Dzodic mostró en Pucela que no se arruga

La afición de la Unión Deportiva Almería ya sabe que Stefan Dzodic no se arruga. Haciendo honor a su ascendencia balcánica, donde el gen competitivo a nivel deportivo se presupone, el mediocentro nacido en Francia con pasaporte serbio respondió con buena nota a la confianza depositada en él por Rubi para suplir las bajas de Dion Lopy e Iddrisu Baba con las que se presentaba el equipo en Valladolid el pasado sábado. Formando pareja en el doble pivote con el portugés Gui Guedes hasta el descanso y con André Horta hasta el final, supo sostener las acometidas del conjunto blanquiverde hasta que el partido se volvió loco tras el 2-1 local.

No fue su debut profesional como rojiblanco, ya que apareció de forma testimonial en el Reino de León en el primer triunfo a domicilio del curso ante la Cultural Leonesa (0-1), pero sí la carta presentación de lo que puede ofrecer este centrocampista de apenas 20 años de edad y 1'90 de envergadura que además venía de participar con el combinado sub-21 de Serbia. Soprendió de salida que Rubi tirase de él antes que de jugadores más experimentados como el propio Horta o Lucas Robertone, quien sigue siendo la última alternativa para la medular tras la tensión vivida el pasado verano con la dirección deportiva a cuento de su frustrada salida.

¿Pero quién es Dzodic? Un producto achacable al buen área de 'scouting' de la UDA, que lo captó del Montpellier francés cuando apenas había disputado siete encuentros como profesional en la Ligue 1 (se midió a Rennes, Stade Reims, Olympique de Marsella, Olympiqe de Lyon, Mónaco, PSG y Nantes) y viendo que cumplía vinculación, por lo que firmó como agente libre sin tener que afrontar ninguna cantidad en concepto de traspaso, rubricando un contrato de larga duración, hasta junio de 2030.

Stefan ha desarrollado su incipiente carrera en las bases del Montpellier y es hijo de Nenad Dzodic, un central serbio de 1'88 que fue ídolo del conjunto galo durante finales de la década de los 90 y los albores de 2000, retirándose allí en 2011 tras un paso de un par de temporadas por el Ajaccio, disputando diez temporadas en la máxima categoría hasta su retirada a los 33 años de edad. El hijo parece haber heredado sus condiciones y ahora quiere labrarse un futuro en la exigente liga española. De momento parece que a Rubi le convencieron sus condiciones durante la pretemporada del conjunto indálico, lo que motivó las salidas de otros futbolistas de parecido perfil como el almeriense Marcos Peña o el catalán Rubén Quitanilla.