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Ha llegado la primavera y esta es, quizás, la mejor época para hacer senderismo por el Parque Natural de Cabo de Gata - Níjar. El tiempo ya es soleado pero aún no hay aglomeraciones de gente ni restricciones para acceder con el coche a diferentes puntos. Así que ponte las zapatillas de deporte, coge una mochila y una botella de agua.
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Una de las rutas más bonitas, de todas las que ofrece el parque natural, es la que va desde Cala Higuera (San José) hasta La Isleta del Moro (o en el sentido contrario). Aunque en realidad este trayecto es la suma de dos rutas distintas, pues podríamos parar en Los Escullos, sin seguir hasta La Isleta. En el primer caso son unos 10 kilómetros, en el Segundo solo son 7,5 kms.
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Si quieres disfrutar de un trayecto sencillo, con apenas unas cuestas, y donde se pueden contemplar algunas de las playas y calas más bonitas de Cabo de Gata, este en tu sendero. La duración aproximada es de unas 2 horas y 40 minutos.

V. Visiedo P.
La ruta ya comienza con unas vistas espectaculares: las de la Cala Higuera. Para llegar hasta ella hay que situarse a la entrada de San José, en la rotonda que hay antes de acceder al pueblo (hay un restaurante indio). Allí se coge la calle Cala Higera dejando a la derecha la Urbanización Cortijos del Sotillo y después se entra en un camino de tierra. Cuando el camino se bifurca hay que coger el brazo de la derecha. Se puede dejar el coche en algún anchurón del camino o en las inmediaciones del restaurante El Refugio.

V. Visiedo P.
Para quienes no tengan conocimientos del Cabo de Gata es recomendable usar cualquiera de las múltiples guías que se pueden encontrar en las librerías o en diversas páginas de internet. Así sabrán más detalles de todo lo que van viendo, el nombre de las calas y otra mucha información. En este caso hemos seguido la guía "40 Rutas Parque Natural Cabo de Gata y su entorno", escrita por Agustín García.

V. Visiedo P.
Desde Cala Higuera se coge una pista que va en dirección a la casa de la torre, una bonita casa blanca, y desde allí se asciende por una empinada cuesta de piedras o se bordea por una pista de tierra en mejor estado, hasta llegar al cartel con información de la Torre de Cala Higuera. Esta torre es una de las 113 fortificaciones que mandó construir Carlos III en la costa del Reino de Granada para vigilar los mares. Es del siglo XVI y está construida en mampostería. Se le conoce como Torre de Cala Higuera o de los Frailes. En algunos textos también aparece como Torre de la Loma Pelada.

Diario de Almería
Tras coronar el cerro de Cala Higuera, hay un mirador que nos permite disfrutar de San José y la bahía de Los Genoveses. Desde ahí ponemos rumbo NE para encaminarnos hacia Los Escullos. Pasaremos por encima de hermosas calas como Cala Tomate, Cala de las Hermanicas y Punta del Sombrerillo. Luego a la derecha encontraremos una gran explanada de color blanco que es una cantera de bentonita. Alguien escribió allí, con piedras, las palabras "Te amo".

Un poco más adelante obtendremos una de las vistas más bonitas de la ruta: las de la Punta de Loma Pelada. Será justo tras cruzar el barranco del Tollo. Este recorrido transcurre bajo los domos volcánicos de Los Frailes, que establecen, con 493 metros, la cota máxima del Parque Natural. Son las paredes interiores de una enorme caldera volcánica de 5kms de diámetro que se formó hace unos 14 millones de años.

Diario de Almería
En muchas partes, el sendero que va desde Cala Higuera a Los Escullos es amplio, plano y sin dificultad alguna. Tanto es así que puedes encontrar no solo a a senderistas, sino también a muchos ciclistas, algunos jinetes a caballo o, incluso, algunos más osados con moto.

V. Visiedo P.
Esta ruta está llena de calas. Antes de llegar a Loma Pelada se puede contemplar la Cala Cortada, junto en la desembocadura del barranco del Tollo. Pero tras Loma Pelada se suceden los acantilados con preciosas calas de agua transparente. Por ejemplo Cala Grande y Cala Chica, a cada cuál más espectacular (puedes hacer una parada en cualquiera de ellas, con un acceso no muy difícil).

V. Visiedo P.
Si se hace la ruta a las horas en las que ya no aprieta el sol es posible encontrarse una sorpresa: una familia de cabras montesas. Son inofensivas, siempre que no se les moleste. Merece la pena pararse a contemplarlas, pero dejándolas en paz.

