Entrevista al presidente de Coexphal

“Nuestra horticultura saldrá más valorada como sector estratégico”

  • Aún es pronto para hacer balance de campaña, dice Juan Antonio González, quien añade que de esta crisis el sector va a salir anímicamente bien, porque la sociedad ha reconocido su labor. “No es seguro que se salga así económicamente, porque ya se está viendo que esta crisis podrá afectar mucho a la demanda”

El presidente de Coexphal, Juan Antonio González

El presidente de Coexphal, Juan Antonio González / Diario de Almería

En momentos en que la mayor parte de la población está en casa, el campo no para ¿Qué decir a todos los empresarios agrícolas y trabajadores que cada día van a trabajar para abastecer al resto de la sociedad?

–Como presidente de Coexphal quiero dar las gracias a todos y cada uno de los equipos de hombres y mujeres de las empresas asociadas que, con su gran trabajo diario, están haciendo posible el abastecimiento y suministro de nuestros productos en los mercados. Con el esfuerzo que están realizando, dando lo mejor de sí mismos, estamos consiguiendo que la población española y europea tengan frutas y hortalizas de calidad en sus casas. Este sector, con su actitud, no ha fallado a la ciudadanía. Estamos al pie del cañón. Por eso, me siento muy orgulloso de pertenecer a este colectivo. Estamos cumpliendo con nuestra obligación, cada uno en su puesto, perfectamente organizados, y dando lo mejor de nosotros, cuando más se necesita. También el equipo humano del Grupo Coexphal continúa trabajando a pleno rendimiento para estar a la altura del trabajo que está realizando las empresas asociadas. Siguen en sus puestos (ya sea en las propias oficinas o en casa mediante teletrabajo) apoyando la labor de todos los asociados. Todos los departamentos que conforman Coexphal están al cien por cien para atender y servir de ayuda a las empresas que lo precisen.

–Desde el primer momento las empresas se han puesto en marcha para garantizar la salud de los empleados, ¿cuáles han sido en general las medidas tomadas y sus resultados?

–El sector hortofrutícola en su conjunto está cumpliendo escrupulosamente con las medidas de seguridad, tanto las aconsejadas por el Gobierno de España, la Consejerías de Salud y Familia y la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, como las recomendadas a través del Departamento de Prevención de Coexphal. La asociación, una semana antes de que se decretara el estado de alarma comenzó a coordinar en los almacenes y a establecer un plan o protocolo de actuación, elaborado por personal sanitario (de Color Salud), que se explicó a las empresas para su implantación, indicando que lo primero que tenían que hacer era informar a sus trabajadores sobre el coronavirus y las medidas para su prevención. Para ello se les enviaron carteles del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud que colocaron en distintas zonas de las empresas, un material difundido además en varios idiomas (inglés, francés, árabe, ruso y rumano) para facilitar su comprensión por todo el personal. En el protocolo de actuación frente al COVID-19 se incluyen todas las medidas recomendadas como lavarse las manos con frecuencia, la distancia de seguridad entre trabajadores y el uso de guantes (como ya era habitual) o la entrada escalonada al almacén. Especial atención se está prestando a los trabajadores que intervienen en la carga y descarga de los almacenes de manipulado, a los que se les obliga a permanecer en la cabina del camión y a utilizar mascarilla. Además, todas las empresas están reforzando las medidas de desinfección y limpieza de pasadores, tiradores, teclados de ordenadores, y aquellos objetos que puedan ser tocados por muchos trabajadores.

“Este sector, con su actitud, no ha fallado a la ciudadanía. Estamos al pie del cañón”

–Desde Coexphal se puso en marcha la campaña #ElCampoNoPuedeParar, ¿qué valoración hace de las mismas semanas después de que comenzara a circular?

–Desde Coexphal, junto a sus empresas comercializadoras y productoras, queremos apoyar públicamente al sector hortofrutícola, que en estos momentos se encuentra en segunda línea de batalla y su labor es encomiable. De esta forma hemos iniciado una campaña de apoyo a todos los que, desde el agricultor, pasando por técnicos, industria auxiliar e insumos, los almacenes, transportistas o tenderos, hasta llegar al consumidor, forman parte de la cadena agroalimentaria, que hoy, más que nunca, imprescindible para hacer frente a la crisis sanitaria, social y económica del COVID-19. Se están impulsando acciones en redes sociales para reconocer su esfuerzo y conseguir que se sientan orgullosos de alimentar de forma saludable a toda Europa. La cadena hortofrutícola es amplia y cada parte es fundamental, por lo que a través de redes sociales estamos lanzando mensajes de apoyo a cada una de estas partes, con el lema #ElCampoNoPuedeParar acompañado de su logotipo. Como dice otra campaña que también apoyamos #EstePaisLoAlimentamosUnidos y por eso es importante que se sepa que El Campo No Puede Parar.Nuestra valoración es muy positiva, pero no solo de esta iniciativa sino de todas las que han surgido desde las propias comercializadoras agradeciendo a sus trabajadores su apoyo, sino también desde empresas de la industria auxiliar, medios de comunicación, administraciones locales, la propia Junta de Andalucía o el Ministerio de Agricultura que también han impulsado acciones en este sentido para poner en valor nuestro sector, que por diferentes razones nunca había sido valorado en su justa medida ni otorgado la importancia que realmente tiene de alimentar a los consumidores europeos.

