La Polarda El edén existe
Comarca: La Taha de Luchar Zona: Sierra Nevada Oriental. Situación: En la vertiente sur, bajo el peñón de la Polarda. Pueblos cercanos: Ohanes, Abrucena y Abla. Otros Refugios en la zona: Ubeire, Piedra Negra y el Doctor/ El Roble. Acceso en vehículo: Hasta el refugio por pista forestal desde Abla y Ohanes.
Se ha convertido en un punto de desconexión en medio de la vasta naturaleza. Un pequeño edén donde tocar el cielo deja casi de ser una utopía. Y lo mejor de todo es que es totalmente gratuito. Se trata del Refugio de La Polarda, un pequeño cobijo para los senderistas más osados que se ubica en la cumbre que comparte su nombre, una de los picos más altos de la provincia a más de 2.200 metros de altura. De hecho, desde él se puede contemplar a vista de pájaro Cabo de Gata y la Bahía de Almería, el vergel del Valle del Andarax y la impresionante mole caliza de la Sierra de Gádor.
Para llegar hasta él se puede acceder desde distintos puntos pero uno de los más vistosos y con mayores estampas y contrastes naturales es el que recorre la ruta del Sulayr, es decir, el sendero circular más grande de toda España y que recorre Sierra Nevada a lo largo de 300 kilómetros. Una de sus 19 etapas es la que discurre desde el municipio de Laujar de Andarax hasta el citado refugio, ubicado dentro del término municipal de Abrucena.
Como descripción previa hay que señalar que los aventureros que decidan encontrar cobijo en la Polarda se acercan al extremo oriental de Sierra Nevada atravesando a media ladera lomas y barrancos, entre las cumbres del Almirez, Buitre y Polarda, y los pueblos del Alto Andarax: Laujar, Fondón, Beires y Ohanes, por cuyos términos transcurre el Sulayr. Por senderos y caminos forestales el recorrido es diverso y contrastado, representado por pinares de repoblación, un valioso encinar con ejemplares centenarios, áreas de antiguos cultivos de montaña, espacios abiertos en las lomas y barrancos umbríos de frondosa vegetación de ribera.
Todo comienza en el sendero que cruza la pista que baja del Cerecillo al Refugio de Monterrey y al pueblo de Laujar de Andarax. Atravesamos esta pista junto a una plantación de castaños bajando en zig- zag 1 km por el sendero hasta un carril que vamos a seguir a la izquierda, llaneando en dirección norte, con vistas a la cumbre del Almirez (2.517 m).
Durante unos 2 km continuamos por este cómodo y ameno camino para dejarlo, antes de su finalización, por el sendero que baja a la derecha al Barranco del Horcajo. En este punto llevamos recorrido 3,5 Km.
Cruzamos el arroyo bajo la sombra de enormes pinos silvestres para iniciar una corta pero dura pendiente para salir del encajonado cauce. Entramos ahora en una zona de encinar camino ondulante, flanqueado por ejemplares centenarios de encina, rodea la Loma Raspa, atravesando un enorme cortafuegos, para seguir por el encinar perdiendo altura, con vistas al valle del Andarax y a la Sierra de Gádor. Aulagas, tomillo y torvizco, nos salen al paso, igual que un camino real que iba de Laujar a Huéneja. Continuamos bajando, ahora junto a cárcavas arcillosas para llegar a un cruce de pistas en el Barranco del Palomar. Hasta aquí hemos recorrido 6,7 Km.
En este cruce continuamos por la pista a la izquierda, dejando a la derecha el carril que sube al Cortijo de los Morenos y la pista que baja hacia Laujar de Andarax. La pista cruza el Barranco del Palomar, bajo un enorme castaño seco, y asciende por una zona de antiguos cultivos. A 600 metros del cruce anterior dejamos la pista para tomar a la derecha la vereda que baja al siguiente barranco. Compartimos camino con la Senda del Aguadero, un sendero de pequeño recorrido circular que sale y finaliza en las inmediaciones del pueblo de Laujar. Observamos caminando por la vereda la confluencia del Barranco de la Majada de las Vacas, a donde nos dirigimos, con el Barranco del Aguadero, y las dos líneas verdes que forman las alisedas de ambos cauces. En el Arroyo del Barranco de la Majada de las Vacas vemos como el aliso crece en el mismo cauce anegado.