V. Visiedo P.
Este sendero no deja de regalarnos unas vistas espectaculares. Dejando atrás las calas antes mencionadas, ya se divisa cerca el castillo de San Felipe de Los Escullos y, al fondo, La Isleta del Moro. Este es un buen punto para contemplar (y fotografiar) la playa de Piedra Galera. Comienza aquí un camino descendente hacia la playa del Embarcadero de Los Escullos.

V. Visiedo P.
Al llegar a la amplia pista que lleva hasta el Castillo de San Felipe (que es fácilmente accesible en coche desde la carretera AL-4200), el senderista se sorprende al toparse con un monumento funerario rodeado de cactus. Es una gran cruz de mármol con dos fotografía de una joven: una grande de su rostro y una más pequeña montando a caballo. Ya penas legible se ve el nombre de Diana y dos fechas: 1981-1997. Se dice que murió allí en un accidente ecuestre, pero pocos dicen tener información sobre el asunto.

V. Visiedo P.
En la playa de Piedra Galera destaca una formación rocosa conocida como "El submarino" por su parecido con esa embarcación. Esta playa es rocosa, de agua cristalina y espectacular para tomar fotografías y darse un remojón para aliviar el calor.

V. Visiedo P.
Llegamos ya a Los Escullos, tras casi 2 horas de camino. Es una zona rocosa donde destaca la famosa duna fósil, una duna oolítica formada en la era cuaternaria, que se originó hace unos cien mil años y que está en peligro por la modo de subirse a ella buscando una foto para subir a las redes sociales. A pesar de la prohibición de subirse a la formación rocosa (hay un cartel debajo que lo dice) sigue siendo habitual ver gente subida, como en esta foto tomada hace unos días.

Juan Sánchez
Tras andar unos pocos metros más nos encontramos con el castillo de San Felipe o castillo de Los Escullos. Es una fortaleza construida en siglo XVIII que en su día estuvo dotada de cañones para defender el litoral de la llegada de piratas. Tiene un patio rectangular en el centro. Este puede ser el punto final de la ruta, si no se desea seguir hasta la Isleta del Moro. Hasta aquí se han recorrido 7,5 kilómetros.

V. Visiedo P.
Seguimos hacia nuestro objetivo: La Isleta del Moro. Desde el castillo de San Felipe hay que recorrer unos 2,5 kilómetros más. Lo primero que encontramos en el camino es la Playa del Arcoo del Esparto. Es una playa espectacular de arena de grano medio. Llama la atención un pequeño barco encallado en medio de la arena, que algunos usan como sombra y que está lleno de grafitis.

V. Visiedo P.
El camino hacia la Isleta del Moro se hace ameno, pasando por encima de impresionantes calas y atravesando algunos barranquillos. Son muchos los puntos desde los que se pueden hacer fotos preciosas del entorno.

V. Visiedo P.
Bordeando la costa, seguimos camino hasta que la ruta se adentra en un pequeño barranco repleto de palmeras y ágaves. una escalera de madera nos ayuda a subir hasta un mirador con espectaculares vistas del fondeadero de La Isleta.

V. Visiedo P.
Llegados a este punto merece la pena pararse, no solo para recuperar el aliento tras subir el barranquillo, sino también para contemplar las vistas del fondeadero de La Isleta y toda la línea de costa de Los Escullos. Aunque nos parezca mentira, todo ese camino que queda al fondo ya lo hemos recorrido desde Cala Higuera.

V. Visiedo P.
Tras atravesar unos campos cercanos a la carretera, vemos próxima la llegada a la Isleta del Moro. Una escalera de piedra nos lleva hasta la parte alta del pueblo, junto al mirador de la Avenida Terrera Magina. Desde aquí se divisa toda la costa de Los Escullos, a un lado, y el pueblo de La Isleta del Moro, al otro.

V. Visiedo P.
La Isleta del Moro es de esos rincones por los que merece la pena visitar la provincia de Almería. Se respira mar, tranquilidad y sol. Los barquitos de los pescadores descansan en la playa, dejando una estampa digna de fotografiar.

V. Visiedo P.
¿Ya que has llegado hasta La Isleta te vas a quedar sin subir al cerro para ver el islote del Moro Arráez? Es una subida muy sencilla y las vistas merecen la pena. En la subida hay vistas preciosas como la de la foto.

V. Visiedo P.
Por último, para reponer fuerzas podemos tomarnos algo a orillas de la playa o incluso hacer submarinismo o darse un bañito si la temperatura es idónea. Habría acabado la ruta tras hacer unos 10 kilómetros.
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