José Antonio Gómez: “El pistacho puede ser rentable pero hay que tener paciencia”
Entrevista
Este productor de Canjáyar es la primera vez que recoge una producción rentable para cubrir gastos después de ocho años
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José Antonio Gómez es uno de los jóvenes emprendedores y germen del relevo generacional en la agricultura almeriense, donde cada vez son más los nuevos cultivos que surgen y se van abriendo hueco en la provincia de Almería. Es el caso del pistacho, un producto innovador que él conoce bien y que ha empezado a dar sus frutos tras muchos años de espera en su finca ubicada en Canjáyar, lo que le ha llevado a crear su propia marca: ‘Pistachos El Monjo’
–¿Cómo nace la idea de plantar pistachos en este municipio de la Alpujarra Almeriense?
–Tenía unos terrenos heredados de mi abuelo y decidí probar suerte con el pistacho hace ya ocho años. En realidad, empezó como un hobby, porque yo me dedico a la pintura, tengo mi empresa, y esto lo hago en mis ratos libres porque me gusta.
–¿Cuántas hectáreas tiene plantadas?
–Cuatro hectáreas y media. Pero para poder vivir de esto, son necesarias entre 8 y 10 hectáreas. A mi me queda mucho camino todavía para recuperar la inversión.
–¿Ha sido este un buen año para quienes os dedicáis al cultivo de pistachos?
–Para mí ha sido una buena campaña porque he recogido bastante más de lo que esperaba, estoy bastante contento. En verde he recolectado sobre los 900 kilos de los primeros cien árboles que se plantaron. Luego, con el pelado y secado pierdes la mitad de la producción, y al final queda sobre el 40% de lo que has recolectado. A pesar de eso, es una buena cifra para no haber alcanzado la primera década.
–¿Le ha resultado rentable hasta ahora?
–Este ha sido el primer año de recolección seria y rentable. Desde que se planta, el pistacho tarda entre ocho y diez años en dar la suficiente producción para obtener ganancias y empezar a cubrir gastos. Hace ya algunos años que mis árboles empezaron a producir pero no lo suficiente para ganar dinero, si no lo justo para repartirlos entre la familia y los amigos. A partir de ahora es cuando empieza a ser rentable de verdad.
–¿En qué se diferencia el pistacho del resto de productos de la huerta de Almería?
–Principalmente, en el precio. El problema es que todo lo relacionado con la planta, desde la mano de obra hasta el propio manejo del cultivo, es mucho más complejo que el del olivar o la almendra. Por eso, en parte, se paga más caro, porque si bajara de los cuatro euros el kilo sería totalmente inviable. En el caso de la almendra, ahora mismo está a poco más del euro, que en pistacho supondría arrancar las plantaciones.
–¿Qué debe saber quién quiera iniciarse en este cultivo?
–El pistacho puede ser rentable, pero hay que tener paciencia porque si no es bastante complicado. Además, lo primero es entender que el pistacho es originario de zonas de secano, como Turquía o Irán. Pero allí da menos fruto, por eso, aquí el riego es fundamental. Hay que estudiar la zona para que la planta tenga frío en invierno y calor en verano, junto con el tipo de suelo y la disponibilidad de agua para hacer la plantación más productiva.
–Una vez acabada la temporada, ¿cómo afrontas la siguiente?
–Este año me ha pillado desprevenido tener tanta producción y para el año que viene quiero prepararme mejor. Como no esperaba tanto, he recolectado todo de manera manual sacudiendo yo mismo los árboles.
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