Un doblete de Arribas da el triunfo al Almería en el 'tiroteo' de Andorra (1-2)

El Almería pareció instalarse durante buena parte del primer tiempo en ese proceso de mediocridad que empezaba a recordar al periodo de la temporada pasada en el que entró en barrena tras permanecer catorce jornadas consecutivas sin perder. Esta vez el punto de inflexión se había producido en Ceuta, facilitado por el arbitraje perpetrado aquel día, pero amenazaba con prolongarse en el tiempo a tenor de lo visto en Andorra. El partido bien pudo acabar 0-3 como pudo hacerlo 3-0 porque no hubo control en ninguno de los dos oponentes, enfrascados en un fútbol directo en el que las delanteras se empecinaron en vislumbrar cuál de las dos fallaba más ocasiones claras.

Del lado visitante Rubi metió cemento en la medular con el trivote Dzodic-Gui-Lopy, pero el juego en realidad no transitó mucho por el centro del campo, sino que se buscaron las áreas con una verticalidad inusitada. Además del portugués, Muñoz y Soko fueron las novedades en la alineación respecto a la última planteada en Liga ante el Huesca en casa. En horario perezoso lo cierto es que el partido tuvo un ritmo inusitado desde el arranque mismo, con un valuntarioso conjunto andorrano repleto de jugadores desconocidos para el gran público pero que aprietan y le ponen intensidad.

De contar con un '9' que las enchufase los de Gerard Piqué (el ilustre exfutbolista y ahora presidente siguió el partido en un trasunto de palco) se habrían adelantado pronto, pero Lautaro solo comparte el nombre con el del Inter. El uruguayo dispuso a los 11 minutos de juego de un balón en el punto de penalti libre de marca y bien posicionado ante Andrés Fernández, pero mandó el esférico a las nubes. El Almería tardó en entrar en calor en el gélido Principado y lo hizo a través de Arribas, que apuró la línea de fondo para ponerla atrás para el remate de Soko detenido por el meta Aron, la primera de sus intervenciones salvadoras. El árbitro, no obstante, indicó que la pelota había salido fuera en el pase del madrileño, algo que en caso de finalizar en gol habría que haberlo revisado en el VAR.

La cosa se animaba cuando Monte vio la quinta amarilla en lo que va de curso, tarjeta curiosa porque al poco se lesionaba Bonini, dejando su sitio a Pedro Fidel, por lo que el próximo domingo ante el Burgos Rubi tendrá que inventarse un eje de la zaga nuevo, probablemente con Dzodic y Baba o el canterano, ya que Aridane parece tener ya la cruz puesta tras su episodio de alcoholemia y destrozo de vehículos. El Almería espabilaba y una falta botada por Arribas la cabeceaba alto Bonini en lance también anulado por presunto fuera de juego. Pero el Andorra tampoco se escondía y en el ecuador del primer acto obligaba a Andrés a detener un disparo lejano del capitán Molina.

A esas alturas de partido ya era raro que se mantuviera el 0-0 inicial, algo que tampoco pudo cambiar un cabezazo de Soko que Aron abortaba metiendo la manopla de forma providencial. En ese intercambio constante de golpes Lautaro le comió la tostada a Bonini antes de que el italiano pidese el cambio por lesión y a punto de hacerle penalti el ariete lograba rematar por debajo de las piernas de Andrés, sacando Monte el balón en la línea de gol. El choque estaba vistoso para el espectador y Soko la mandaba esta vez al cielo andorrano tras una buena acción de Arribas y Chirino por la banda diestra, tirándose el curazoleño al césped para sacarse una buena asistencia a ras de suelo.

Quedaban un par de minutos para el descanso en los que aún hubo tiempo para hacer internacional por Hungría al meta andorrano, primero con un paradón en remate de Arribas y acto seguido con una gran estirada a la típica 'bomba' de Embarba. Inexplicablemente la cosa se iba a vesturios sin goles y en la reanudación todo continuó por los mismos derroteros, ya que de salida Lautaro tuvo dos ocasiones muy nítidas. En la primera remató al lateral de la red un buen servicio de Nieto y en la segunda se plantaba solo delante de Andrés Fernández, que había salido del área para achicar espacios, ganándole la partida al atacante.

En el tiroteo de remates que estaba resultando el encuentro le tocó a Arribas probar suerte con un disparo angulado que no encontró por poco el ángulo de la meta defendida por Aron, que se marcó el partido de su vida igual que Dani Jiménez lo hizo la jornada anterior con el Huesca. Y el albúm de paradas no se quedó ahí, porque justo después metía una mano salvadora abajo para taponar un buen remate de Lopy con la zurda a pase de Embarba, que había percutido por la banda diestra. Rubi intentó agitar el avispero dando entrada a Puigmal y Thalys por Gui y Soko, pero el acierto rematador seguía bajo mínimos.

El gol en cualquiera de las porterías era una cuestión de tiempo y el camino lo encontró el Almería en una acción embarullada en banda que terminaba en recuperación de Dzodic para asistir a Arribas, quien desde la frontal se sacaba un latigazo con la zurda que, esta vez sí, servía para batir a un inspirado Aron. Era el octavo tanto del madrileño en lo que va de curso, situándose a uno de su paisano Embarba, al que igualaba ocho minutos después rubricando también el 0-2 tras una buena triangulación por banda que culminaba en un gran pase del propio Arribas para Puigmal, cuyo remate repelido por Aron le caía al exmadridista para embolsarla a la red con un sutil toque con la diestra. Con nueve tantos alcanza su mejor cifra realizadora como rojiblanco, que data del curso de su debut en Primera División.

El Andorra quedó neutralizado por la doble vacuna de Arribas, aunque en el tiempo de descuento lograba el premio que había merecido marcando de cabeza Nieto un buen centro de Akman y forzando a la UDA a pedir que acabase cuanto antes porque tuvo el empate en el último suspiro. La victoria permite al Almería volver a la senda del triunfo y apretar en las posiciones de ascenso directo a la espera de ver lo que hacen Deportivo de la Coruña y Racing de Satander esta jornada, recibiendo al Burgos en casa el próximo domingo (18:30).