Javi Gracia: "Mi etapa en Almería fue una temporada de mucho disfrute y consiguiendo el objetivo"

UD Almería

El técnico del segundo ascenso del conjunto rojiblanco, el cual cumple su undécimo aniversario, recuerda que "fue una semana de mucha ilusión por un lado y también de intranquilidad" antes de afrontar la vuelta frente al Girona

"Vimos las celebraciones del ascenso de dos equipos en nuestras carnes", señala el entrenador navarro

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Javi Gracia durante una entrevista a pie de campo tras la consecución del ascenso a Primera División del conjunto rojiblanco en 2013.
Javi Gracia durante una entrevista a pie de campo tras la consecución del ascenso a Primera División del conjunto rojiblanco en 2013. / Javier Alonso

El 22 de junio de 2013 la UD Almería conseguía el segundo ascenso de su historia a Primera División, del que se cumplen hoy ya once años. Más de una década ha pasado desde entonces, pero el hito logrado por aquel equipo dirigido por Javi Gracia (1 de mayo de 1970, Pamplona) aún permanece en el recuerdo. Una gesta que el técnico navarro, quien ha fijado su residencia en Málaga durante esta última campaña en la que ha estado sin equipo, no duda en rememorar con Diario de Almería. Una corta etapa, de tan solo un curso, que asegura "fue una temporada de mucho disfrute y consiguiendo el objetivo".

A pesar del paso de los años, el entrenador pamplonés todavía tiene muy presente en su memoria su estancia en tierras almerienses. Y en la que fruto del destino Marcos Peña, quien hoy es una de las grandes promesas de la cantera del conjunto rojiblanco y debutante ya con el primer equipo, se cruzó en su camino. El ahora pupilo de Alberto Lasarte llegó a coincidir con su hijo Jon en uno de los equipos del Pavía por aquel entonces, teniendo la oportunidad de reencontrarse el técnico navarro con el que fuera compañero de su hijo durante la visita del Almería B al Atlético Malagueño en el encuentro de vuelta de la primera eliminatoria del play off de ascenso a Segunda RFEF.

¿Cómo ha estado llevando esta última temporada sin equipo? 

Me encuentro muy bien. Este año aproveché para hacerme también una operación de la cadera, me puse una prótesis de cadera y he estado un tiempo de baja, por decirlo así, pero he aprovechado para estar un poco más tranquilo, seguir muy vinculado al fútbol, pero desde casa y disfrutando un poco más también de la familia. Bastante tranquilo, pero de salud bien, que es lo importante. 

¿De qué manera ha aprovechado este tiempo a nivel profesional?

Al final tienes más tiempo para ver muchas cosas que cuando estás en tu día a día de tu equipo no lo tienes, te permite estar mucho más al día en conocimiento de otras ligas, de equipos, de jugadores, etc. Partidos para ver siempre hay y jugadores que ver siempre hay. Se dedica el tiempo por un lado a estar más al tanto de todas las variantes tácticas, de todas las opciones que manejan los equipos en diferentes ligas y luego a nivel ya un poco personal tratar de mejorar y preparar tareas de entrenamiento, sesiones de entrenamiento, un poco más el modelo, tu modelo de juego. Tienes tiempo mucho tiempo para ver sobre todo muchas cosas. 

¿Suele estar pendiente de cómo les va a sus antiguos equipos?

 Sí, yo sigo todo, aprovecho para ver muchas ligas y aprovecho lógicamente para también ver a todos mis exequipos que siempre tienes una mirada especial. 

Javi Gracia ha visto una temporada dura del Almería

¿Cómo ha estado viendo a la UD Almería esta última temporada desde la distancia? 

Creo que ha sido una temporada dura, dura en cuanto que fue difícil en el comienzo porque desde el comienzo de temporada hasta el final ha estado viviendo en una zona baja de la  tabla y en puestos de descenso y eso desgasta mucho. Y dura también porque creo que en muchos momentos los resultados han sido injustos con el trabajo y con los méritos que el equipo iba haciendo. En una temporada y en una competición como una liga se dice que la regularidad al final pone a cada uno a su sitio, pero hay momentos importantes en la liga en los que ese buen resultado, esa inyección de positividad, de optimismo podría haber ayudado al equipo a mejorar su situación y yo creo que eso nunca lo ha tenido. Ha tenido golpes anímicos muy duros y a pesar de todo yo creo que hubo muchos momentos a lo largo de la temporada en los que el equipo jugaba bien sin obtener los resultados que merecía. Por lo tanto, por eso digo que ha tenido que ser una temporada muy difícil para el equipo.

