Restaurante El BolicheDe la lonja a la mesa

A principios de los años 90, El Boliche era un pequeño local de escasos sesenta metros cuadrados situado en el Puerto de Roquetas de Mar, frecuentado por pescadores y habituales de la zona que aprovechaban para tomar un refrescante trago o algo de picar. Con el tiempo se transformó en casa de comidas y tras la insistencia del comensal asiduo su cocina fue evolucionando hasta convertirse en uno de los restaurantes de referencia para la cocina marinera almeriense.

En El Boliche no se va a encontrar ni nouvelle cuisine, ni las elaboraciones que tan de moda se han puesto en la mayoría de espacios gastronómicos. Hallaremos platos sencillos y recetas de siempre con materia prima de excelente calidad y una elaboración difícilmente superable.

Santiago López Moreno, propietario de este establecimiento, cocinero autodidacta, esta al cargo de la sala, aunque le encanta meterse entre fogones. En la cocina, su madre sigue preparando los mismos guisos que hace décadas y sobre todo un repertorio casi inagotable de postres caseros.

Las especialidades de la casa se centran en pescados y mariscos tanto de nuestras costas como del cantábrico y pueden presumir de recibir directamente de las lonjas de pescado de Roquetas de Mar, Almería, Garrucha o Adra, la materia prima que necesitan para conseguir estos sabores tan frescos y puros.

Para comenzar el menú es interesante dejarse aconsejar por Santiago y él recomienda las habitas con chipirones, el carpaccio de gambas rojas, la ensalada de aguacates con gambas o el singular revuelto de huevas de gallo pedro.

Los mariscos y moluscos cobran especial relevancia en la carta en la que caben destacar las quisquillas, el gambón rojo de Garrucha, el bogavante del cantábrico o las ostras.

En cuanto a los platos principales el rape boliche, el calamar de potera en aceite, la lubina a la sal, la cherna a la espalda, el arroz con bogavante o langosta y el solomillo con almejas y gambas son especialmente destacables. Todos los postres son caseros y nos aconsejan la tarta de Santiago, la tarta de frambuesas y en especial el arroz con leche que se sigue elaborando de la manera tradicional y ciertamente da la talla.

La selección de vinos es amplia con alrededor de 100 referencias, con presencia de casi todas las denominaciones de origen españolas y buena selección de cavas y champagnes. El restaurante tiene capacidad para unas 80 personas donde se realizan pequeñas celebraciones y un reservado para reuniones más privadas. En fin, un restaurante en el que comer bien es lo habitual, el precio es correcto y el servicio sensacional.