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Las catequistas de Vélez Rubio celebran el centenario de su fundadora Dolores Sopeña

  • Las cinco religiosas conmemoran la efeméride en una eucarística presidida por el obispo de la Diócesis de Almería, Adolfo González

El 10 de enero de 1918 entregaba su alma a Dios, Dolores R. Sopeña, una mujer de carácter visionario y vanguardista, ejemplar y de gran sensibilidad e inquietud apostólica que dedicó su vida y acción hacia las personas más desfavorecidas de la sociedad, que no habían disfrutado de la oportunidad de desarrollarse, ni de conocer suficientemente a Dios.

Con ocasión de tan importante efemérides, las cinco religiosas que forman la comunidad de catequistas de Vélez Rubio, en la casa natal de la fundadora, han celebrado el centenario del fallecimiento de la beata con una eucarística presidida por el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes. A la que ha asistido la Superiora Provincial de España, Rosa María Hermosa. Junto al prelado han concelebrado el párroco, Javier Ruiz Pérez, sacerdotes nacidos en el pueblo como Francisco Jerónimo Ruiz, actual formador espiritual del seminario diocesano o el claretiano Juan Jesús Gea o el antiguo párroco Domingo Navarrete. A ellos se han sumado los párrocos de Mojacar y Chirivel, Miguel Esteban Jeréz y Raúl del Águila respectivamente.

En todo momento, las catequistas se han sentido arropadas por su pueblo que ha llenado la iglesia del convento de la Inmaculada con la asistencia del alcalde, Miguel Martínez-Carlón, los mayordomos de las cuatro hermandades, las religiosas del convento y numerosos amigos de la familia Sopeña que se han unido para celebrar el inicio del Año del Centenario.

"Hoy es un día de gozo" ha señalado la superiora provincial quien ha alentado a seguir el carisma de Sopeña. Por su parte, el Obispo de Almería, ha agradecido la gran labor que realiza el Instituto dedicando su labor a la promoción de la condición humana, sobre todo en el mundo actual que está sumido en una grave secularización y hace falta una "nueva evangelización, hay que presentar el rostro de Cristo".

Dolores Sopeña, fue una mujer valiente y adelantada a su época, que supo dar respuestas a los retos de los tiempos de entonces y organizó todo un movimiento comprometido con la promoción y la evangelización de la clase trabajadora. Toda su actividad se desarrolló a finales del s. XIX, en plena revolución industrial. Con tan solo 17 años atendía a enfermos de tifus en las cuevas de Almería y a leprosos fuera de la ciudad. Recorrió Puerto Rico y Cuba donde centró sus esfuerzos en los sectores más apartados de la sociedad. El 23 de marzo de 2003 fue beatificada en Roma por S. Juan Pablo II.

En la actualidad su misión sigue estando presente en España, Ecuador, Argentina, Colombia, México, Chile y Cuba, donde el espíritu de Dolores Sopeña, sigue muy vivo y contagiando a miles de corazones

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