CORONAVIRUS ALMERÍA

Un ejército de Playmobil para acabar con el coronavirus ‘malo’

  • Ricardo, de 11 años, y su hermana Ángela, de 6, echan a volar su imaginación e inventan y ponen voz a un cuento que han grabado y colgado en redes sociales con la ayuda de sus padres

Un ejército de Playmobil para acabar con el coronavirus ‘malo’

Un ejército de Playmobil para acabar con el coronavirus ‘malo’

Ricardo tiene 11 años y su hermana Ángela 6. Los dos estudian en el Colegio Safa (Sagrada Familia) de la capital almeriense y junto con sus padres, Ricardo, trabajador en una empresa de almacén eléctrico, e Isa, maestra interina de Francés actualmente sin destino, poseen una colección de más de un centenar de ‘clicks’ de Playmobil.

Antes del coronavirus, Ricardo y Ángela ya montaban sus propias historias con los muñecos. Habían hecho dos ideas más sencillas, una historia de indios que viajaban en el tiempo y otra en la que los personajes también fluyen entre siglos a través de la historia, superando pruebas para devolver a cada uno de sus protagonistas, ficticios y reales, a sus respectivas épocas.

Para la tercera, ya confinados en casa, fueron más allá. Para evadirse del aburrimiento, Ricardo e Isa, los padres, utilizaron un croma verde que habían visto en varios sitios. Usando solo este dispositivo, con fotos y vídeo, todos a una, los niños iban colocando los ‘clicks’ y a través del croma y se iban colocando distintos fondos o cuevas.

Una vez estaban todas las imágenes, era el turno de contar la historia. Mientras Ricardo padre e Isa mostraban cada una de las escenas, Ricardo hijo y Ángela creaban el cuento sobre la marcha, preparaban el audio y se grababa.

El malo del cuento es, claramente, el coronavirus, que ha secuestrado a los padres de los dos grandes protagonistas, que acuden sin dudarlo en su búsqueda y rescate. Para conseguirlo, tienen que derrotar a un ejército en el que no faltan malos malísimos: soldados romanos, piratas, zombies, Frankenstein o el mismísimo Darth Vader. Pero los buenos tienen también ayuda y con Batman y Thor las cosas son más fáciles.

En crear el cuento se fueron varios días. Todas las fotos se hicieron en uno solo, mañana y tarde, y el montaje en el programa se fueron otro par de días. Además, las tomas falsas en las grabaciones dilataron el proceso, pero al final el resultado es de lo más original y divertido.

El cuento lo han colgado en redes sociales y enviado a familiares, amigos y gente del colegio. La respuesta ha sido bastante buena y de hecho la familia al completo ya piensa en nuevas y próximas historias, cambiando un poco de tercio.

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