Javi Gracia sentado en su banquillo, donde se encontraba Ibán Andrés, en un encuentro de su etapa en Almería.
Javi Gracia sentado en su banquillo, donde se encontraba Ibán Andrés, en un encuentro de su etapa en Almería. / Rafa González

El club ha cambiado mucho desde su etapa, ¿mantiene relación con algunos de los pocos que aún permanecen en la entidad?

Cada vez queda menos gente, pero me acerqué recientemente a los campos de la Federación de Málaga porque jugaba el filial, el Almería B contra el Atlético Malagueño y ahí pude ver a Ángel Férez, por ejemplo, que también estaba con nosotros trabajando en el cuerpo técnico el año del ascenso. Saludé a Ibán Andrés también. Los dos unas personas excepcionales y grandísimos profesionales, que fueron colaboradores muy importantes en ese año del ascenso. Allí tuve la oportunidad también de saludar a Marcos, el chico que jugó en el filial y el primer equipo que debutó, que en aquella época jugaba en el Pavía con uno de mis hijos y que le conocía de niño. Siempre guardas recuerdos de las etapas donde has estado y te alegras mucho de saludar y de poder ver a gente conocida. 

En el caso de Ibán Andrés la relación debe ser especial, ya que fue su segundo tanto en el Málaga como el Rubin Kazán. 

Para mí es un amigo más que un profesional, un gran profesional con el que haya trabajado en diferentes equipos y en diferentes situaciones. La relación que tengo con Ibán personal es muy buena y con su familia. Es una familia muy querida por todos nosotros, por mi familia y en este caso yo creo que el trabajo que ha hecho Ibán conmigo en diferentes momentos en el club creo que siempre es muy valorado porque es un gran profesional. 

"Ese final de liga fue muy exigente para nosotros y gracias a la calidad, al trabajo y a la constancia del equipo, de los jugadores, se pudo conseguir"

¿Cómo recuerda esa temporada que estuvo en la UD Almería y en particular ese ascenso?

Fue una semana de mucha ilusión por un lado y también de intranquilidad porque queríamos conseguir el ascenso. Ya había sido un poco duro en el final de liga no conseguirlo de manera directa cuando caímos derrotados en Villarreal, que no lo pudimos conseguir ya de manera directa. Luego tuvimos que asegurar esa tercera plaza en las últimas jornadas de liga para tener esa ventaja en casos de empates en el play off y asegurando esa tercera posición luego tuvimos que enfrentarnos a Las Palmas con una eliminatoria ajustada y luego con un Girona que también había hecho una gran temporada, a pesar de que luego el resultado final fue en cierto modo más holgado. Fue una eliminatoria también muy exigente, luego el 3-0 de casa del último partido nos sirvió para vivir ese partido con un poco más de tranquilidad, pero lo cierto es que ese final de liga fue muy exigente para nosotros y gracias a la calidad, al trabajo y a la constancia del equipo, de los jugadores, se pudo conseguir.

¿Cómo se encajó el duro golpe de Villareal tras estar peleando por el ascenso directo hasta el último momento y luego tener que reponerse para afrontar el play off?

Psicológicamente fue exigente porque nosotros vimos, y se lo decía a los jugadores, vimos las celebraciones del ascenso de dos equipos en nuestras carnes. Es cierto que contra el Elche había subido esa noche antes, que en nuestro campo, prácticamente en nuestro partido celebraron el ascenso y luego el partido de Villarreal al ganarnos también. Habíamos visto dos equipos celebrar ascensos y nosotros que estábamos peleando por ello, veíamos que se nos estaban escapando las opciones de subir y a pesar de todo eso fuimos lo suficientemente fuertes de cabeza para seguir peleando, para seguir intentándolo y conseguirlo por un camino un poco más largo como era el play off.

El técnico navarro observa desde la banda el juego de su equipo durante el encuentro del ascenso frente al Girona.
El técnico navarro observa desde la banda el juego de su equipo durante el encuentro del ascenso frente al Girona. / Javier Alonso

¿Recuerda cómo fue aquel 22 de junio de 2013? 

Recuerdo pasar algunos ratos por la mañana en la habitación solo, intentando estar lo más tranquilo posible, recuerdo la charla prepartido, recuerdo el vídeo que les pusimos, recuerdo un poco la preparación del partido y la confianza que había en el equipo en conseguirlo. Teníamos un equipo, creo que maduro, un equipo experimentado y sobre todo también con calidad para luego poder demostrarlo en el terreno de juego. El equipo salió muy bien, creo que conseguimos goles de diferente manera, uno de ellos vino después de un córner desde la izquierda, de haber preparado diferentes jugadas de estrategia, luego en otros momentos otros goles fueron ya cuando el equipo rival estaba volcado a la contra. Yo creo que se reflejó en esos 90 minutos el trabajo que el equipo había hecho durante todo el año, de diferentes maneras, en diferentes registros los jugadores habían demostrado un gran nivel durante todo el año. No digo que el Girona no lo fuera, porque el Girona para mí también era merecedor del ascenso, había hecho una grandísima temporada, la diferencia en liga fueron tres puntos, fueron mínimas, pero creo que los jugadores en ese momento demostraron una experiencia y un saber competir que les hizo merecedores del ascenso. 

