Yoli y el fuego

08 de septiembre 2025 - 03:11

La oigo, es su voz, medio en castellano y gallego, veo su pelo rubio de agua oxigenada de los años ochenta, hoy imagino que siendo ministra y con sueldo de artista habrá dejado la oxigenada y tendrá nuevo tinte para su pelo de ministra. Si les soy sincero, no me creo lo que estoy oyendo, debe ser un montaje de la IA, no es posible que una ministra comunista en el gobierno social-comunista de Pedro Sánchez diga que hay que limpiar los montes, ampliar el ganado en los mismos, y que hacen falta ovejas y cabras en las sierras. Se imaginan la que le habrán organizado sus compañeros de consejo de ministros y las organizaciones ecologistas cuando le hayan escuchado estas barbaridades sobre montes y sierra de nuestra península. ¡Limpiar los montes va en contra de toda la filosofía ecologista y del gobierno de Pedro Sánchez! De las vacas no dijo nada, no le deben gustar los chuletones, es más de gambas, pulpo, centollos, percebes, y de segundo unas chuletillas de cordero fritas con ajos, eso sí, sin pasar por los incendios de las sierras, que le dejan un sabor a “chamuscao” que no le gusta. Esta señora se les ha hecho facha a los socialistas en estos días, los de la derecha fachosa, rabiosa y cerril le ha debido comer el coco, o la han puesto sobre la parrilla o barbacoa (como a San Lorenzo, al que este año no le hemos visto llorar como en agostos anteriores), y la ministra ha visto la luz de las llamas, las de ese infierno que le espera, y se ha agarrado a la salvación de los montes y sierras de nuestra tierra. Ya solo hace falta que nos diga que hay que limpiar y dragar los ríos de cañas y sedimentos que se acumulan en sus cauces. Si limpiar los montes no evitan todos los fuegos, pero mitigan su impacto, limpiar los cauces no evitan los desbordamientos alocados de las aguas cuando deciden salir con sus escrituras en la mano, pero impiden el duro sufrimiento que hemos presenciado en los pueblos de Valencia. Decirles que hoy me siento más cerca de la ministra cariñosa no les debe extrañar, quizás por llevar viviendo los últimos veinticinco años en el campo, viendo lo que estos ecologistas de despacho y subvención ha llegado a hacer con el consentimiento de los gobernantes, tantos y tontos los del Psoe como los del Pp, que me sienta más cerca de los hombres y mujeres que aman la tierra, que la vienen cuidando desde hace siglos, y a los que unos bandarras imbéciles los echan de sus propiedades con tantas prohibiciones, que lo único que traen son desgracias y ruina a estos pueblos, montes y familias. Pero no debemos saber votar, y esa es la pena.

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