Natural de Castril, Ramón Alcázar es un joven agricultor, ganadero y emprendedor que ha apostado por la perdiz autóctona de la Sierra de Castril. Una persona siempre vinculada al campo que en la actualidad compagina la cría de perdiz con el cultivo de almendro y olivar.

Hace tres años, su pasión por estas aves le llevó a emprender y constituir la Granja Cinegética “Sierra de Castril”, especializada en la perdiz roja; un proyecto que ya cuenta con el sello de calidad de la marca Parque Natural de Castril. Un lugar donde cría perdices autóctonas del entorno natural de esta sierra, con un cuidado específico desde la puesta a su suelta en el entorno natural. Para ello, su granja cuenta con un voladero en el que ha adaptado el terreno para que se parezca lo más posible al entorno natural en el que se encuentran estas aves. En este, las perdices aprenden a picar, a volar y a vivir en semilibertad; para poder defenderse una vez pasen al campo.

Además, la granja cuenta con unas parcelas donde cultiva trigo y alfalfa para la alimentación de las perdices. Un cultivo abonado con el compost generado por las mismas aves.

El objetivo de esta granja es “la cría para la repoblación de esta especie autóctona de aquí”, asegura Alcázar. Además de esta empresa, Ramón cuenta con alrededor de un millar de olivos y almendros jóvenes, con un manejo agrícola ecológico. Aún sin certificar, Ramón ya está trabajando para comenzar con el proceso de conversión a agricultura ecológica y obtener este certificado. Y seguir dando pasos hacia técnicas agrícolas regenerativas de suelo y paisaje. Siendo esta una de las cosas que espera de la asociación almeriense Alvelal, un apoyo y asesoramiento para regenerar el suelo y el paisaje a través del manejo de sus cultivos productivos.