LOS VÉLEZSenderos verdes de Sierra María al Castillo

Una vez alguien tuvo una idea. El Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, por medio del área de Turismo, quiso combatir la adicción a las drogas con deporte.

Para eliminar esta lacra, nada mejor que el aire de la sierra, debió pensar alguno, y calzándose las botas, echaron a andar. Yolanda García, la responsable de esta concejalía, fue la primera. Quiso dar ejemplo, se colocó su camiseta rosa y fue una más entre las decenas de senderistas que tomaron las montañas. Existen varias rutas alternativas. Una de ellas, la que recorre Sierra María y los Vélez, también es la más reciente.

Ciudad ante las drogas es un proyecto que fomenta las actividades sanas en horario de ocio y tiempo libre, especialmente entre los jóvenes. Nació hace apenas cuatro años en un municipio que cuenta con 255 kilómetros cuadrados de superficie y que, por eso, es muy receptible de estas salidas. Además, es completamente desconocida para muchos de los residentes en lo que a espacios naturales se refiere. "He hecho muchas rutas senderistas", explica la concejal, que resaltó que, la dificultad en este caso es media - alta. Antes era diferente. Pero tampoco mucho. La salida se producía en la pedanía, pasando por Guasamara y el poblado minero, donde los interesados podían aprender de primera mano lo que era la vida en aquellos años, momentos más complicados que ahora han pasado pero que han dejado su huella en muchos caminos. Llegando a la playa, cuando comienza a oler a mar, aparecen las primeras agujetas. No importa demasiado. Antes han observado una riqueza natural basada en la biodiversidad geográfica y autóctona, cada vez más consolidada.

"Todos nos pedían salir fuera del término municipal".

Referente a la última salida, Sierra María - Los Vélez, la concejal resaltó que, tras un invierno de agua, "la gente que vemos poco verde, nos emocionamos mucho". Afirmó que "aunque no tiene nada que ver con la zona norte de España, sí que cuenta con algunas zonas de gran riqueza, sitios que ellos también aprovechan y fotografían". La llegada del verano, del calor almeriense, va a propiciar que la siguiente ruta se desarrolle por el Parque Natural Cabo de Gata Níjar.

"Hemos elegido este sitio por la costa, que es paradisíaca, de este modo también aprenden a valorar lo que tienen dentro de la provincia pero fuera de su municipio".

El trayecto pasado suma una distancia de 14 kilómetros. Salieron pronto, pasadas las diez de la mañana, y por eso el almuerzo fue en ruta. A las 13:30 horas ya estaban llegando al restaurante. Un bocadillo y algo frío para reponer fuerzas.

Una vez reunidos, empezaron a comer a las 14:00 horas, regresando a sus casas a las 17:00. Y es que estos paseos no son sólo para disfrutar del paisaje, del camino, sino para hablar con los demás, continuar haciendo amigos y tomar algunas fotografías. "Llama mucho la atención una cosa", bromeó la concejal, "que quien el sábado se apunta a la ruta senderista, el viernes no sale de marcha". Destacó, como paradas más interesantes tras la charla distendida con los vecinos, la del poblado minero, las montañas y las pequeñas pedanías así como la rambla.

El ayuntamiento cuevano está dejándose conocer a nivel provincial por la cantidad de rutas naturales que está planteando. García consideró que es un modo de "evadirnos de las malas noticias, de los asesinatos, los robos y todo lo que nos bombardea la radio y los medios continuamente".

Recordó otra de las importantes, así como que cada vez son más los vecinos que se animan a participar, que el boca a boca funciona muy bien cuando de este tipo de actividades se trata.

La Umbría de Maimón, es tal vez, uno de los caminos que más historia guarda entre los rescoldos de la memoria. La salida está enclavada en el Castillo de Los Fajardo, una de las fortalezas que ha escrito historia en Almería. Situada en el municipio de Vélez Blanco, al que corona de manera magistral, desde el cerro se divisa una vasta extensión de arena, tras la lluvia, de un verdor inusitado. Y allí es donde se dan cita para comenzar a caminar los 12 kilómetros que les separan de su destino.

En esta ocasión, el camino es más complejo. La dificultad es medio - alta y es necesario un poco de preparación para afrontar algunas de las subidas. El monumento está situado en alto, y el pueblo cuenta con pequeños altibajos.

La bajada fue lo primero. Posteriormente encuentro en Fuente Peral, de 1912, donde los participantes disfrutaron de una gran historia, contada con todo lujo de detalles por los conocedores de esta zona. Había animales, misterios de la naturaleza escondidos en el casco urbano, o a las afueras del mismo. Este es el caso también del Mirador de Puerto del Real. Allí, en una parada en la que se explicó la importancia de unas instalaciones sobre el cerro, los senderistas analizaron la vista. Pero no mucho tiempo. Había que partir, que la ruta continúa, que quedan muchas cosas para ir descubriendo.

Una de ellas va a llevarles a otro tiempo. Al de fundación de la iglesia de María y los antiguos lavaderos locales, por donde ha pasado la historia, dejando en evidencia que con el tiempo no se juega. "Pasamos por senderos con bosques y pequeños pueblos, la gente está contenta, en contacto continuado con la naturaleza y cuando termina el camino siempre nos preguntan que cuando vamos a volver", resaltó García.

La mejor terapia para olvidar los problemas del día a día, el estrés cotidiano es encontrarse en lo más profundo del medio natural. Lo usan para mejorar su condición física. En otras ocasiones, cuando el camino es más relajado, quieren conocer fauna, flora y paisajes. Dejarlo plasmado en cada uno de los rincones de la memoria.

En una próxima salida, disfrutarán de los paisajes de Cabo de Gata Níjar, donde atenderán a las mejoras realizadas en esa zona tan característica de la provincia. Mar, viento y pita para impregnar cada uno de los momentos vividos, y los que quedan. Que Almería respira en verde.