¿Mano negra arbitral contra el Almería?
UD ALMERÍA | Contracrónica
El club indálico denuncia que las tres derrotas encajadas vinieron precedidas de controversia arbitral
El Almería exige explicaciones al CTA por el arbitraje en Ceuta
La Unión Deportiva ha dicho basta. El penalti que supuso la derrota en Ceuta, dando al traste con una racha de nueve jornadas sin perder y la posibilidad de asaltar el liderato en solitario, ha sido la gota que colma el vaso. La directiva del conjunto rojiblanco se planta y denuncia vía comunicado oficial y carta al Comité Técnico de Árbitros (CTA) al considerar que las tres derrotas encajadas por el equipo en lo que va de temporada han venido "influenciadas por decisiones de los colegiados". ¿Hay mano negra arbitral contra la UDA o es una pataleta de la entidad indálica? Analicemos los hechos.
Rigurosa roja a Lopy en el 27' ante el Racing
Cronológicamente la primera derrota que encajan los de Rubi se produce en la cuarta jornada, curiosamente en casa contra el Racing de Santander, uno de los equipos más protegidos por el estamento arbitral en las últimas campañas. Muy comentado fue el arranque liguero de los cántabros, en el que salían a expulsión del rival por partido disputado. Aquel día los almerienses ganaban por 2-0 con claridad a los santanderinos cuando el colegiado valenciano Fuentes Molina decretaba una rigurosísima expulsión de Dion Lopy a los 27 minutos de juego por un lance con Sangalli en el centro del campo que condicionó el devenir del encuentro. Tanto es así que los visitantes acabaron remontando (2-3), resultado en el que, por contextualizarlo todo, también influyeron las desacertadas sustituciones desde el banquillo, tal y como reflejaron las crónicas. Ese día estaba en el VAR el castellano-leonés De la Fuente Ramos, casualmente el mismo que encabezó el videoarbitraje este miércoles en Ceuta, que entonces no objetó a la decisión de su colega en el terreno de juego. El técnico catalán se quejó aquel día de que Fuentes Molina ya les había expulsado de una forma similar a Sergio Arribas contra el Burgos la campaña anterior.
Gol anulado a Bonini y discutible penalti del italiano
Solo una semana después de caer ante el Racing, en la quinta jornada, la UDA visitó el José Zorilla para medirse al Real Valladolid, con arbitraje del manchego Arcediano Monescillo y el cántabro López Toca, otro sospechoso habitual en clave rojiblanca, a los mandos del VAR. El encuentro iba 1-0 favorable para los locales cuando Arribas botó una falta y Bonini, especialista en esas lides, cabeceaba a la red. Nadie del Valladolid protestó algo punible en la acción, todo parecía normal hasta que el VAR asumió el protagonismo de avisar al colegiado para que acudiese al monitor y acabase anulando el tanto. ¿El motivo? Un teórico fuera de juega posicional de Gui Guedes observado en una toma a cámara lenta repetida hasta la saciedad para construir el necesario relato. La presunta interferencia del luso no fue más que una ligera pantalla a un rival que a criterio del árbitro se convirtió en placaje y facilitaba el remate de Bonini. La cosa ese día no se quedó ahí. El Almería logró igualar el duelo, pero en el minuto 87, de nuevo a instancias del VAR, Arcediano señala un penalti muy discutible por manos de Bonini tras caerle el balón llovido de un rebote en su intento de despeje sin tan siquiera saber de dónde venía. En el descuento, con los almerienses volcados en busca del empate, llegaba el 3-1 definitivo, que vino precedido de un fuera de juego de Biuk que pasó desapercibido.
Penalti surrealista señalado a Bonini en Ceuta
El colmo del surrealismo se vivió en el Alfonso Murube de Ceuta con motivo de la reanudación del partido correspondiente a la decimotercera jornada que se celebró este miércoles. El choque venía ya de por sí condicionado por las declaraciones en la previa del técnico rival, José Juan Romero, que había calificado como "sangrienta" para los intereses de su equipo la fecha designada por el Juez Único de Competición y también se había quejado del arbitraje recibido en su reciente visita a Riazor. El cuadro caballa se adelantó en el marcador con tanto de Marcos, respondido al poco por Arribas (2-2). A falta de diez minutos el juez de línea llama la atención del colegiado navarro Morilla Turrión acerca de un lance en el área rojiblanca protagonizado por Anuar y Bonini. El árbitro, sin tomarse la molestia de revisar la acción en el monitor del VAR, nuevamente al mando de De la Fuente Ramos (caprichosas coincidencias del destino) decretaba el punto fatídico.
Las imágenes desvelan con nitidez un suave forcejeo mutuo y la caída al piso de Anuar con evidente teatralidad. Cómo sería de claro que hasta el propio Romero, al término del encuentro, admitía que no había sido pena máxima: "Nos pitaron un penalti que según me comentan no es. Lo reconozco, lo admito y no pasa nada. Si pitan penalti además es agresión sin balón, por lo que hay que echar roja". Rubi, que compareció antes en sala de prensa, ya había puesto el dedo en la llaga: "Es lamentable que te piten un penalti así con lo que hay en juego, no lo ha visto ni él, lo ha pitado el linier. Esta vez el VAR sí tenía luz, pero no ha querido funcionar. Lo que sí ha funcionado es lo que decía vuestro entrenador, quien llora, mama".
Luego llegaría la inmediata reacción de la UDA emitiendo un duro comunicado a través de su web oficial y redes sociales pidiéndole explicaciones por lo ocurrido al CTA, que suele actuar con el corporativismo habitual en estos casos y no es de descartar que si la jugada se analiza próximamente en el pseudoespacio 'Tiempo de revisión' sea una vez más para intentar justificar lo injustificable retorciendo el reglamento. El propio Morilla Turrión, en la redacción del acta arbitral, ya de hecho lo hizo al reflejar que había mostrado tarjeta amarilla a Bonini en el lance de marras con Anuar "por derribar de manera temeraria a un contrario sin estar el balón en disputa". Según esa lógica al propio entrenador ceutí le asistía la razón cuando dijo que si el árbitro ve agresión lo normal es que muestre cartulina roja y no amarilla. Un absoluto disparate merecedor de un neverazo de época.
Incesante goteo de amarillas a los miembros de la medular
A la luz de los hechos no es de extrañar que en el seno de la UDA empiece a pensarse que hay una mano negra arbitral detrás de muchas decisiones que están perjudicando claramente los intereses rojiblancos. Y no son solo las analizadas, evidencias de bulto, sino el goteo incesante de amonestaciones, particularmente a los futbolistas de la medular, que rara es la ocasión que logran llegar al descanso sin haber visto una amarilla, condicionando su desempeño posterior sobre el verde. Todo esto coincide con arbitrajes permisivos con rivales de los denominados históricos como Racing de Santander o Deportivo de la Coruña, que parece tengan que subir a Primera por decreto como ya ocurriese el curso pasado con el Real Oviedo. La sospecha se ha instalado dentro del club y quieren que el CTA, organismo dependiente de la RFEF, les dé las oportunas y convenientes justificaciones.
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