Nieto, hijo y padre de agricultor, Francisco de Ves, el nuevo presidente de la cooperativa Coprohnijar, no recuerda cuando comenzó su primer contacto con la agricultura, lo que si recuerda es que cuando llegaba del colegio dejaba la cartera con los libros y acompañaba a su padre en las labores del campo. Los años pasaron y cuando volvió a la barriada nijareña de los Grillos, después de hacer el servicio militar, decidió junto a su hermano dedicarse a tiempo completo a la agricultura. En 2001 entró como vocal en el consejo rector de Coprohnijar, más tarde fue vicepresidente y ahora llevará las riendas de la cooperativa, por lo menos hasta final del próximo año, que será cuando se produzcan nuevas elecciones.

–¿Nueva responsabilidad pero usted ya llevaba muchos años en el consejo rector?

–Empecé como vocal, más tarde vicepresidente y ahora presidente. Es un puesto que cojo con mucha ilusión y responsabilidad. He venido aquí a esforzarme y a aportar todo lo que se. Voy a poner toda la carne en el asador para conseguir que Coprohnijar siga creciendo. Somos una cooperativa puntera y la empresa hortofrutícola más grande de Níjar.

–Ahora a su trabajo de agricultor le tiene que sumar una nueva responsabilidad.

–Sí, este puesto exige muchas horas pero tengo el apoyo de mi familia, se que mi vida cambia a partir de ahora y tengo que volver a organizarme. Mi hermano estará a pie de obra y eso me tranquiliza mucho. Siempre hemos ido juntos en la agricultura y aunque yo siga yendo al invernadero, ya no dispondré del mismo tiempo que antes de acceder a la presidencia.

–¿Cuándo fue la última vez que pudo disponer de un mes de vacaciones?

–Nunca he tenido un mes completo de vacaciones. En la agricultura es difícil poder disponer de tantos días seguidos.

–¿Y 15?

–Tampoco lo recuerdo. Este año, sin ir más lejos lo que hicimos fue coger 4 días por un lado, volvimos porque teníamos cosas que ver en el invernadero y después volvimos a coger otros 4 días.

–A pesar de no desatender el invernadero, esto tampoco garantiza que la cosecha vaya a dar los resultados esperados.

–Así es, en este trabajo hay muchos factores que influyen en que el resultado sea el esperado. El agricultor puede estar todos los días en el invernadero pero eso no le garantiza la rentabilidad económica. Por ejemplo, las condiciones meteorológicas pueden resultar nefastas para una buena cosecha. La calima que hemos tenido este año, una granizada o una helada, sin ir más lejos. Tampoco podemos olvidar las fluctuaciones de los precios de los productos.

–¿Este año no han estado mal?

–Este año los precios han sido mejores que otros años.

–¿Claro que los costes también se han disparado?

–Los precios de todos los insumos han subido mucho más que los precios de los productos y, por el momento, no se está repercutiendo en el consumidor todo ese aumento del coste pero, si la situación continúa así, habrá que hacer algo porque en caso contrario no se podrá continuar con la actividad.

–De hecho parece que la construcción de invernaderos no continúa al ritmo de hace unos años.

–Es cierto, hay un parón en nuevas construcciones. Los precios han subido muchísimo y se hace complicado poder hacer rentable un invernadero.

–A pesar de todo, seguimos siendo la huerta de Europa.

–Y confiamos en que sea así por mucho tiempo.