Rubi vuelve a toparse con la realidad

UD Almería | El acta de Vivancos

Ciertos planteamientos como el exhibido en Riazor le suelen funcionar al técnico catalán, pese a que su utópica ilusión es otra

Lo que Bonini dio, Yeremay lo borró con arte (1-1)

Bonini conduce el balón durante el encuentro que enfrentó a los rojiblancos con el Deportivo en Riazor.
Bonini conduce el balón durante el encuentro que enfrentó a los rojiblancos con el Deportivo en Riazor. / UDA
Ramón Gómez-Vivancos García

04 de octubre 2025 - 21:11

Al ver el once inicial diseñado por Rubi para afrontar el duelo más exigente que ha tenido la UDA hasta la fecha, un servidor se mostraba relativamente tranquilo. No ya porque la UDA va creciendo como conjunto durante las últimas jornadas, sino porque ciertos planteamientos como el exhibido en Riazor le suelen funcionar a Rubi, pese a que su utópica ilusión es otra. Y lo es porque tan sólo hay que retrotraerse al pasado 9 de febrero, con la visita de la UDA al mismo escenario de esta jornada. El Depor pasó en aquella ocasión por encima de la UDA como un tsunami, gracias sobre todo al planteamiento ultra ofensivo que abrazó Rubi tras haber encontrado, a finales del pasado año, una fórmula equilibrada que le llevó a su equipo al liderato.

Como es lógico, aun contando con Suárez, esa UDA resultó ser de lo más endeble y se descabalgó del ascenso directo en pocas semanas. Recordemos, porque se jugó frente a un Depor más débil que el actual. En el once inicial, tres delanteros centros, Lázaro, Suárez y Baptistao, junto a Melamed, dejando en la parcela central desierta a Lopy y a Robertone. El resultado, nefasto, y no sólo ese día, sino el resto de la campaña que con un poco de sentido común y equilibrio podía haber sido la del ascenso. En Las Palmas comentó Rubi que deseaba ganar con la posesión, y se venció con todo lo contrario y en La Coruña se volvió, por la ausencia de Embarba, a contar con un centrocampista de más, Arnau, que siempre cumple y ayuda en labores defensivas.

Por ahí la UDA siempre encuentra ese equilibrio (repetiré este término varias veces). Además, Arribas tiene la vocación de ayudar a la medular, por lo que nos encontramos con ese Almería equilibrado que llegó a batir un récord de imbatibilidad en la pasada campaña. Es cierto que la pareja de centrales ha elevado su nivel en la presente temporada, pero por muy buenos que sean dichos centrales, si Rubi no se decanta por la senda del equilibro para ocupar racionalmente el terreno de juego, su equipo logrará más fracasos que éxitos. El contar con Arnau, o Pozo en su momento, fortalece la solidez de un equipo que sufre cuando el número de delanteros iguala al de la zaga.

Chirino con el balón bajo su posesión durante una acción del encuentro disputado por los rojiblancos en tierras gallegas.
Chirino con el balón bajo su posesión durante una acción del encuentro disputado por los rojiblancos en tierras gallegas. / UDA

Chirino deja a Yeremay rematar a placer

Por desgracia, me temo que el concepto del técnico rojiblanco es otro, aunque espero que Rubi aparque su reconocida tozudez y vea que el sendero para alcanzar el premio final en esta categoría es el de la racionalidad, por encima de los planteamientos utópicos, como el que presentó hace ocho meses en Riazor. En el apartado individual, comencemos por lo negativo. Chirino y Melamed. El lateral necesitó bastante ayuda, pues en el aspecto defensivo sigue dejando que desear. En el golazo encajado por la UDA, deja Chirino a Yeremay rematar a placer.

Es cierto que luego hay que ponerla ahí, pero a un jugador de tanta calidad no se le puede dejar hacer ante una actitud tan pasiva. Lo del delantero, pues otro partido bastante flojo al ser muy previsibles sus movimientos ofensivos, con escasa velocidad y demasiada pérdida del balón. Por el contrario, la pareja de centrales comienza a recordar a la de Ely y Babic, incluso a mejorarla, tanto en ataque como en defensa. Dzocic va camino de convertirse en un gran jugador y con Gui sobre el terreno de juego es muy complicado perder.

La UDA va progresando y adquiriendo un porte de conjunto sólido, difícil de doblegar, pero con unos preceptos muy alejados de los de Rubi, como nos ha demostrado tantas veces. Los grandes entrenadores se adaptan a su plantilla y al medio en el que compiten, y no al revés. Espero que Rubi tome nota de una vez. No podía dejar de referirme a Bruno Iribarne; porque no todos los días un almeriense, que además pertenece a la UDA, es convocado por la selección española sub-21. Enhorabuena.

stats