Rubi anticipa a diciembre el síndrome de enero
UD ALMERÍA | Contracrónica
El técnico se equivocó en planteamiento, elección de piezas y sustituciones y al equipo le faltó actitud y el carácter que le imprimen Monte y Bonini
Rubi: "El rival tampoco ha hecho grandes cosas"
No fue una cosa exclusiva de este domingo porque el Almería viene emitiendo señales preocupantes desde el empate casero ante el Huesca, maquilladas por un triunfo engañoso en Andorra debido a la ristra de ocasiones que falló el rival, pero la derrota ante el Burgos, segundo conjunto que asalta el Juegos Mediterráneos tras el Racing de Santander (en su caso con polémica arbitral), sí ha hecho saltar muchas alarmas porque la escuadra indálica parece entrar en barrena antes del parón navideño y todavía queda por solventar una complicada visita a La Rosaleda de Málaga el próximo domingo (14:00). Es como si el habitual síndrome de enero que suelen sufrir los equipos dirigidos por Rubi (durante su estancia al frente de la UDA viene siendo algo recurrente) se hubiera anticipado a diciembre. La derrrota ante el cuadro burgalés dejó matices que merecen ser analizados en profundidad.
Rubi se equivocó más de lo acostumbrado
No es habitual en el técnico catalán, pero tuvo una jornada aciaga a todos los niveles, desde el planteamiento inicial ante un rival que iba a calcar la disposición táctica del Huesca con mejores argumentos ofensivos, pasando por la elección de las piezas en el eje de la zaga y el centro del campo y acabando por las sustituciones (inexplicable que retirase a Dzodic o el cambio de cromos Luna por Chirino cuando más se necesitaba percutir por bandas). Aunque en la rueda de prensa postpartido no adoptase un discurso autocrítico, lo focalizó más bien en que "el rival tampoco había hecho grandes cosas " (las suficientes como para ganar), lo cierto es que en su entorno próximo sí le han hecho ver que no estuvo afortunado, amén de que él es consciente de que no fue su mejor día en la oficina.
El equipo pierde carácter sin la dupla Bonini-Monte
Había muchos temores por jugar por primera vez en mucho tiempo sin la pareja de centrales Monte-Bonini y no fueron infundados. Más allá de que el partido de Aridane resultase una calamidad y que el joven Pedro Fidel estuviera bastante aseado (de sus botas nace el tanto del 1-1 con un gran envío sobre Embarba), piropo de Rubi incluido, lo cierto es que el equipo pierde mucho carácter sin el portugués ni el italiano sobre el césped. Aridane, pese a su veteranía, no es un líder y siempre se le vio fuera del partido, incapaz de comandar una zaga que, por jerarquía, le correspondía. Al contrario, fue otra vez un flan, pleno de inseguridad, quedando retratado en las acciones de los dos goles. En el primero, si bien es cierto que Morante le gana la espalda a Puigmal y el error inicial es suyo, cabe recordar que una de las principales tareas de un central es mostrar atención a las correcciones y estando cerca de la acción ni tan siquiera hizo pantalla saltando para estorbar el remate del contrario. El penalti infantil del segundo no necesita ni explicación, se comenta solo, metiendo el pie tarde para trabar al adversario dentro del área. No da el nivel mínimo.
Lopy está fuera de forma y mantiene la titularidad
Otro misterio sin resolver, un auténtico expediente X para no pocos aficionados, es que Dion Lopy mantenga la titularidad por sistema pese a que lleve varias jornadas fuera de tono de forma preocupante. El centrocampista senegalés no está siendo el motor que acostumbra rompiendo líneas en conducción ni tampoco es la brújula que haga jugar a sus compañeros, por lo que no tiene sentido que mantenga su puesto en el once por decreto. Más aún si cabe disponiendo el plantel de múltiples variables en la demarcación. Esto entronca con la extraña desaparición de Iddrisu Baba de las prioridades de Rubi, no contando ni de inicio ni como uno de los reemplazos habituales pese a ser el ghanés uno de los mediocentros más solventes disponibles. Llama poderosamente la atención del mismo modo que en los últimos malos resultados (empate ante el Huesca, derrota copera en Elda y derrota frente al Burgos) no jugase ni un minuto Gui Guedes, que suele ejercer como la balanza que equilibra al equipo en la zona ancha. El luso es un tipo discreto que no entretiene a la grada con bailes tribuneros de salón, pero enormemente efectivo a tenor de sus estadísticas.
Mucho juego por dentro y poco por fuera
Se empeña este Almería en transitar por dentro, con nula verticalidad, cuando los contrarios ya conocen los puntos fuertes y saben que desconectando a Sergio Arribas tienen buena parte del trabajo hecho. Contra el Burgos volvió a incidirse en el error pese a que el tanto del empate viene precisamente gracias a una de las pocas acciones por fuera, el referido envío en largo de Pedro Fidel sobre Embarba, que le gana la partida al carrilero y pone un buen centro sobre la acometida de Thalys a la zona de remate. Parece obvio que la contratación que insinuó Rubi de cara al mercado invernal, al margen del fichaje de otro '9', será de un extremo con prestaciones distintas a las que puedan ofrecer Melamed o Baptistao, de los que apuran la línea de fondo para ponerla atrás sobre la llegada desde segunda línea, dándole así un nuevo recurso a un cada vez más desgastado libro de estilo rojiblanco.
Faltos de actitud e intensidad
Cuando el equipo logró igualar el choque en el tiempo de descuento del primer acto, quien más y quien menos se las prometía felices para la segunda mitad pensando que los jugadores saltarían con otra actitud más incisiva. Nada más lejos de la realidad, el segundo tiempo fue un tratado a la indolencia y a la falta de intensidad, como si en juego no estuviera la posibilidad de hacerse con una plaza de ascenso directo en solitario, dándole un zarpazo a la tabla clasificatoria en un momento clave de la temporada. Al contrario, los futbolistas trotaron por el césped ante la desesperación de un graderío muy desencantado con lo que veían sus ojos, mientras Rubi se conformaba en sala de prensa con el hecho de que el resto de peseguidores tampoco habían sacado buenos resultados. Mal de muchos...
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