Bajo Palio

La Ermita de la Virgen del Río de Huércal-Overa cumple un año de vida

  • El 23 de marzo del 2019, el obispo Adolfo González Montes bendijo y consagró el Santuario de Nuestra Señora de los Desamparados tras muchos meses de duro trabajo

El 23 de marzo de 2019 tuvo lugar la consagración del Santuario.

El 23 de marzo de 2019 tuvo lugar la consagración del Santuario. / D. A.

Doce meses han transcurrido ya desde esa ansiada cita, que tenía ocasión el 23 de marzo del pasado 2019, en la que el obispo de Almería, Adolfo González Montes, consagraba y bendecía la que es la nueva sede canónica de la Virgen María en su advocacion de los desamparados, la Ermita-Santuario de la Santísima Virgen del Río. Se trata de una devoción que surgió a finales del Siglo XVII como consecuencia de las suplicas de un molinero de Overa, de dudosa reputación, que durante una fría noche, haciendo caso omiso y abandonando a mujer y familia, emprendía camino a Huércal. Atravesando el río se vio en el trance de morir ahogado, momento en el que se encomendó a la virgen, prometiendo la construcción de una ermita en su honor si lograba salvar su vida. Obrando el milagro, el aldeano cumpliría con su cristiana promesa, levantando una humilde ermita en la rambla del Bobar, dentro de la que colocaría un cuadro de la Virgen de los Desamparados. La pintura reflejaba, una dolorosa con manos sobre el pecho, puñal y diadema de estrellas , la cual no dejó de visitar y adorar hasta su muerte.

Coincidiendo con la época más esplendorosa de la minería en la Sierra Almagrera, en 1837 llegarían a la zona numerosos trabajadores llegados desde muy diversos lugares en busca de prosperidad. El tramo del río en el que se encontraba la ermita, allí donde se unen la boca de la rambla del Bobar y el Almanzora era de obligado paso para los mineros que accedían desde el norte de Almería. Encomendando sus vidas a su paso, comenzaron a llamarla Virgen del Río, depositando flores a su paso, aportaban numerosas limosnas que contribuyeron a construir otra ermita anexa a la originaria , colocando a su vez una nueva pintura en este ocasión del pintor José María Sanz y Fargas.

Impulsado y patrocinado por el cura Arcipreste Salvador Valera Parra el ‘Cura Valera’ sería encargada la realización de una talla al valenciano Francisco Bellver y Collazos, escultor descendiente de una reconocida estirpe de artistas. La imagen salida de sus manos fue coronada por Bula Pontificia un 23 de febrero en 1965. En la mañana del 19 de octubre de 1973 se escribía una pagina negra en la historia de la villa y su comarca. Unas violentas precipitaciones sacudían el sureste peninsular, cobrándose una vida en el municipio y arrasando con cuanto encontraban a su paso, se llevaba por delante el Santuario así como la propia imagen de la Virgen del Río, moradora del mismo.

Su pueblo, sumido en un profundo dolor por tan importante pérdida, pronto puso remedio. Encabezado y contando como patrocinadora con Luisa Sánchez Alarcón, esposa del Gobernador Civil de Almería, otorgaría tan importante empresa al genial escultor José M.Sánchez Lozano la realización de una nueva imagen de la Madre de Huércal-Overa.

En 2010 se daban los primeros pasos para la construcción del Santuario, a raíz de la generosa cesión de unos terrenos donados por el matrimonio cofrade y negro, compuesto por Diego Mena Carbonell y Tina Morata Gómez, constituyéndose posteriormente la Comisión encargada de tan ilusionante proyecto, que aun habiendo conseguido el objetivo continúa en la brecha. El pasado año llegó el momento, casi medio siglo después y fruto de la voluntad de su pueblo, en el extremo opuesto de la ciudad, sobre un montículo en el barrio de la Era de la Virgen se erigió el imponente el Santuario de la que es en el corazón de los huercalenses Patrona de Huércal-Overa.

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