Historia y agua en el Bajo Andarax

El yacimiento arqueológico de Bayyana cuenta con más de un millar de palmeras y se puede apreciar la bahía de Almería

Historia y agua en el Bajo Andarax

18 de noviembre 2011 - 01:00

Localización: Valle del río Andarax, Santa Fe de Mondújar, Los Millares, Rambla de Huéchar, Pechina y Bayyana. Recomendaciones: Llevar calzado y ropa cómoda. Conexiones: A doce kilómetros aproximadamente de la capital.

Decir agua en el curso bajo del Valle del Río Andarax es decir vida, pues es protagonista secular que, cada año al llegar a primavera, permite que la naturaleza se muestre con sus mejores galas y gratifique el trabajo de los hombres y mujeres de esta tierra, fertilizando sus campos y asegurando espléndidas cosechas.

Además del río, los ingenios que, desde tiempos remotos, han ideado sus habitantes para captar el líquido elemento: azudes, cortas y boqueras, fuentes y pozos, o bien para elevar el agua subterránea: garruchas, norias, molinetas o tornos, también para embalsarla, distribuirla o conducirla: acequias, canales, balsas, balsas, partidores, e incluso para su aprovechamiento urbano en el aseo y limpieza: baños y lavaderos, han conformado, secularmente, parte importante del patrimonio de la comarca, constituyendo uno de sus atractivos. La ruta intenta aglutinar cultura del agua y la rica historia del Bajo Andarax.

El sendero comienza, trasladándose en el tiempo unos 5.000 años, en Santa Fe de Mondújar, con una pausada visita al, sin duda, yacimiento arqueológico más importante de Europa de la edad del Cobre: Los Millares, situado a unos 17 kilómetros de Almería por la Nacional AL-3411, a unos 200 metros del desvío.

Es imprescindible para poder entender esta cultura visitar al menos uno de los diez fortines localizados hasta ahora para entender su papel, no sólo defensivo, sino con otras múltiples utilidades en el conjunto del poblado (el que está junto enfrente del centro de interpretación es de fácil acceso y está puesto en valor).

En el Centro de Interpretación, tanto la proyección que se ofrece al viajero, como la maqueta del conjunto del poblado, ofrecen una síntesis de la propuesta y establecen las notables diferencias entre el antes y el después en todas las materias, pero especialmente en el paisaje, la flora y la fauna. Un plácido paseo por el yacimiento viendo los enterramientos a uno y otro lado del camino, abocará a las cuatro líneas de muralla restaurada y el final de éstas el término del yacimiento marcado por la confluencia del Río Andarax y la Rambla de Huéchar.

De regreso al Centro de Interpretación se puede acceder a la espléndida restauración que muestra varias cabañas con los objetos de uso cotidiano y un lienzo de muralla.

Unos metros más adelante en la carretera que conduce a Santa Fe están los espléndidos miradores, desde los que se puede contemplar la localidad y su torre refugio (hoy sala de exposiciones) y su vega, y, gracias a unos paneles explicativos entender mejor el valor de la Vega del Andarax, su laboriosa construcción, los sistemas de captación del agua, sobre todo las boqueras, las fuentes del río y los caminos del agua.

La siguiente parada será en Pechina, en cuyo centro de día se puede visitar el Centro de Interpretación de Bayyana; éste pondrá en contacto con una de las ciudades más esplendorosas, pero de vida más efímera (unos cien años), testigo de la presencia de los musulmanes, y podremos, a través de cinco espacios: la vivienda y el urbanismo, el mundo espiritual representado por el sufismo, la economía de Bayyana (sobre todo actividades agrícolas y artesanas), la cultura del agua y las relaciones internacionales de Bayyana.

El yacimiento arqueológico de Bayyana, ubicado en un desvío de la carretera que asciende a los baños de sierra Alhamilla (a unos 30 metros de ésta) complementará el conocimiento, y, finalizada la visita, se ascenderá por un paisaje pobre y árido, hasta llegar a los Baños de Sierra Alhamilla: un oasis en el desierto, en el que se puede pasear entre el más del millar de palmeras y contemplar la extensa bahía de Almería desde Cabo de Gata hasta Punta Entinas en Roquetas (de noche son fantásticas).

Para reponer fuerzas la oferta gastronómica que se recomienda es el restaurante Sierra Alhamilla, regentado por Ángeles y en donde se puede elegir una cocina popular en la que encontrarán platos tan populares como: migas, arroz, carne con tomate, asadura, pipirrana, regados con un buen vino y rematados con sus postres caseros y el popular coñiqué (pregunte qué es cuando visite el restaurante).

El recorrido puede finalizar visitando las instalaciones del balneario (si se lo permiten su propietarios) e incluso darnos un baño termal y terapéutico con agua minero medicinales que sale al exterior a 58 grados y que se utilizan, sobre todo en curas de tres tipos: curas de bebidas: digestivo, gastritis, úlceras, gota (facilita la eliminación del ácido úrico) y disminuye la formación de cálculos de vesícula y riñón, curas hidro-termales: artrosis, artritis, reuma, neuralgia, y, curas respiratorias: alergias, bronquitis crónica, EPOC.

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