La tribuna

Y las Checas, ¿para cuándo en el BOE?

Y las Checas, ¿para cuándo en el BOE?
National Geographic

Con la publicación en el B.O.E. de la declaración como Memoria Histórica de la Casa Real de Correos, en base a que albergó a la Dirección General de Seguridad durante el franquismo, es necesario, y la historia así lo exige, declarar que durante la II República, la citada casa, albergó a la Escuadrilla del Amanecer, uno de los grupos más terroríficos y vesánicos del Frente Popular; como la Brigada de Servicios especiales, en el nº 19 de la calle del Marqués de Cubas, cuyo nombre tuvo la Checa ubicada en tal domicilio. Sin olvidar a uno de sus ocupantes, Ángel Galarza, ministro de interior del Frente Popular y uno de los mayores impulsores del establecimiento de las Checas, quien dejó huella de un odio enfermizo a los católicos durante su triste mandato, culminada cuando el 1 de julio de 1936 le dijo a Calvo Sotelo en el Congreso: “Pensando en usted encuentro justificado el atentado personal”, siendo asesinado 13 días después. Las Checas, lugares pensados y utilizados como lugares de detención, represión, tortura y asesinato, unas veces en ellas mismas y otras mediante las sacas del Frente Popular, eran un invento de Lenin, cuando en 1917 ordenó preparar una comisión que combatiera a los contrarrevolucionarios y a los que habían intervenido en la abolición de la pena de muerte de los desertores de la revolución. La comisión conocida por ChK era una organización represiva y asesina, un servicio secreto cuya finalidad consistía en implantar un régimen de absoluto terror de estado que les permitiera mantenerse en el poder. Lenin consideraba imprescindible para la revolución utilizar por sistema el terror masivo, indicando que su aplicación consistiría en fusilar a todos los que se manifestaran contra la revolución. Ese fenómeno represesivo, se implantaría en España en 1936, a partir de firmarse el pacto del Frente Popular, cuando los revolucionarios ya se habían propuesto exterminar a los sectores de la población, tanto los religiosos como los que no se sometieran a sus abusos y a sus desatinos, llevando a cabo su barbarie ignorando las garantías constitucionales y judiciales a las que despreciaban. González Peña, uno de los promotores de las Checas en España acusaba a la “judicialidad” del fracaso de la revolución de Asturias, aseverando que para que triunfara la revolución, había que constituir unos grupos a los que denominó “de las cuestiones previas”; y, en cuyos grupos no admitiría a nadie que supiera más de la regla de tres simple, rechazando a quienes supieran quienes habían sido Kant, Rousseau y toda esa serie de sabios inútiles para la revolución. Tras el levantamiento del 18 de julio, los asesinatos y matanzas perpetrados en las zonas masacradas por el Frente Popular, estaban a la orden del día, siendo realizadas, de forma impune y salvaje, por personajes integrados en organizaciones que consideraban lícita y necesaria la eliminación física del adversario político. El 19 de julio de 1936 día de la primera matanza general en Madrid, son asesinados 170 prisioneros del cuartel de la Montaña, destacando por su ignominia y vesania la arenga del comunista Enrique Castro Delgado que lo define por sí sola: “Castro sonríe al recordar la fórmula: Matar… Matar… seguir matando hasta que el cansancio impida matar más… Después… Después construir el socialismo… Que salgan en filas y se vayan colocando junto a aquella pared de enfrente, y que se queden allí, de cara a la pared… ¡Daos prisa! “ (Texto de un órgano oficial del 5º Regimiento). Con esos mimbres, la única cesta posible eran las checas, instrumento esencial en la técnica del exterminio, una herramienta sádica y terrorífica, utilizada por los bolcheviques y copiada posteriormente por los nazis, estando a las órdenes de personajes macabros y comités crueles y cerriles, de la que se abusó en España. Tan solo en Madrid, se han identificado 226, destacando en socialistas y comunistas por su predilección por los lugares de culto católico y los conventos; como la checa de San Bernardo nº 72 convento de las Salesas Reales y la Iglesia de Sta. Cristina; la checa de Fomento, ubicada en el Círculo de Bellas Artes y trasladada después al nº 9 de la calle de Fomento. Es de esperar que el B.O.E. incluya también la Memoria Democrática, las 226 Checas de Madrid y las 35 de Valencia, por las torturas y asesinatos realizados en ellas, pero esa es sin duda … ¡Otra memoria!

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