Cruzamos por el puente de madera, para comenzar ahora una dura subida por un paraje agreste y atractivo. Alcanzamos una plantación de castaños algo abandonada y más arriba un enorme ejemplar conocido como el Castaño de las Rosas. Un fuerte repechón nos sitúa en las ruinas del Cortijo de las Rosas, con una espléndida era abandonada por encima y enseguida alcanzamos un carril, cuando llevamos recorrido justo 9 Km. de tramo.
Continuamos a la derecha ascendiendo durante varios kilómetros por el carril entre chaparros y pinar de repoblación rodeando la loma y el cortafuegos correspondiente, entrando ahora en el término municipal de Fondón, para llegar hasta el Arroyo de la Presuela. El carril llanea más adelante por la Risca del Diablo, a media ladera, donde vemos algunas poblaciones de helechos. Cruzamos dos barranquillos donde el pinar da un respiro a la vegetación autóctona y podemos ver un amplio prado con diversos arbustos espinosos como majuelos, agracejos, rosales silvestres… Es fácil ver huellas de jabalíes por las profundas hozadas que dejan en la tierra en sus largas caminatas por la sierra. Otros mamíferos habituales de esta zona son la cabra montés, el tejón, la jineta, la comadreja, etc. Pasamos sobre una balsa de agua y a pocos metros llegamos al cruce en la Loma de las Navas, a 13,7 Km. del inicio.
En este cruce el camino de la derecha es una pista tortuosa que baja hasta Laujar. Ascenderemos por la de la izquierda durante 1,5 km hasta otro cruce, ya en el término municipal de Beires. Ahora obviamos la pista de la izquierda que sube a las cumbres y tomamos la que desciende a los pueblos de Beires y Ohanes, pero solo quinientos metros, hasta el Collado de los Huertecillos, donde entramos a la izquierda en el valle del Río Chico de Ohanes. Desde este collado podemos ver parte del itinerario a seguir en la otra vertiente del río. Bajamos a la izquierda por la vereda, que es también vía pecuaria, entre arbustos espinosos y plantas aromáticas y en quince minutos estamos en el Río Chico de Ohanes en la zona conocida como las Pasadillas del Río.
Cruzamos el río junto al inicio de una acequia y comenzamos a subir por la otra vertiente en dirección al pinar que atravesamos por la franja desarbolada de la vía pecuaria. Salimos a una zona abierta en fase de repoblación donde encontramos un carril. Este camino baja al Refugio Majada de las Vacas, actualmente cerrado, que gestiona el Ayuntamiento de Ohanes, pueblo al que también se llega siguiéndolo. Nosotros tomamos el carril en ascenso, en dirección noreste, que por el pinar, en una hora aproximadamente, nos sube a media ladera por los Barranquillos de Muñoz, hasta alcanzar por fin el Cruce de la Polarda, donde enlazamos con la pista forestal que va desde el Puerto de la Ragua al Área Recreativa del Collado del Espino y a Ohanes. En esta encrucijada de caminos del paraje de la Polarda finaliza este tramo, dentro del municipio de Ohanes, en el extremo oriental de la sierra. A 800 metros del cruce, por un carril que va sobre la pista de la Ragua, se encuentra ubicado el Refugio-vivac de la Polarda. Final de nuestro camino y comienzo de nuestra desconexión con la naturaleza. Desde aquí se llega al Peñón de la Polarda, donde está el vértice geodésico, una cresta rocosa desde la que se divisa un impresionante paisaje.
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