¿Dónde estuvieron las claves para conseguir el objetivo del ascenso? Además con contratiempos importantes como la no disponibilidad de Pellerano durante casi toda la primera vuelta por problemas con el trasnfer.

En un camino tan largo van sucediendo cosas, para nosotros fue duro el dejar de contar con Pelle porque era un jugador importante, pero el poder de la plantilla y el poder del grupo como tal hizo que ante determinadas bajas o ausencias el equipo seguía su camino. Luego incorporamos jugadores también en diciembre, se incorporó Iago Falque, yo creo que al final entre todos. Entre los jóvenes despuntaba Jonathan Zongo, que venía también de categorías inferiores, creo que era un poco cada uno en su papel, los veteranos por supuesto fueron importantísimos y que todos demostraron su oficio y marcaron el camino para el resto de jugadores, tuvimos al máximo goleador de la categoría, a Charles. Puedo nombrar a todos, pero al final hicieron yo creo que una gran temporada todos los jugadores y sobre todo yo destacaría el poder del equipo. 

También contaban con el pichichi de la anterior temporada como fue Ulloa, que estuvo hasta enero. ¿Cómo se gestionó esa situación teniendo a dos delanteros importantes en la categoría?

Al final las decisiones que se toman en el equipo a nivel de secretaría técnica o de entrenador siempre son pensadas en base a que va a ser lo mejor para el equipo y luego a veces las cosas salen mejor o peor. Desde luego la categoría de los jugadores era indudable y es lo que al final hace que se puedan conseguir los objetivos. 

"Mi ilusión hubiera sido entrenar en el Almería en Primera División con esos jugadores, pero no pudo ser"

¿Le quedó la espinita de no haber dirigido al equipo en Primera División?

Puede ser lo más habitual. En ese caso no lo fue. Yo tuve a la semana creo que fue una reunión con el presidente en ese momento y no entendí que lo mejor para mí y para el club era seguir. Creí oportuno después de dejar al equipo en Primera División, la mejor situación, que lo mejor era salir y que viniera otro entrenador que un poco que estuviera de acuerdo con el presidente y ya está. Muy agradecido, deseándole lo mejor siempre al club y a partir de ahí cada uno un poco por su camino. Mi ilusión hubiera sido entrenar en el Almería en Primera División con esos jugadores, pero no pudo ser. Nunca lo había hecho en Primera División, por lo tanto se entenderá que para mí hubiera sido en ese momento lo máximo, pero no pudo ser y hay que tomar decisiones de ese tipo.

Después de su etapa en el conjunto rojiblanco pudo entrenar a Osasuna, el equipo de su tierra.
Después de su etapa en el conjunto rojiblanco pudo entrenar a Osasuna, el equipo de su tierra. / Jesús Diges (EFE)

Justo esa temporada después del ascenso acaba entrenando en Primera División con Osasuna, el club de su tierra. ¿Qué supuso aquello?

Cuando empieza la temporada el equipo de mi ciudad, Osasuna, comienza con cuatro resultados adversos, creo que cuatro derrotas, cambian de entrenador y es el momento en el que me aparece esa oportunidad. Muy ilusionado también, no lo voy a negar, para mí mi equipo es el equipo de mi tierra y siempre lo va a ser. Trabaje donde trabaje y al nivel que sea. En ese momento Osasuna para mí fue una oportunidad increíble.

¿Qué ha cambiado del Javi Gracia de su etapa en Almería al de ahora? 

Vamos cumpliendo años, que eso es inevitable, y entiendo que con estos años más y experiencias que vas adquiriendo el objetivo siempre es intentar mejorar. Intentar mejorar como persona, intentar mejorar como profesional o por lo menos es mi ilusión, la de intentar cada día que pasa ser algo mejor y disfrutar y tratar de ser lo más feliz posible en mi trabajo y en mi vida personal. 

"Siempre que tengo ocasión de ver personas que han estado conmigo en el pasado aprovecho y trato de saludarles y de recordar estos momentos"

¿Ha seguido manteniendo contacto con algunos de los que fueron sus jugadores? En el caso de Corona coincidieron en su etapa en el Valencia.

