Se acabó la Feria

Ya estamos lejos de la feria de ayer y más cerca de la próxima. Imaginemos por unos segundos señora alcaldesa, no desearía robarle mucho de ese tiempo que dedica al servicio de los ciudadanos, que los chiringuitos montados este año en la rambla durante las horas del mediodía, usted, magnánima como es con lo que le gusta e interesa, decide, por aquello de ofrecer lo mejor a sus vecinos, permitir que sigan funcionando por la noche en días de feria. Tras ver lo que viene sucediendo por las mañanas y hasta las cinco de la tarde, no sería de extrañar que la noche luciera esplendorosa. Estaría dando la razón a los que vienen defendiendo que el modelo de diversión de parte del personal ha mutado, o cambiado, y que prefiere las altas temperaturas y la luz del día en el centro, antes que la nocturnidad y la oscuridad de la noche en la Vega.

Si al éxito que ha sido este año la feria de la mañana, le unimos las fiestas particulares que se han montado, algunas con políticos incluidos, nos está diciendo que hace falta, que es necesario cambiar el modelo, el recinto, la feria, al concejal de festejos, a la alcaldesa, al obispo, el cartel y hasta al pregonero, bueno, a estos dos últimos no que los cambiamos cada año. Cuesta trabajo tomar decisiones, pero si vemos que el enfermo cada año va peor, y la feria de la noche viene dando síntomas de ello desde hace unos cuantos, en algún momento habrá que tomar la decisión de que pase por el quirófano. Estoy de acuerdo en que, con unas elecciones en el 27, ni se toca la del 26. Si surgen problemas, menuda baza se le está dando a la oposición. Hasta ahí se entiende, las mudanzas por muy ligeras que sean siempre comportan un riesgo, y si estamos hablando de política hay que temerles, pero se impone un cambio

Me estoy poniendo algo pesado, pido perdón por ello. Supongo que no hacía falta que yo le dijera el éxito de los chiringos, debe tener sus asesores que le informan de todo lo que viene ocurriendo en la ciudad. Solo quería aportarle una visión más, sin la presión de la política y sin ánimo de que se vaya a llevar a cabo. Con los buenos cerebros que tiene en el ayuntamiento, entre políticos y funcionarios, seguro que encuentran una solución para la feria de los cacharricos en el recinto y la que quiere hacerse fuerte en el centro de la ciudad.

Pd. –Mar Segura estaba guapa.

–Pues sí que viene usted a descubrir algo nuevo. Mar está siempre guapa.

–Tiene usted razón, Mar está siempre guapa. Discusión tonta en la que andamos metidos.

–¿Cómo dice usted que estaba nuestra Mar Segura?

–¡Guapa, coño, guapa!