Thalys tapa bocas

"De la preparación viene la oportunidad". La frase, un claro 'leit motiv', la dijo Thalys en una entrevista en exclusiva a este periódico, la primera que daba a un medio de comunicación tras su presentación como la mayor apuesta del mercado veraniego de la UD Almería. Le llovió 'hate'. Sus detractores, quienes critican cada movimiento de la dirección deportiva sin esperar tan siquiera a ver al jugador de turno sobre el verde (ya ocurrió también con Dzodic), hablaban de blanqueamiento. Pero a sus 20 años Thalys es plenamente consciente de los 6 millones que costó y viene demostrando que posee la necesaria madurez para intentar triunfar en el fútbol europeo yendo paso a paso, sin prisa pero sin pausa.

Rubi sabe que tiene entre sus manos a un diamante en bruto y está sabiendo pulirlo como un buen orfebre, sin desgastarlo de forma innecesaria. Había que fortalecer un físico con potencial pero aún por hacer y había que inculcarle unas nociones tácticas que en el anárquico fútbol brasileño, donde prima la calidad del futbolista sobre los sistemas, suelen pasarse por alto. En esa tarea se aplicó el cuerpo técnico desde el mes de agosto. La afición pedía ver sobre el césped al fichaje más costoso de Segunda División, pero su entrenador aguardaba el momento preciso para darle la alternativa en el once titular.

Fue con motivo de la visita al Artés Carrasco de Lorca en Copa del Rey, donde ya dejó destellos de lo que puede aportar dándole la asistencia del 0-1 a Marko Perovic con un buen movimiento en el área. Muchos aficionados (y no pocos periodistas) ya lo habían sentenciado de antemano por cuatro ratos sueltos disputados en partidos previamente encarrilados. Y entonces llegó su gran oportunidad, la que estaba esperando desde que dejó su Sao Miguel de Campos natal para embarcarse en la aventura europea.

Lesionado su compatriota Baptistao y con Soko reclamado por Camerún, la semana previa al derbi contra el Cádiz se hacía propicia para estrenarse en el once liguero. Hubo dudas el último día porque el africano pudo viajar de improviso al ser eliminada su selección del clasificatorio para el Mundial, pero no en Rubi. El arquitecto de Vilassar mantuvo firme su intención de ubicarlo como '9' de salida y Thalys respondió en el campo.

Apenas tardó un cuarto de hora en convencer a los incrédulos. El defensor del Cádiz Pelayo hizo una mala entrega y Thalys se vio al borde del área con el esférico en su poder. Otro delantero tal vez hubiera ido contra el zaguero a intentar el dribling, pero el brasileño, con nervios de acero (de ahí el mote de 'hombre de hielo'), alzó la mirada, acomodó el cuerpo y lanzó un sutil pase a la red con la zurda que entraba junto a la base del poste de la portería defendida por Aznar. Su carta de presentación no pudo ser mejor. Puigmal y Arribas corrían a abrazarse a él mientras el Juegos Mediterráneos estallaba en júbilo.

Igual que antes fue pronto para precipitarse en 'matarlo', también ahora es pronto para 'ensalzarlo' más de la cuenta. El movimiento suele demostrarse andando y en el fútbol hay que refrendarlo cada fin de semana, pero Thalys evidenció ante su afición que tiene buenas condiciones para explotar como un buen '9' de futuro. El gol, necesario para seguir creciendo y confiando en el trabajo que desarrolla, tal vez no fuera lo más importante, sino su trabajo para desgastar a los centrales y descargar el juego a ambas bandas, así como la forma en la que fue a la presión. No es Luis Suárez ni Darwin Núñez, pero Thalys ya está labrando su propio camino.