Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Alo largo de los años las casetas se han ido conformando en el corazón de la feria de la ciudad. El Botijo y Los Tarantos fueron de las primeras en llegar, tras ellas han ido naciendo y muriendo muchas otras, que los almerienses recuerdan con cariño. Caso de la Casilla, de Hoteles Playa, la de los funcionarios de Cajamar, Correos o los llamados sindicatos de clase, siendo la de partidos como el Psoe de las más grandes e importantes de nuestra feria. Desde hace mucho años se fueron retirando unas y otras, y solo se mantiene como al principio la de Rincón Cubano de Izquierda Unida y la del Pp, que volvió tras algunos de ausencia.
¿Qué le ha pasado en estos años al llamado partido de la izquierda, el Psoe, que no ha tenido presencia en la feria, o a los sindicatos Ugt y Ccoo que han ido por el mismo camino? La única presencia de la izquierda almeriense está en la de Iu, con su mojito, su coco y su melón. Sus eternas sillas y el recuerdo de los nostálgicos de aquellos setenta y ochenta. Por el contrario, la derecha tiene su representación en la feria con la misma fuerza desde hace años, ahí tienen la del sindicato Csif y la del Pp. Sin olvidar que las llamadas particulares tienen una representación que se vincula más al poder económico, y que por ende habría que pensar más cercano a la derecha política.
Este año ha sorprendido la Sibarita. Un par de jóvenes que se han lanzado a la aventura de la feria, y que han logrado ser el eje de la feria para un sector de jóvenes que no estaba representado, y que a algunos les ha recordado la vieja La Casilla de otros tiempos.
¿Hay espacio para más casetas en la feria? Parece que sí, y de ellas depende el futuro del recinto ferial en lo que a este sector se refiere. Estos dos jóvenes han logrado devolver un poco la esperanza a esas casetas donde la juventud se divertía, bailaba sevillanas y tenía buenas razones culinarias. Lo que se impone es que vuelvan los que se fueron, no se entiende que el Psoe no monte su caseta, que los sindicatos de clase les den la espada a sus afiliados en la feria, o que las grandes empresas no apuesten como gran escaparate en la feria de la ciudad como hacen en otras capitales de nuestra comunidad. ¿Qué les ocurre, habría que preguntar?
Sería necesario que Sibarita, la importante novedad de este año vuelva el próximo, y con ella otras se animen a darle algo de vida a la feria de la noche. No puede ser que un viernes a la una de la madrugada solo queden abiertas dos, y uno de ellas casi vacía.
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