El entrenador sí que suele mantener puntualmente relación o contacto con algunos exjugadores, pero estas cosas casi siempre se celebran más o se recuerdan más entre jugadores que con el cuerpo técnico. Yo he tenido relación, recientemente estuve en la despedida de Charles que le hacían un partido homenaje en Pontevedra y me invitó al partido y allí estuve presente. Puntualmente cuando he estado en los equipos y me enfrentaba a algún equipo donde podía ver o saludar a jugadores o al utillero Bernardo, a quien sea. Siempre que tengo ocasión de ver personas que han estado conmigo en el pasado aprovecho y trato de saludarles y de recordar estos momentos. El fútbol muchas veces nos separa y nos hace juntarnos o contactar menos de lo que nos gustaría. 

Javi Gracia entra al vestuario del conjunto rojiblanco tras la consecución del ascenso a la máxima categoría.
Javi Gracia entra al vestuario del conjunto rojiblanco tras la consecución del ascenso a la máxima categoría. / Javier Alonso

Tanto con Osasuna como con el Málaga pudo regresar a Almería. ¿Cómo recuerda aquellas dos visitas a la que fuera su casa?

Tengo buenos recuerdos siempre de Almería y del estadio y de las personas que conocí allí con independencia un poco de los momentos y de los resultados.  Lo vivido juntos es no se olvida, no nos lo va a quitar nadie y esos recuerdos para mí son imborrables y siempre estaré muy agradecido a toda la gente con la que conviví en Almería.

Habiendo entrenado también en la Premier League, ¿qué diferencias encuentra entre el fútbol español y el británico?

La Premier tiene unas posibilidades económicas que la Liga no tiene y eso lo hace desde mi punto de vista siempre algo más fuerte. Luego el tipo de fútbol que se practica ya puede ir un poco más por gustos personales. Yo creo que la Liga inglesa en estos momentos, como digo, es fortísima y lleva entrenadores y jugadores de grandísimo nivel. Por eso me siento muy orgulloso de haber entrenado en dos equipos en la Premier, de haber entrenado en la Liga también en varios equipos. Esa es la ilusión que tengo, de seguir haciéndolo y seguir demostrando que podemos entrenar en este nivel. 

¿Cómo vivió su etapa en Catar, último sitio en el que ha entrenado hasta el momento y en la que consiguió salir campeón de su liga?

Una experiencia diferente, no muy extensa en el tiempo, pero intensa en vivir en otra cultura, en otro entorno. También disfrutando de un país el cual se estaba preparando para el Mundial y con mucha ilusión en torno al fútbol.  Disfruté también mucho. Aprendimos muchas cosas, el vivir todo ese tipo de experiencias creo que nos hace ver cosas desde diferentes prismas y desde diferentes perspectivas y creo que todo eso es bueno. Yo la verdad es que el tiempo que estuve allí lo disfruté. 

El técnico navarro recibe el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería de manos del entonces alcalde, Luis Rogelio.
El técnico navarro recibe el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería de manos del entonces alcalde, Luis Rogelio. / Javier Alonso

¿Cómo es trabajar futbolísticamente en esa cultura tan diferente?

No te voy a decir que como todos los clubes, porque cada sitio es diferente, pero en todos los sitios te tienes que adaptar, en una parte te tienes que adaptar a ciertas costumbres, en este caso en países diferentes, con costumbres diferentes y con religiones diferentes, hábitos diferentes, horarios diferentes, igual hay que adaptarse algo más a sus costumbres. Pero una vez que ya tu trabajo empieza sobre el césped, ya es lo mismo y ahí se trata de entrenar a los jugadores, de prepararlos bien, de preparar bien los partidos y de competir. Luego lo que va después ya es un poco más personal y te costará más o te gustará más o menos, pero eso ya es un poco fuera de lo que es el fútbol y yo en eso no he tenido nunca ningún problema.

Volviendo a su etapa en Almería, ¿cómo la resumiría? 

Mi etapa en Almería fue una temporada de mucho disfrute y consiguiendo el objetivo del ascenso. Yo lo resumiría así, un año que disfrutamos mucho y consiguiendo el objetivo del ascenso que no es fácil.

Un sueño cumplido y otro por cumplir.

El que he cumplido poder ser jugador profesional durante muchos años y entrenador de ligas como la Premier League, la Liga o países como Grecia, Rusia o Catar. Tener todas esas experiencias en el fútbol era igual mi sueño desde pequeño. El poder conseguirlo y que sea tu profesión un poco lo que tú desde niño siempre has querido, eso desde luego es para estar muy contento y considerarme muy afortunado. Y luego el intentar ser feliz cada día, que yo creo que eso es realmente el verdadero objetivo.

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