La Resistencia

Luz Belinda Rodríguez

Parlamentaria andaluza por Almería

Bruselas y la Virgen del Carmen

Desde antiguo, las gentes del mar invocan a la Virgen del Carmen implorando su protección. Habrán de seguir haciéndolo, falta les hace

Afrontamos hoy una festividad de Nuestra Señora del Carmen deslucida a causa de la pandemia. Como ha sucedido con la mayor parte de las celebraciones desde el fatídico mes de marzo, centenares de cofradías de todo el litoral español han tenido que suspender sus procesiones en honor de la Virgen del Carmen. La Stella Maris, patrona de los navegantes, no arribará a puerto ni será paseada por las calles de las ciudades costeras en las que se la venera. Desde antiguo, las gentes del mar invocan a la Virgen del Carmen implorando su protección. Habrán de seguir haciéndolo, falta les hace. Si no son pocos los peligros que ya de por sí deben afrontar quienes viven de la mar, los pescadores españoles han sido víctimas en las últimas décadas de una acción devastadora comparable a la de los temporales del Cabo de Hornos; una rapiña equiparable a las del pirata Francis Drake y el resto de los corsarios al servicio de la Reina de Inglaterra; unos destrozos en la flota de los que solo el Kraken y monstruos marinos similares son capaces.

Hablamos de la Unión Europea, esa "trituradora de patrias y liquidadora de soberanías nacionales", en expresión del profesor Francisco Torres, a la que no conviene confundir con Europa, heredera de una cristiandad civilizada y civilizadora, epítome de la filosofía griega, el derecho romano y la luz del Evangelio contra la que el macro Estado con capital en Bruselas conspira.

Verán que no exagero. En 1986, año de la entrada de España en lo que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea, nuestro país contaba con unos 22.300 barcos con licencia de pesca. En la actualidad son unas 8.800 embarcaciones. Hemos perdido el 60 % de nuestra flota pesquera. En el desastre de la Armada Invencible España perdió 35 de 137 embarcaciones, el 25 %. Podemos hacernos una idea de la magnitud del desastre. Son décadas de ninguneos en la Política Pesquera Común; de cuotas de pesca ridículas; de recortes e imposiciones que han acabado con el modo de vida de miles de familias en España. Algo que conocen igualmente nuestros agricultores y ganaderos. Algo similar a aquella "reconversión industrial" puesta en práctica por Felipe González que supuso en realidad la liquidación de nuestra industria.

Pidamos en su festividad a la Estrella de los mares que ampare a nuestros pescadores. Y que, por su intercesión, Dios nos libre de los burócratas de Bruselas.

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