Bonini y Monte, un rayo de esperanza en Valladolid
UD ALMERÍA | Análisis
El eje de la zaga mostró solvencia en el José Zorrilla mientras el italiano y el luso coincidieron sobre el campo
Al serbio Dzodic tampoco le pesó la titularidad junto a Gui en el doble pivote
SOS, coladero por los laterales
Infortunios y cuestionables decisiones arbitrales al margen, la derrota en Valladolid, por dolorosa que resultase, dejó algunos brotes verdes en clave UD Almería. El equipo volvió a ser dominador en el feudo de un rival directo, a Dzodic no le pesó la titularidad en el doble pivote junto a Gui Guedes y el eje de la zaga mostró los primeros síntomas de la solvencia que se le demanda a un equipo confeccionado para buscar el ascenso. Era la primera vez que coincidía sobre el campo la pareja formada por Federico Bonini y Nelson Monte y lo cierto es que hasta que el luso fue sustituido por precaución -salía de una larga lesión- su área de influencia se defendió con eficacia, además de aportar en las acciones a balón parado en el área rival.
Rubi ha calcado el pobre inicio liguero del curso pasado (5 puntos en 12 jornadas) y pese a contar esta campaña con una retaguardia completamente renovada, en su descargo hay que recordar que hasta la fecha, en la quinta jornada, no ha podido contar con la mayor parte de los efectivos disponibles. Monte, firmado por sus buenas actuaciones con el Málaga, se lesionó durante la pretemporada y no pudo estrenarse como rojiblanco (en su primer etapa tampoco había llegado a debutar) hasta la visita al José Zorrilla. A ese factor hay que sumarle la tardía inscripción de Aridane Hernández (también debutó esta jornada) por los problemas con el límite salarial o la reciente lesión de Chumi, que le ha impedido entrar en convocatoria ante Racing y Valladolid, por no olvidar que Bonini firmó el 8 de agosto, una semana antes del arranque del campeonato.
Pero volvamos a Pucela. Era la primera titularidad de la dupla Bonini-Monte y lo cierto es que dejaron muy buenas sensaciones. El equipo no sufrió en exceso a nivel defensivo durante la primera mitad, con apenas dos llegadas del adversario. Una fue la del 1-0, que Marcos André se topaba tras un rebote en Chirino en un disparo de Biuk. La otra fue una acometida de Amath al final del primer acto despejada por Andrés Fernández. En ambas ocasiones el agujero negro se vio en el carril diestro, donde ni Chirino ni Luna parecen reunir las cualidades defensivas que sí se le atisban a Álex Muñoz en el lateral zurdo, todo ello con el añadido de las escasas ayudas de Embarba por ese costado.
En la segunda mitad Bonini y Monte mantuvieron un nivel alto, añadiendo a su seriedad atrás eficaces incoporaciones al ataque en el balón parado. El portugués rozó el gol en un remate de cabeza y el italiano lo materializaba en otro, pero el árbitro decidía anularlo a instancias del VAR por un fuera de juego posicional de Gui al interpretar que le hacía pantalla a un rival. Se palpaba que ambos pueden complementarse bastante bien.
A sus 24 años, Bonini tiene una zurda fina para ser central, lo que le proporciona una salida de balón aseada, pero también se le ven cosas de zaguero de la vieja escuela como ser pegajoso en la marca o tirar de faltas tácticas cuando la situación lo requiere, ya que no es particularmente veloz. En Italia hizo muchos goles a balón parado y es de esperar que mantenga esa cualidad en el laboratorio de Rubi. De continuar la proyección que se le atisba, los 3 millones que el club le abonó al Catanzaro para hacerse con sus servicios se van a quedar en una ganga. Monte, por su parte, aporta la experiencia necesaria a una línea que pedía a gritos a alguien de su perfil, un defensor de envergadura (mide 1'87 como Aridane) que va bien de cabeza y es contundente en el corte. Sin duda que su sustitución en el minuto 79 con el marcador 1-1, necesaria para evitar una recaída por cuanto salía de una lesión como anteriormente se ha apuntado, incidiera en el 3-1 final porque en el fútbol pocos lances obedecen a la casualidad.
La nota positiva dentro de la desazón generalizada que dejó claudicar en tierras vallisoletanas es que Rubi ha podido encontrar la pareja que venía buscando para frenar la sangría defensiva que asola al equipo desde el año del descenso a Segunda. Para ello tendrá también que corregir la autovía que hay en el carril diestro y que los técnicos contrarios tienen bien detectada, pero todo se andará. El sábado (21:00) ante el Sporting de Gijón toca partido con aroma a reválida en la sexta jornada.
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