Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Es como pedirle peras al olmo. El SUP, sindicato de la policía nacional, le pide al gobierno de España, y a su ministro Marlaska (de dónde se habrá sacado la k), que lo único que están exigiendo es un poco de dignidad ante su trabajo. El problema es que le están pidiendo dignidad ¿a quién? ¿a Sánchez y Marlaska? ¿Han pensado ustedes si estas personas que buscan los apoyos para gobernar de los delincuentes y secesionistas catalanes de Erc y Junts, los racistas del Pnv o los hijos, hermanos, primos y demás ralea de Eta, tienen esa dignidad de la que ustedes hablan? Es el gran drama de la sociedad ante los gobernantes que tenemos, que la dignidad se les supone, solo se les supone, pero demostrar que la tienen, enseñarla de vez en cuando, demostrarla ante situaciones como la que vienen viviendo los cuerpos y fuerzas de seguridad, es otra historia. La policía nacional está obligada a trabajar a la intemperie. Se les manda a controlar festivales de música o cualquier otro evento, y se les deja pleno sol, bajo unas sombrillas, temblorosas ellas, con las que el viento juega como si de una cometa se tratase. Eso se une a la falta de chalecos protectores, a los bocadillos denunciados en otras ocasiones, a las dietas que se tienen que pagar ellos, dicen en el ministerio que es por culpa del Pp, que no aprueba los presupuestos de Pedro Sánchez. Por cara no será, por dignidad tampoco.
No están pidiendo el lujo de La Mareta para sus largas horas de guardias, solo quieren un poco de dignidad para su trabajo, solo eso, dignidad, pero se la están pidiendo a quien no la tiene, era verde y se la comió el burro que tiene al lado, o la ha perdido entre alfombras de lujo, hoteles de cinco estrellas, viajes en el falcon, sin olvidar las saunas, tan beneficiosas para la salud del cuerpo, no el de los policías y guardias civiles, el de los políticos, a los que encima se las pagamos. Cuando hablamos de Sánchez y Marlaska es lo que toca. Supongo que a los muchos que ha tenido de escolta durante las vacaciones de él y de su amplia familia, los habrá tratado un poco mejor que a los que han estado de servicio en los festivales de media España. Y a los que han interrumpido el tráfico de barquitos de papel por las playas de Lanzarote donde se bañaba el caballero y compañía ¿cómo los han tratado? Espero que Marlaska haya sido un poco más largo con ellos, no se encontraban protegiendo a unos jóvenes cantando la canción del verano 2025, estaban defendiendo la dignidad del presidente Pedro Sánchez, casi nada para el cuerpo.
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