Nieve sobre la flor del almendro
La comarca del Nacimiento ya tiene su típico paisaje donde el blanco y el rosa llenan de color sus municipios. Este año se han sumado las heladas para ofrecer otro espectáculo visual y único
Localización: Comarca del Nacimiento. Recorrido: Por los pueblos de Fiñana, Abla y Abrucena. Cómo llegar: Por la A-92. Dónde comer: ABRUCENA: Restaurante Las Chinas (950350355) y La María (950 350109 - 685543449); ABLA: El Tío Peroles (950351005); FIÑANA: Mesón Hermanos Castillo (950 352 658) y Hotel Mesón El Nene (950 352 108) Dónde dormir: ABRUCENA: Casas Rurales Balcón (950350067 - 689-21 13 01). ABLA: Hostal Mirasierra (950 351183). FIÑANA: Refugio Ubeire, Casas Rurales La Estación y La Heredad (950352003).
En lo alto de la sierra de Abrucena el blanco de la nieve se convierte en el color predominante, pero más abajo, entre la niebla, los almendros en flor cambian la tonalidad de la montaña que va desde el blanco hasta el rosa. Es una estampa peculiar para esta época del año, pero su belleza radica en su singularidad y sus contrastes.
Por la autovía, en la comarca del Nacimiento, se puede ver a un lado como los almendros en flor decoran un paisaje que acompañado con el blanco de las casas se convierte en un espectáculo visual para los visitantes.
Al recorrer un pueblo como Abrucena, el turista está acompañado por la flor de la almendra que es más propicia en primavera.
Este año se puede ver la fuerza de esta flor que ha conseguido superar el frío del invierno y mantenerse vigente en estos últimos días de condiciones meteorológicas adversas.
Los contrastes numéricos de los almendros también son evidentes. Por el lado de la autovía, el número de árboles es más numeroso; por el pueblo, aparecen almendros más salteados; y en las zonas más altas de los municipios disponen de árboles por las laderas de las montañas.
El agua corre por los cauces, el verde colorea las montañas y la flor de los almendros da la belleza al entorno. Los vecinos lo viven como algo habitual, pero los visitantes señalan y destacan la riqueza que ofrecen estos árboles a la belleza paisajística.
Muchos son los entornos naturales y senderos por los que se puede caminar por los municipios del Nacimiento.
Abla dispone del sendero del Sulayr, en Abrucena se puede recorrer El Encinar y La Jairola-El Castillejo; y Fiñana cuenta con el de Ubeire. Muchas otras rutas son las que se pueden visitar en los distintos municipios del Nacimiento y, de esta forma, apreciar el almendro florecido.
Por el área recreativa de Las Rozas se puede empezar a recorrer el sendero de Abrucena. Un río atraviesa la ruta y de unas cascadas cae agua a borbotones. Aunque es de una dificultad media, sus paisajes invitan al senderista a disfrutar de la naturaleza.
El Sulayr es el sendero circular más grande de toda España con 300 kilómetros. Está dividido en 19 etapas y la naturaleza se puede vivir en estado puro.
El sendero de Ubeire se puede realizar durante todo el año, siendo una de la época más espectaculares el otoño. Su fauna y su flora son destacables donde se pueden ver el búho real, castaños y juncos.
Los olivos acompañan, con escasas aceitunas colgadas de sus ramas, el florecer de los almendros. Los piropos de los vecinos de la zona se dedican exclusivamente a la belleza que ofrecen estos árboles.
Mientras se camina por una senda de tierra, en los laterales se puede apreciar como las abundantes lluvias caídas este año han beneficiado a que el verde del campo tenga un color más brillante y vivo. El paisaje, que muestra la espectacularidad de lo que la naturaleza ha creado, se convierte en un acontecimiento positivo para los agricultores que trabajan las tierras de Abrucena.
Los agricultores temen que si llega una helada como la de hace tres años se quedan sin almendras. Hay veces que la flor salen en enero, otras en febrero... dependiendo del tiempo que haga. El frío retrasa que nazca la flor. Muchos vecinos siempre tienen miedo sobre el futuro de la cosecha porque temen que cuando salga el fruto, una helada salga el fruto.
La tonalidad y la cantidad de la flor depende de la variedad y si está pro regadío, el almendro está más floreado.
Un paseo por Abrucena puede sorprender al turista por sus sonidos, sus olores, su luminosidad. Un burro rebuznando y el olor de un potaje recién preparado son algunos de los auténticos encantos que ofrece Abrucena.
El pueblo es un lugar vivo. Sus calles tienen la constante presencia de niños y sus dos discotecas muestran parte de la oferta de ocio nocturna del municipio. Algunos vecinos caminan en busca de leña por el camino mientras observan la flor del almendro.
Abrucena tiene una iglesia de estilo mudéjar que se alza sobre sus calles. Las fiestas del municipio se celebran en ayo y en abril comienza el espectáculo del cerezo. El encanto de sus calles, la hospitalidad de sus gentes y la propia naturaleza provocan que Abrucena se convierta en una zona para visitar. En esta época, la espectacularidad de los almendros floreados embellece toda la Comarca de Nacimiento.
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