La Tribuna

José Manuel García Torres

Catedrático de Instituto jubilado

Propuesta lúdica al PSOE local

Cuando Alfonso Guerra fue entrevistado por Pablo Motos (El Hormiguero) se originaron acaloradas tertulias en reuniones de jubilados celebradas días después. En dicho programa se comentaron cuestiones tales como las siguientes: “Los que dieron un golpe de Estado no merecen la amnistía, pues incluso dicen que lo van a intentar de nuevo. ¿Dónde se ha visto que las leyes sean redactadas o supervisadas por los delincuentes? ¿Cómo se puede negociar con un golpista huido de la justicia?”

Los septuagenarios que siguen yendo como caballos de picador (ojos vendados) tras el cambiante Pedro Sánchez trataban de justificar el sinsentido de la amnistía diciendo que eso era necesario para evitar que gobernaran los ‘peperos’ o ‘pp-voxianos’. Los procesionarios del PSOE tratan de asustar con eso de que vendría el coco, digo, el PP y Vox para justificar que hoy lo progre es tragar sin rechistar el modelo Frankesntein (pelillos a la mar si hay partidos que odian España), algo considerado inaceptable años atrás por el propio PSOE.

El nudo gordiano de tales discusiones estaba en suponer qué habría pasado si P. Sánchez hubiera planteado algo así como ‘si no me votáis, sufriréis las consecuencias’. Sin cesiones, poniendo en un brete a los grupúsculos cuya suma supone una ínfima parte del censo electoral. Pero ante el hipotético envite Sánchez debió padecer una tembladera insuperable y decidió bajarse los pantalones. Actitud que el PSOE procesional de Almería debería celebrar con júbilo promoviendo una vistosa ludificación en la Puerta de Purchena.

En la década de 1970 estuve formando parte de la junta directiva del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados. Durante el decanato de Francisco Alarcón coincidí con Pedro Molina y Fernando Martínez (hoy secretario de Estado de Memoria Democrática). Cuando se gestaba aquella ley de amnistía de 1977, tan necesaria, no todos estaban de acuerdo. Si el amigo Fernando refresca la memoria podría recordar que por entonces algunos se oponían a dicha ley y proponían celebrar juicios populares en la Puerta de Purchena para apiolar, entre otros, a los miembros de la BPS (Brigada Político y Social). Lo que hoy se plantea en tan céntrico lugar no tiene nada que ver con la mala uva de ciertos iluminados de antaño. Se trata de sugerir al PSOE local la celebración de un acto lúdico, festivo, para concienciar al personal sobre la amnistía concebida por obra y gracia del transformista Pedro Sánchez. Con el fin de colaborar he pedido a un colega un guion con posibles actividades para enviar al comité organizador. Sugerí que destacara el protagonismo de los dos notorios colegiados de los años 70. El colega, que pronto será octogenario, me dio un papel con ideas sueltas y bastante raras, difíciles de redactar, pero, en fin, vayamos a ello.

1) Charla de Fernando: Cómo asumir los cambios del veleta Sánchez sin posibilidad de malentendido. ¿Amnistiar a los golpistas catalanes era inconstitucional antes pero no ahora? 2) Charla de Pedro: Cómo babosear ante los insurrectos y seguir siendo demócrata. Ante cuestión filosófica tan peliaguda debería ser preciso y ordenado, no vaya a despistarse y monte un pifostio con otra matanza de corderos. Dado que Pedro hizo también su reajuste ideológico adaptativo, hay gran interés por ver si aún conserva algo de aquella briosa gestualidad de predicador comunista. 3) Fernando, ahora que se codea con Sánchez, debe convencer al bailón Iceta para que venga a dirigir la coreografía y dé un par de charletas: 3A) Cómo dulcificar la restricción del español en Cataluña con el Bono Cultural Joven. 3B) Trasfondo socialista de la expresión: ¡Pedro, por Dios, líbranos de Rajoy y júntanos con Puigdemont!

En la apoteosis final habría que sorprender con alguna actuación jamás vista. El grupo seleccionado deberá cumplir la paridad y vestir falda escocesa y una camiseta que lleve impresa tres grandes letras: BPS (Brigada de Pedro Sánchez). Que ningún destacado miembro del PSOE se escaquee (ojo con Fernando y con quienes cobran un buen sueldo gracias al partido). ¿Música? La Yenka. Los actuantes deberán seguir las sabias instrucciones de Iceta para bailar garbosamente, sobre todo el estribillo: “Izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás, un, dos, tres”. Y cada vez que Iceta grite (¡¡¡Puigdemont!!!) cesará la música, se arrodillarán raudos y levantarán la falda por detrás. Como no se trata de ver carnaza más o menos añeja, se sugiere que deberían llevar pololos.

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