Agricultura y ganadería

Pastos convertidos en polvaredas y cultivos sin una gota de agua en Los Vélez

  • La falta de lluvia que azota a Almería se ceba en el Marquesado, donde los ganaderos tienen estabulado a su ganado y a base de pienso

  • El buen precio del cordero segureño se va entero ante la necesidad de comprarle alimento a los animales y la poca eficacia de los seguros

El ganado de José, en tierras totalmente seca, sin rastros de verdor para que puedan alimentarse.

El ganado de José, en tierras totalmente seca, sin rastros de verdor para que puedan alimentarse.

Sigue sin llover. En el cielo hay más sol que nubes. Y cuando hay alguna nube, bien por las avionetas bien porque los nubarrones ya han descargado todo lo que tenían que descargar en occidente, no trae agua. La situación es crítica, es desesperante, es alarmante, es para empezar a replantearse cosas. Y en la Comarca de los Vélez, agricultores y ganaderos lo están haciendo. Son ya varios años los que las campiñas de Vélez Rubio, Vélez Blanco, María y Topares no destacan precisamente por su verdor y su frescura, pero en palabras de José Serrano, "no recuerdo ningún año como éste".

La Comarca de los Vélez es zona de meseta, es decir, tiene un clima más parecido al de Castilla la Mancha que al del resto de Almería, puesto que está a más de mil metros sobre el nivel del mar. Esto significa que es zona de temperatura extrema en invierno y en verano, puesto que no tiene un Mediterráneo que suavice el frío y el calor. Lo que nunca ha sido es una zona tan seca como en los últimos años. Sin ser un vergel, Vélez Rubio y Vélez Blanco, María con su Parque Natural y Topares siempre han tenido agua suficiente para abastecer a ganaderos y agricultores.

Sin embargo, en los últimos años han empezado los problemas. La ausencia de lluvia se traduce en grandes polvaredas donde debería de haber pastos para ovejas y cabras. De la misma manera, el cultivo de la zona (cereales, trigo, cebada, avena y legumbres este año) se está haciendo en tierra agrietada por la falta de humedad, lo que dificulta incluso la plantación de la simiente. Todo se convierte en una tormenta (seca) perfecta para que agricultores y ganaderos de la zona estén al borde del colapso.

"La humedad que tiene la tierra es cero. Por una parte, hemos tenido que empezar a plantar ya por el tema de la PAC y porque hay años que podemos usar esas plantas para alimentar a los animales, ya que la mayoría de personas que trabajamos en el campo somos agricultores y ganaderos. Por otra parte, la ganadería está estabulada, estamos echándole pienso con un precio de 300 euros la tonelada. Si hubiera llovido este otoño, el ganado estaría en el campo pastando hierba. La situación es terrible, no tenemos confianza en que vaya a llover", explica José Serrano, histórico trabajador del campo velezano, que además también es vicepresidente de Asaja Almería.
Sin verdor en el campo, la ganadería no puede pastar. Cabras en su caso, José tiene el ganado estabulado y lleva meses comprando pienso, al precio disparado al que está, para poder alimentar a los animales. "En el campo no pueden comer nada y para que críen los corderos, tenemos que aportarle piensos compuestos o cereales que tenemos del año pasado", indica el ganadero que apunta que aunque el alimento suele ser barato y lo compran a las cooperativas de Murcia, el precio al que está el gasoil también les influye negativamente. Para más inri, la falta de agua para la agricultura también les hace perder el cereal con el que pueden alimentar de un año a otro a su ganado: "En un año normal, en primavera siegas y ya tienes la comida para el año siguiente. Pero si no llueve, lo vamos a perder todo. El kilo de simiente de veza está a dos euros, mientras que el año pasado estaba a 40 céntimos".
Ante esta problemática, los ganaderos están dispuestos a vender sus animales y cambiar su estilo de vida. "Hay gente que no puede hacer cosas porque no puede pagarlo. Muchos vecinos está vendiendo su ganado. Llegará el día que una costilla de cordero cueste 3 ó 4 euros porque se está quitando la ganadería al no ser rentable. Puedes estar un año o dos, pero no puedes aguantar más. Si a eso le unes la mano de obra, que si no fuera por los inmigrantes ni habría". Aunque el precio del cordero segureño es alto en las vísperas de Navidad, los números siguen sin salir. "Los mataderos y las grandes superficies se han dado cuenta que la ganadería está tendiendo a desaparecer. Imagino que será una cosa coyuntural porque estamos en vísperas de Navidad".
"Antes había más de cien mil cabezas y ahora no llega a sesenta mil. Si esto no toma el Gobierno cartas en el asunto, nos quedamos en veinte mil. Con todo el que hablo me dice que si esto sigue así, las quita. Conozco incluso gente que quiere matarlas porque no tiene con qué alimentarlas y si todo el mundo las vende, al final no habrá ni compradores", dice triste José que todos los días se levanta mirando al cielo, pero se lleva el mismo chasco. 

Del paso seco al bancal agrietado

La falta de lluvia provoca que la pescadilla se muerda la cola. Sin agua, no brotan las plantas. Si no brotan las plantas, la agricultura se empobrece. Y si la agricultura de la zona es improductiva, las cabezas de ganado que no se han alimentado en la sierra, tampoco pueden hacerlo con el cereal que guarda el agricultor. El pasto está seco al no haber caído ni una gota desde el pasado mes de abril (cayó algo en septiembre, pero insuficiente para humedecer el terreno) y los bancales son polvaredas similares.
"Estamos sembrando con cero de humedad, seco totalmente. Estamos sembrando porque hay que hacerlo por la PAC y pensando que algún día lloverá. Al estar en seco, creo que la simiente se queda ahí y no se estremece. Pero claro, es un gasto terrible porque la simiente la estamos comprando prácticamente a un euro el kilo", a lo que hay que unirle el insumo: "Los abonos están también carísimos, a 1,20 ó 1,30. A 150 kilos por hectárea más o menos, fíjate lo que nos podemos dejar en abono", apostilla el vicepresidente de Asaja Almería. 
Un tractor arando un bancal. Ni gota de humedad, todo polvo y tierra. Un tractor arando un bancal. Ni gota de humedad, todo polvo y tierra.

Un tractor arando un bancal. Ni gota de humedad, todo polvo y tierra.

Aunque está preocupado por los cultivos, José sabe que resisten mejor la sequía de lo que lo puede hacer el ganado. Por eso, la agricultura puede subsistir a malas penas hasta las lluvias primaverales, puesto que el invierno se prevé igual de seco, pero los animales lo van a pasar peor. "Si no cambia la cosa, todo lo que estamos plantando puede acabar perdido. Si a partir de Navidad lloviera, se puede recuperar algo aunque no va a ser igual de bueno. Aquí normalmente se siega en junio o julio. Lo que veo mal es el tema de la comida para la ganadería, porque aquí hiela y la planta no va a salir hasta abril. El año pasado llovió tarde, pero al final la cosecha fue aceptable. El problema es que los animales no empezaron a comer hasta entonces y los seguros no nos cubrieron".

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