Sanidad animal

La tuberculosis bovina se dispara en Andalucía

  • En un año, la prevalencia ha pasado de un 5,94% de rebaños afectados al 11,5%. Córdoba, con más del 15%, es la más afectada y Cádiz, con el 4%, la que menos.

La lucha contra la tuberculosis bovina no está teniendo éxito en Andalucía, donde, tras unos años en los que parecía que la incidencia de la enfermedad estaba remitiendo, en 2014 se ha disparado hasta afectar al 11,5% de los rebaños, el doble que el año anterior y más de lo que se había contabilizado desde que se está aplicando el programa nacional de erradicación.

Estos repuntes, que afectan a toda Andalucía, tienen muy preocupados a los ganaderos, que viven con el temor de que en cualquier momento se puedan encontrar con un análisis positivo en su explotación, lo que supone que su ganado queda bloqueado sin poder llevar terneros a cebadero ni poder comprar o vender ganado.

La tuberculosis bovina es una enfermedad infecciosa -que no se trasmite al ser humano y de hecho los animales que van al matadero por esta causa pasan a la cadena alimentaria- pero que causa muchos daños a los ganaderos e impide el desarrollo de la ganadería. Basta decir que cada vez que se detecta un animal que da positivo en un rebaño o explotación, no sólo se sacrifica el animal enfermo sino que todo el rebaño queda sometido a una especie de bloqueo que impide, por ejemplo, que los terneros -aunque estén sanos- puedan ir a un cebadero normal sino que han de ser cebados en la explotación o ir a un cebadero especial donde pagan por ellos mucho menos que en los normales.

Según datos de la Consejería de Agricultura, en Andalucía, tenemos 6.040 explotaciones sometidas al programa. En el año 2013 tuvimos una prevalencia de la enfermedad del 5,94%, un porcentaje que ha aumentado en el año 2014 hasta el 11,5% de las explotaciones. En cuanto a animales, la prevalencia es del 2%, lo que significa que han dado positivo unos 10.000 animales, que han sido sacrificados.

La andaluza es la tasa es la más alta de España con diferencia. Le sigue Castilla-La Mancha con un 7,21% seguida de Extremadura con un 4,62%. Estas comunidades, junto con La Rioja, País Vasco y Valencia, son las que han obtenido malos resultados en la campaña de erradicación de la tuberculosis bovina, pues en las demás autonomías o no ha aumentado la prevalencia o incluso ha disminuido. En cualquier caso, 2014 ha sido un mal año en la lucha contra esta enfermedad pues -principalmente debido al aumento de casos en Andalucía- los datos nacionales han experimentado "un retroceso a los niveles de hace ocho años, con una media de prevalencia del 1,72%".

Por provincias, según datos de la Consejería de Agricultura, las más afectadas por la enfermedad son Córdoba, que supera el 15%, y Sevilla, que también está por encima de la media. Entre las que tienen menos prevalencia está Cádiz que ha mejorado resultados y está en un 4%.

Sobre los motivos de este aumento de la prevalencia, Rafael Olvera, director general de Producción Agrícola y Ganadera, achaca parte de este aumento a que, en los últimos años -"y porque tenemos una voluntad decidida de atajar la enfermedad"- han aumentado los controles oficiales, de forma que además de las pruebas que se llevan a cabo en Andalucía las ADS (asociaciones de defensa sanitaria) han realizado controles de inspección y ello ha llevado a que se detecten más casos.

En cualquier caso, el responsable de Producción Ganadera de la Junta, dice que "cuando se hacen las cosas bien, baja la prevalencia" y para ello pone el ejemplo de Cádiz, donde se ha conseguido bajar la tasa. "Se trata de ser muy meticuloso en el procedimiento y llevarlo a cabo con mucho rigor. Si no se hace así, no funciona". En este sentido, Olvera asegura que en los últimos años se han intensificado no sólo las inspecciones oficiales sino también la formación de todo el personal implicado en la realización de las pruebas. "Es una técnica compleja -dice-; hay que poner las inyecciones en el lugar correcto y no en cualquier sitio. Tienen que entrar en la mangada (espacio al que se llevan todas las reses para inspeccionarlas) absolutamente todos los animales, y hacerlo todo bien, en perfectas condiciones".

