Los bares y restaurantes son, para los pueblos más pequeños, como la segunda casa de sus vecinos. Lugares en los que la vida pasa y se repasa, donde las relaciones sociales se estrechan y en los que se fraguan muchos negocios y trabajos. Por eso, que un bar cierre en un municipio pequeño es síntoma inequívoco de que se está muriendo, que la despoblación, ese cáncer que afectada cada vez a los pueblos del interior, sigue su expansión.

Consciente de ello, el Ayuntamiento de Las Tres Villas, una localidad en la comarca del Río Nacimiento que no alcanza los 600 habitantes -573 según el Instituto Nacional de Estadística en 2022- ha hecho un importante esfuerzo inversor para hacerse en propiedad con el único restaurante de la localidad, el restaurante Las Tres Villas, que está ubicado en el núcleo de Doña María.

“El restaurante llevaba cerrado desde hace más de 20 años y se lo hemos comprado a una inmobiliaria por 33.000 euros”, explica la regidora de Las Tres Villas, Virtudes Pérez que se muestra muy efusiva porque gracias a esta adquisición “vamos a crear puestos de trabajo y vamos darle al pueblo un servicio de restauración”.

El objetivo del Ayuntamiento, de momento, es adecentar el inmueble para poder ponerlo en funcionamiento cuanto antes. “El restaurante no está muy deteriorado pero necesita unos retoques. Lo importante era comprarlo y abrir para dar un servicio más en el pueblo”, añade la regidora.

Actualmente en Las Tres Villas hay un bar en Doña María, otro en Ocaña y en breve se abrirá otro en la nave de servicios múltiples que se ha construido en Escullar. “Allí también se pondrá en marcha una tienda de alimentación”, explica.

Desde el Ayuntamiento se llevan varios años trabajando en la adquisición del restaurante que en un principio llegó a tener un coste de 600.000 euros y que con el paso del tiempo y la necesidad imperiosa de su venta ha ido reduciendo drásticamente su precio hasta costar menos de una décima parte de su precio inicial.

Pérez afirma que “hay muchos proyectos en mente con su puesta en marcha” y preguntados por ellos no descarta la cesión del restaurante a una familia con niños para su gestión y potenciar así la llegada de nuevos vecinos a la localidad.

Pero también está la idea de impulsar las rutas senderistas contando ahora con un lugar de restauración de primer nivel para los deportistas y turistas que visiten la localidad, todo un acicate pare poner en marcha iniciativas que conjuguen turismo rural y deporte.

La alcaldesa también ha confirmado a Diario de Almería que el restaurante mantendrá su nombre original “como seña de identidad de un local que fue mítico y muy querido por los vecinos durante décadas”.

Eso sí, pide calma porque el esfuerzo inversor realizado “nos ha dejado con las arcas municipales vacías”, añade la alcaldesa por lo que su restauración y puesta a punto para volver a abrir sus puertas se estima que no tendrá lugar hasta como mínimo el año que viene. Comer en mesa y mantelserá otra vez una raelidad en Las Tres Villas.