblar una historia que sea al mismo tiempo entretenida y verosímil. Pocas son las ocasiones en que la lectura de una novela o un libro de relatos o cuentos provocan en el lector esa inquietud propia del asombro o la conmoción que toda obra de arte debiera ocasionar, y, sin embargo, coincidirán conmigo que muchos son los nuevos autores y las novelas que se apiñan en las librerías, porque el interés de las editoriales no se esencia en la obra de calidad a priori, sino en la oportunidad de vender un producto que deje pingües beneficios. La cuestión que nos importa, y mucho, está determinada por la calidad del texto, y si se puede complementar con el ingenio y la originalidad del autor, pues mejor que mejor. Lo cierto es que estas capacidades a la hora de construir un discurso narrativo que nos seduzca o embelese desde principio a fin no es muy habitual en los tiempos que corren, salvo contadas excepciones. Así, una obra tras otra, y excepcionalmente, Francisco López Barrios (Granada, 1945) consigue deleitarnos con la pureza de su narrativa, como de lo nuevo lo hace con su último libro, de largo e ingenioso título: La caza, captura y muerte de la abuelita hispánica, en una casa de lujo de una ciudad de lujo, sometida a la más rigurosa de las democracias y repleta de padres honestos y niños felices. Arriesgado título sin duda y complejo, si nos atenemos a su configuración en el limitado espacio de una portada o cubierta de libro. Pero, también en esto, López Barrios ha querido mostrar su capacidad imaginativa y su provocadora mirada al mundo que le rodea. No es la primera vez que me refiero a este narrador, y cuando lo hice en su anterior entrega de relatos El violinista imposible, no pude sino escribir: «En López Barrios es de suma importancia su capacidad creadora, el poder de fabulación con el que nos sorprende siempre, tan diferente de un libro a otro, tan sugestivo y al mismo tiempo complejo en la estructuración y desarrollo de los relatos…». Esto mismo sirve para este libro de tan largo título. El narrador granadino dosifica, como nos tiene acostumbrados, las diferentes temáticas y argumentos, de manera que, como si se tratara de una obra de filigrana, construye sus relatos con tanto esmero del lenguaje, sea a veces grosero o lírico, según el relato en cuestión, que la medida es exacta, precisa, como la mano de un orfebre en la colocación de tan diminutas piezas. En este libro, compuesto de seis relatos, el tono burlesco o irónico, el humor, el lenguaje, las temáticas y el desarrollo argumental de los relatos se amalgaman para crear una obra trascendente y única, esencial, honda y reflexiva, capaz de sorprender, diría más, de conmover al lector. Estos son los mimbres de uno de los más grandes narradores actuales de este país que, mientras otros aún se empeñan en imitar reproduciendo tics usados hasta la saciedad, él indaga, bucea en la memoria y en la realidad propia para trascenderla y crear otra bien distinta y abrevar de ella lo insondable. López Barrios, una vez más, nos invita a degustar seis historias diferentes y que serán del gusto de los verdaderos lectores.

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