
Tribuna Económica
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Alemania: el enfermo de Europa
Más de una vez hemos dicho que todavía no se ha creado el campeonato de los merecimientos. Por eso, la muletilla del “merecimos más”, no sirve para otra cosa que, para explicar una situación, donde a pesar de haber hecho méritos para empatar o ganar, uno se vuelve a casa con las manos vacías. Merecer es algo subjetivo. A veces, los de un equipo y los del contrario creen que merecieron más y entonces se desmonta la teoría, porque uno de los dos, o ambos, tendrían una percepción equivocada de lo sucedido en el terreno de juego. Este sábado, el Atlético de Madrid perdió como visitante frente al Leganés (1-0). Antoine Griezmann falló un penalti en el descuento. Si hubiera marcado, y logrado el empate, habría sido justo. Pero el Lega, a su vez, fue un justo ganador igualmente, porque tenía un plan y lo ejecutó a la perfección. Ante la pregunta poca creativa en sala de prensa, el entrenador del Atlético, sabedor de qué va esto llamado fútbol, respondió con una afirmación subjetiva “el Barça perdió cinco partidos y es el equipo que mejor juega. Probablemente no tenía que haber perdido ninguno”, dijo el Cholo, quien hace pocas semanas le ganó a los blaugranas, después de haberlo pasado mal, futbolísticamente hablando. Y esa puede ser la sensación, pero lo cierto es que lo que vale es el resultado, un hecho objetivo que refleja la clasificación en la tabla de posiciones. Así viajó el Barcelona a Getafe, quien en el Coliseum no había ganado ni un partido de las últimas cuatro visitas. El Barcelona llegaba ganando solo un encuentro en liga de los últimos siete. Las sensaciones pueden haber sido otras, pero eso es caldo para los tertulianos de bar, porque volvió a sacar poco de su viaje a Madrid. El Barça propuso y lo intentó hasta el último momento, pero falló las que tuvo a favor, y no pudo repeler la que tuvo en contra. Con los datos en la mano, el empate fue justo, aunque todos creyeran que la visita mereció más. Por todos es sabido que para ganar un partido hay que convertir un gol más que el conjunto rival. Si eso no sucede, todo es hablar por hablar. Como dice Simeone, esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa y eso lo hace especial.
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