–Económicamente el agro (frutas y hortalizas) será uno de los menos golpeados por la crisis sanitaria, ¿qué balance hace de la marcha de esta campaña incluido el mes de estado de alarma?

–En una campaña normal, es muy difícil hacer una valoración cuando aún no ha terminado porque siempre debemos esperar a que concluya para poder analizarla en su conjunto. En esta ocasión tan atípica que estamos viviendo es más complicado aún poder hacer un balance. Hay que esperar a ver cómo termina, porque recién estamos empezado con la campaña de melón y sandía y no hay muy buenos augurios para la misma. De esta crisis el sector va a salir anímicamente bien, porque la sociedad ha reconocido su labor. No es seguro que se salga económicamente bien, porque ya se está viendo que esta crisis podrá afectar mucho a la demanda.

–Qué inconvenientes se están dando en la comercialización (si hay ralentización en salida de pedidos, encarecimiento del transporte...)

–El principal problema que se ha identificado ha sido en cuanto al tema de la movilidad y el transporte del personal tanto a las fincas como a los almacenes de confección y manipulado del producto, debido a las normas de la cantidad de personas que puede ir en coche o microbuses. Coexphal ha trasladado al Gobierno de España, en reiteradas ocasiones, la urgencia que constituye preservar el trabajo de todos los eslabones de la cadena de suministro, desde insumos, al propio agricultor, al sector del manipulado y hasta el supermercado, para evitar que se produzca desabastecimiento de estos alimentos de primerísima necesidad.

-Por otro lado, la agricultura, además de con su seguimiento de la actividad, ha mostrado su lado más solidario en cuanto a donaciones de material para diversos fines sanitarios así como productos hortofrutícolas, ¿tenéis desde Coexphal una aproximación de las donaciones realizadas por las firmas socias?

–No contamos con una cifra aproximada porque las donaciones. A día de hoy continúan produciéndose. Nuestras comercializadoras, a través de la Delegación Territorial de Salud de Almería y bajo la coordinación de Coexphal, han contribuido de forma solidaria con la donación de material sanitario muy necesario en estos momentos, así como con aportaciones económicas para centros hospitalarios de la provincia y residencias de mayores. El material entregado va desde equipos de protección individual, mascarillas, monos, patucos, guantes, batas, gafas protectoras, alfombras desinfectantes, plásticos (que se podrán utilizar para la protección de materiales y herramientas) y manta térmica (para la fabricación de mascarillas de protección); hasta equipos de protección para sulfatar y ponchos de plástico; además como no podía ser de otra manera de frutas y hortalizas frescas producidas en nuestros invernaderos.

–¿Cómo las están recibiendo los receptores, principalmente centros de salud?

–Todos los receptores las están recibiendo con muchísimo agradecimiento, e incluso algunos centros hospitalarios han realizado vídeos y mandado mensajes mostrando su gratitud. En el difícil momento que vivimos por el COVID-19, todas estas acciones solidarias, sin duda, te hacen sentir muy orgulloso del sector hortofrutícola al que pertenezco.

"Las previsiones que tenemos para la campaña de melón y sandía no son muy buenas"

–Después de la ‘heroicidad’ reconocida al sector agrario, ¿cree que será necesario volver a las calles para reivindicar unos precios justos y el cumplimiento de la Ley de la cadena agroalimentaria porque nos falle la memoria de lo que el sector está haciendo hoy?

–Creo que de esta crisis sanitaria nuestra horticultura saldrá reforzada en cuanto a su imagen y más valorada como sector estratégico y de primera necesidad. Una vez que todo esto finalice tendremos que sentarnos y ver en situación quedan nuestras demandas y reivindicaciones, y en qué medida serán atendidas.

–Hasta ahora la ‘normalidad’ ha reinado en el sector hortofrutícola pero ahora llegan dos productos de primavera, melón y sandía, sobre los que planea la incertidumbre por el precio y demanda, ¿qué pediría a la sociedad y distribución para que estos productos y por tanto sus productores no se vengan abajo y les pase como al de la fresa en Huelva?

–Las previsiones que tenemos para la campaña de melón y sandía no son muy buenas por varias razones: primero por el cierre completo del canal de hostelería, restauración y catering; en segundo lugar, el cierre de fronteras y caída consiguiente del tráfico de viajeros está impidiendo la llegada a España de millones de visitantes de otros países que consumían el producto local. Además, las bajas temperaturas en Europa central y Norte están actuando como freno casi total a la demanda de estas frutas más propias y apetecidas en tiempo más templado. Lo que le pediría a la sociedad es que contribuyan a que nuestros melones y sandías no se queden en los invernaderos ni en los estantes de los supermercados. Que se animen y consuman estos productos que además de ser refrescantes son muy sanos.

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