David Salvador, mejor lanzador de hueso de aceituna: "Era una espinita que tenía clavada"

Años de prueba y error son los que ha necesitado David Salvador, quien ha logrado coronarse como el campeón de la novena edición del Concurso de Lanzamiento de Hueso de Aceituna celebrado el pasado mes de noviembre como una de las actividades más emblemáticas de la ‘Feria del Aceite’ del municipio de Canjáyar. El joven canjilón logró hacerse con el primer puesto del podio tras comerse una aceituna y escupir su hueso a una distancia de 16,8 metros , que se dice pronto.

–¿Es la primera vez que ganas el concurso? ¿Qué se siente al batir todas las marcas de los demás concursantes?

–Era una espinita que tenía clavada. Llevo presentándome desde la primera edición y siempre he conseguido hacer buenas marcas, quedando en la mayoría de ocasiones en el segundo puesto. No es la primera vez que gano, una vez ya logré quedar primero, pero me sabió a poco porque no se presentó el rival a batir de cada año, a quien ahora he ganado limpiamente y con el que mantengo una buena amistad desde la infancia, a pesar del pique que nos genera cada año esta competición. Le tenía muchas ganas.

–¿Cuál ha sido la clave para obtener el mejor lanzamiento?

–Los secretos no se revelan. Lo que sí puedo decir es que la técnica tiene poco que ver con intentar soplar fuerte, si no que se trata de escupir con decisión, cada uno con su estrategia, en la que influye mucho la postura y otros factores del momento como el aire del ambiente. Sin duda, hay que llenar bien los pulmones de aire y lo más importante, no ponerse nervioso. Además, prestar atención al movimiento que haces con el cuello, porque cuanto más estiras menos fuerza tiene el aire, y puedes lesionarte en un sobresfuerzo que puede ser en vano.

–¿Cuánto y cómo has practicado entre una edición y otra?

–Nada. La verdad que no hago esto fuera del concurso. Llego, lanzo y como salga ha salido. No creo que sea una cosa que se pueda entrenar como si fuese un deporte, porque te sale o no te sale. La noche anterior estuve con mis amigos en un bar en el que nos pusieron aceitunas y empezaron a animarme para que lanzara a modo de práctica, pero la verdad que prefiero no hacerlo e ir a ciegas el día de la competición, dejándolo en manos de la suerte del momento.

–Lanzaste casi 17 metros de longitud, es sin duda una muy buena marca

–Sí, es de las mejores de mi registro, e incluso diría que mi récord personal. Hay pocas personas que logren acercarse a esas distancias, lo que hace que casi siempre seamos los mismos los que compartamos los primeros puestos y aumente la rivalidad entre nosotros, que ya nos conocemos y nos tomamos esto como un día en el que divertirnos y pasarlo bien entre amigos disfrutando de nuestro pueblo.

–Este campeonato se realiza en otros lugares?¿Te has planteado presentarte?

–No sabría decirte. Creo que hace unos años se hacía en un pueblo de Murcia, y de ahí trajeron la idea hasta nuestro pueblo, pero nunca me he informado de más. Esto no es para mí una competición aunque exista rivalidad, sino un juego que hacemos cada año, y como decía, el atractivo es competir contra los vecinos y amigos intentando batir nuestras propias marcas.

–El reconocimiento y resultar ganador está muy bien, pero el premio tampoco está nada mal, ¿no?

–El premio lo es todo, si no hay aceite, la gente deja de presentarse porque no tienen el aliciente tradicional. Es cierto que cada vez es menos, supongo que porque el precio está demasiado caro -bromea- y no da para más. Este año, he recibido un lote de acceites de las dos almazaras que tenemos en el municipio y un bote de aceitunas.El que queda primero es al que más litros le corresponden, y el segundo y el tercero reciben algo menos pero igualmente está muy bien. Si pasas un buen rato y puedes llevar a casa un producto como este, es un buen logro.