ArlequinoGastronomía llena de matices

En una de las calles con más encanto y que probablemente mejor conserva la esencia árabe de Mojácar, se sitúa el restaurante Arlequino. Veinte metros más abajo del antiguo arco moro de entrada a la ciudad y junto a la casa en que, según cuenta la leyenda, nació Walt Disney encontrarás un verde oasis entre las escarpadas y blancas calles de Mojácar. Estás en el Arlequino. Tres grandes palmeras te dan la bienvenida a un fresco y acogedor patio con viejas mesas de madera y sillas de enea.

Arlequino no es un restaurante al uso, es un espacio de sensaciones y cariño, tanto en sus fogones, como en su ambiente, como en el trato cercano y amable de quienes allí se esfuerzan por hacer que el cliente se sienta un amigo. Es un espacio de rincones diferentes con historias y ambientes en los que se fusionan materiales modernos y de diseño con la más pura esencia de la arquitectura mojaquera.

Su emplazamiento es único. Desde sus terrazas te acerca la luna y las estrellas, el mar, la costa hasta que tu vista se pierde allá por las playas de Águilas, al otro lado Sierra Cabrera y por doquier las blancas calles de ésta que podría ser una antigua isla Griega desplazada en el espacio. Un espacio de ensueño, agitado por el cálido y limpio aire de la costa almeriense en el que cualquier anochecer de verano bajo una tenue iluminación y los sabrosos sonidos del soul, la bossa nova, el funky o el mejor blues de Van Morrison se abrirán todos tus poros a la magia y sensaciones únicas de Mojácar.

Arlequino pretende crear emociones, todas, no sólo por su entorno y su decoración, también y fundamentalmente en su cocina. Busca ofrecer un hueco para todo el mundo y para ello te ofrece una suculenta gama de raciones para picotear o una destacada variedad de platos vegetarianos cargados de matices diferentes. Otra sección la dedica a las carnes, con brochetas o chuletones y solomillo de buey traídos desde el norte para ser asados en la parrilla de leña que corona una de sus terrazas.

También puedes acercarte para disfrutar en cualquiera de sus terrazas o en su interior de un genuino cocktail o de un fresco copazo a la luz de las velas, siendo parte activa del mundo bohemio que aún hoy es Mojácar. Arlequino no es fácil de encontrar así que te invita a perderte entre las intrincadas calles de Mojácar. Es una aventura que seguro merece la pena, un lugar de luz y sonrisas.No olvides traer la tuya.