Juan Bilbao, veterinario de Asaja Sevilla, comparte la tesis de que al menos un porcentaje de ese aumento de la prevalencia puede venir del hecho de que los análisis al ganado "se están haciendo más seriamente, con lo que se pueden estar detectando más casos".

Enrique Acción, ganadero de COAG, con una explotación en Huelva, explica que la preocupación es "muy importante, sobre todo porque -según dice- en algo nos estamos equivocando y no sabemos en qué". En su opinión, las ADS "lo están haciendo bien, pero lo cierto es que hay repuntes importantes y que estamos peor que en ninguna otra parte de España".

En este sentido, Acción reclama que se unifiquen los criterios para los positivos a nivel nacional, ya que -según asegura- en la actualidad, en la prueba que se hace a las reses y en las que se les inocula el germen para ver la reacción en unas comunidades, se considera positivo con dos milímetros de inflamación en la piel -caso de Andalucía- mientras que en otras no se considera positivo si la inflamación no es al menos de cuatro milímetros -caso de Extremadura- o de tres milímetros -caso de Castilla y León-. Sin embargo, desde la Junta de Andalucía niegan que esto sea así y aseguran que esas mediciones "son las mismas en todo el territorio nacional".

De hecho, Rafael Olvera es taxativo y asegura que "frente al runrún de que el programa no funciona, tengo que decir que sí lo hace, pero sólo si se hace bien".

Sin embargo, entre los ganaderos hay bastante contestación al actual programa. Entre las críticas que algunos ganaderos cordobeses -que prefieren que su nombre no aparezca publicado- han expresado a este periódico está la complejidad de la prueba, que para algunos "quita fiabilidad". En este sentido, aseguran que a veces da positivo un animal porque ha tenido contacto no con la tuberculosis bovina sino con la aviar, y que por el contrario hay animales que dan negativo y sí que tienen la enfermedad. También critican que actualmente no hay kits disponibles para la segunda prueba de ganma-interferón, "por lo que no se puede contrastar". En cuanto al aumento de la prevalencia, coinciden con el representante de COAG en que Andalucía aplica criterios más estrictos que otras comunidades, "pues tiene esa potestad de decidir que es un positivo a partir de una inflamación de dos milímetros y en otros lugares eso lo califican como dudoso a la espera de una segunda prueba". Otra crítica es que llevan 40 años luchando contra esta enfermedad "sin lograr adelantos" por lo que reclaman que se busquen nuevas fórmulas como la doble prueba, que diferencia la tuberculosis bovina de la aviar y que se hace en otro lugares de Europa, caso de Inglaterra. Asimismo, se pide que se mida la incidencia en la fauna silvestre, donde muchos creen que hay un "reservorio" que impide la erradicación. También solicitan que se publiquen las tasas de coincidencia entre los análisis previos y los post mortem en matadero, pues hay quien dice que en el 95% de los animales sacrificados en los análisis de matadero no se encuentran nada.

En lo que coinciden tanto el experto de Asaja como el de COAG es en que cuando se detecta un caso en una explotación los costes económicos para el ganadero son inmensos y no por el hecho de que se sacrifiquen una o dos reses sino por el bloqueo de todo el rebaño, que a partir de ese momento sólo puede ir directamente a matadero pero no a cebaderos. "Eso supone que o el ganadero tiene que cebar a los terneros en su explotación, algo para lo que no está preparado y le sale caro o como mucho llevarlos a cebaderos calificados, donde no te pagan una miseria por el ternero". Según Asaja, en estos cebaderos se paga un 30 o 40% menos por el ternero.

Los daños son tan serios que según Enrique Acción "a veces es mejor que den positivo más animales e ir al vaciado sanitario -la muerte de todo el rebaño- por duro que sea". El problema, según este ganadero es que tras ese vaciado sanitario toca reponer toda la ganadería con la inseguridad de cuando te vuelve a brotar la enfermedad. "Hay veces -explica- que cuando toca el saneamiento te pasas tres días sin dormir".

Asimismo, los ganaderos piden más investigación, pues aseguran que para ellos lo principal es "saber como hay que hacer las cosas para que no te enferme el ganado". En este sentido, desde Asaja Córdoba piden que se estudie la posibilidad de elaborar una vacuna "marcada" que "proteja a los animales frente a la infección por micobacterium bovis para poder diferenciar las pruebas diagnósticas del animal que posee anticuerpos vacunales del que tiene infección. También reclaman estudios de bioseguridad de las explotaciones por parte de la Administración .

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