Es lógico que muchos españoles se hagan la pregunta, a juzgar por las actuaciones de los grupos de izquierda que, según ellos, pertenecen al progresismo y ni ellos saben lo que significa esa pantomima, excepto que se trata de una “teta” inagotable que mana leche a costa de los innumerables imbéciles que hay en España.
Comenzaron con los escraches que lógicamente les hacían a los políticos de derechas, quejándose amargamente cuando se los hacían a ellos – incluso yendo a los juzgados y exigiendo escolta - y tachando de fascistas a los que hacían lo mismo que ellos, en una clara muestra del espíritu democrático de los progresistas. En cualquier manifestación – eso sí, siempre, según ellos, ¡pacífica! – se dedican a tirar piedras, hacer pintadas y destrozar lunas y enseres urbanos; ahora bien, si no son lameculos de su cuerda, se trata de fascistas de la extrema derecha y se pide su ilegalización, otra muestra de democracia progresista.
Se manifiestan con banderas de Hamas -no de Palestina, ya que ésta no existe- y que, a la mayoría de los españoles, ni les va ni les viene, aparte de ser un grupo terrorista; pero si alguien discrepa, también son fascistas de la extrema derecha. La vuelta ciclista a España, se ha visto en muchas etapas, “decorada” con la bandera de Hamas – grupo terrorista, reitero – y a lo largo de varias etapas, grupos de manifestantes en favor de Palestina han interrumpido el paso de los corredores y ¡no pasa nada! En cambio, si aparece un nostálgico con la bandera oficial cuando se aprobó la CE (La misma que ahora se vitupera, porque en su ignorancia asimilan el Águila de San Juan al fascismo), se le persigue por fascista, retrógrado y de extrema derecha; y ahora, la cosa ya ha llegado a mayores y asistidos del convencimiento de la impunidad, han provocado un altercado en la etapa de Bilbao y casi cuesta muertos la fiestecita, hasta el punto de tener que jugarse la vida los voluntarios, soportando las vallas que los proetarras derribaban aun circulando los ciclistas, obligando a la organización a anular la etapa, adulterando el resultado de la carrera.
¡Y no pasa nada! Al contrario, Doña Mónica, la inepta e irresponsable ministra de sanidad, se muestra orgullosa de ese acto vandálico. Y ahora, el lehendakari dice, entre lágrimas de cocodrilo que “lamenta el boicot que arruinó la vuelta en Bilbao, incívico y poco pacífico”; decididamente, nos toma por imbéciles – también habitual en el progresismo – pues ignora a sabiendas, la que montan los etarras a menudo y él, traga. Ciertamente, estamos –eso sí que es por imbéciles – en manos de sinvergüenzas, vividores, putañeros, corruptos y ladrones que, con la historia del progresismo, han tomado España como si fuera su cortijo y nos están arruinando, económica, social e internacionalmente.
Hoy somos el hazmerreír de Europa y cuando se vaya la Joya de la Moncloa, – si es que algún día se va por las buenas – tendremos más deudas que Alemania en el 45. ¿Se imaginan Vds. si eso lo hacen los de VOX? En cambio, en este caso nada de nada, alguna multita de doscientos euros y santas pascuas. Pero ahora viene un tal Quico García y tiene el descaro, la desvergüenza, la cobardía y el desahogo de decir sin pudor alguno, - también propio del progresismo – que se retire el equipo de Israel de la competición.
Y eso, al parecer, no es delito de odio ni tampoco discriminación, porque los delitos de odio, solo los puede cometer la derecha. ¡Faltaría más! la izquierda progresista tiene bula; ya lo ha demostrado una Srta. de la izquierda mediática, al decir: “Hay que ser muy idiota … para seguir creyéndote al Partido Popular y a Vox” permitiéndome que yo piense lo idiota que es ella. No tienen vergüenza, son simples pelotas del sanchismo que viven gracias a los tontos útiles que les creen. Ya veremos el año que viene las garantías que exigirán los equipos para participar.
Aunque también podrían invitar a un equipo de Hamás, corriendo con los gastos esa pandilla de gilipollas que están siempre buscando la forma de hacer daño a España; y lo peor es que lo están consiguiendo.
