El personaje

"Las fincas abandonadas son el principal foco de contagio del pulgón en Almería"

  • La plaga del pulgón se desarrolla cuando el clima es más cálido

  • Hay cultivos más propensos al contagio que otros

Francisco González en la finca de Biovalan

Francisco González en la finca de Biovalan / Francisco González

El pulgón es una plaga que afecta a todos los agricultores de la provincia, y cada año la plaga se presenta de manera distinta. De esta manera, los propietarios de los cultivos ven disminuir sus ingresos por haberle hecho frente a este insecto. Este es el caso de Francisco González Baños de Biovalan S.L. 

Este agricultor de El Ejido cuenta que su experiencia con el pulgón ha sido un quebradero de cabeza porque la plaga no siempre se puede erradicar del todo, y que la fauna auxiliar y los productos ecológicos no siempre son suficiente, a pesar de que en ocasiones se defiendan bien.

El uso de las medidas preventivas muchas veces eleva los costes más de lo deseado y a su vez deriva en otros problemas. Por ejemplo, si se quiere hacer uso de la fauna auxiliar, esta debe desarrollarse en unas condiciones óptimas, además de proporcionarle un entorno donde se pueda mantenerse. Por otro lado, a pesar de ser ecológicos, algunos productos causan estragos en las plantas. “Estos productos en ocasiones pueden llegar a endurecer la planta, interfiriendo en su sistema reproductivo. Además, no todos los productos funcionan igual en diferentes temperaturas, por ejemplo lo que te puede ir muy bien cuando las temperaturas están más bajas, puede fallar cuando las temperaturas aumenten. También depende de la humedad”, comenta Francisco González.

La fauna auxiliar funciona de un modo similar, la climatología interfiere mucho en su desarrollo y en su efectividad. “Lo ideal es hacer uso de esta fauna cuando las temperaturas son más suaves, así estos depredadores pueden desarrollarse mejor y ser más efectivos. En caso contrario, podrían morirse por el frío o por el calor”, afirma el agricultor.

Así pues, el pulgón también depende mucho de la climatología. La plaga suele desarrollarse de forma más acelerada cuando las temperaturas y la humedad son bastante altas- de manera contraria a la que lo hacen sus depredadores, por eso la plaga siempre se expande mucho más rápido que la fauna auxiliar-. Pero al igual que aumenta con el calor, la plaga mengua con el frío, por ello, durante los meses de invierno es mucho más fácil controlar este problema.

Por estas mismas razones, Francisco González ha decidido no sembrar durante el ciclo primaveral. “Los problemas que causó el pulgón el año anterior generaron graves estragos, por eso, yo me voy a esperar al ciclo de invierno para volver a plantar. Porque mientras antes empieces a plantar y cosechar, antes vienen los problemas” cuenta. Además, añade, que mientras más pronto se plantea el problema del pulgón se prolongará durante un mayor espacio de tiempo. Tenga en cuenta el lector, que el ciclo primaveral justo coincide con la subida de las temperaturas. Además, según cuenta Francisco González, es más fácil detectar y erradicar un foco de plaga cuando hace más frío.

"Yo me voy a esperar al ciclo de invierno para volver a plantar. Porque mientras antes empieces a plantar y cosechar, antes vienen los problemas”

Lo que es cierto es que hay fincas que son más prosperas que otras a sufrir este problema. Por ejemplo, los cultivos preferidos de este insecto son los del tipo de pimientos y calabacines. Mientras que el tomate a penas se tiene que preocupar por esa invasión. Asimismo, los pimientos reciben su visitan solo de vez en cuando. No obstante, la peor parte se la llevan los agricultores de plantas rastreras, como también es el caso del propietario de Biovalan. “En plantas rastreras como lo es la sandía, es más difícil deshacerse del pulgón, porque bien se esconde debajo de las hojas o debajo de la planta. El producto no siempre alcanza bien esas zonas por lo que no llega a exterminar la plaga” afirma.

El de Biovalan cuenta que no es solo el pulgón el que le da dolores de cabeza a los agricultores, también hay muchos otros insectos que lo hacen. Y a pesar de que la climatología sea su principal medio de desarrollo, no es el principal foco de contagio. Francisco González cuenta que gran parte de la culpa en cuanto a la reproducción de la plaga, en muchas ocasiones son los cultivos vecinos. Y no es porque los demás agricultores no se ocupen de las fincas en explotación. Se debe sobre todo a los cultivos abandonados, donde por fuerza de la naturaleza, la cosecha vuelve a florecer convirtiéndose en un festín para el pulgón, y convirtiéndose así en el principal foco de contagio de la plaga.

Desde su posición como agricultor, Francisco González llama a la responsabilidad a los demás agricultores para que no abandonen sus cultivos, o para que al menos los gestionen de una manera para que en el futuro no afecten a las fincas vecinas. También confirma que la reducción del uso de químicos para el tratamiento de las plagas es el camino que sigue desde hace muchos años para mantener su cultivo ecológico y sin daños por su uso.

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